Si algún club está agitando entre otros el mercado en la división de oro española, es sin duda, el Real Betis Balompié. Muestra de ello son los seis refuerzos verdiblancos, inclusive los que vuelven tras cesión como son Sergio o Agra aunque a estos se les busca una salida.

La continuidad de Bruno y Figueras, aunque este último aún está en el aire, además de la apuesta personal de Maciá por Amro Tarek, motivaron al club hispalense a apuntalar la zaga con un jugador que llega avalado por los hinchas sudamericanos, Germán Pezzella, el jugador que analizamos a continuación.

El central sudamericano nació allá por junio de 1991, en la localidad argentina de Bahía Blanca, Buenos Aires. El motivo de su llegada a Heliópolis, es adquirir la continuidad necesaria para demostrar su valía y explotar, demostrando con hechos su prometedora carrera, algo que espera conseguir en la capital andaluza. Su nuevo contrato, le comprometerá con los verdiblancos las cinco próximas campañas. A pesar de contar con numerosas ofertas de clubes de primera, el jugador aseguró llegar a un grande, que no entiende de categorías.

Pezzella se formó en las categorías inferiores del club millonario desde los catorce años, tras llegar procedente del equipo de su localidad natal. El pipo Gorosito le dio la oportunidad de viajar por primera vez con el equipo en 2009 aunque no fue hasta 2011 cuando debutó en un choque oficial ante Belgrano. El argentino llega tras intercalar la suplencia con la titularidad, más concurrida en la Copa Libertadores. 

Físicamente, es todo un portento. Con sus 186 centímetros de altura y 80 kg, se impondrá como uno de los más fornidos de la plantilla junto a Tarek, Digard o Molina entre otros.

El chico de los goles importantes

A pesar de su corpulencia, el zaguero es un jugador atento y rápido al corte, dominador en los lances aéreos y se desenvuelve bien a la hora de incorporarse a las tareas ofensivas de balón parado. Precisamente en esta tarea se ha erigido en las últimas campañas como un auténtico especialista, denominado como el hombre de los goles importantes, así reflejado por ejemplo en la vuelta de la final de la Copa sudamericana del pasado curso. Siguiendo el estilo verdiblanco, se encuentra cómodo a la hora de sacar el esférico jugado, destacando su elegancia. A pesar de su juventud, el zaguero se presenta experimentado para su curso más ilusionante, donde tendrá que ganarse la confianza del míster para postrarse como un indiscutible y confirmar el por qué de su fichaje, amortizando el desembolso económico.

Eficaz en el uno contra uno, elige siempre la opción menos complicada sin demasiadas complicaciones. Quizá su gran talón de aquiles llega cuando se sitúa fuera de zona, restándole calidad a su potencial la velocidad.