El filial culminó una semana más sin conseguir la victoria, merced al empate a cero registrado en la matinal del domingo, consiguiendo un punto que bien puede saber igual que una derrota.

Tras caer sucumbidos y humillados la pasada semana en Linares, el conjunto de Juan Merino lavó su imagen y protagonizó probablemente el mejor encuentro de la temporada, en cuanto a estilo de juego se refiere. El filial, de la mano de Francis y Robaina, acechó y embotelló a un Cartagena impasible ante la superioridad hispalense, salvado por la ineficacia de los atacantes verdiblancos a la hora de crear peligro al marco defendido por Limones.

La inexistencia solvencia a la hora de materializar ocasiones de gol, acompañada del nuevo error infantil de la zaga local, esta vez de Pozo, condenaron el final de un partido destinado a acabar con victoria bética, que demuestra una vez más ser incapaz de resolver cualquier choque. La derrota les hace continuar una semana más en el sótano liguero, una situación que no parece afectar a Juan Merino, protegido y salvaguardado por una directiva que aún confía en que el gaditano reflote la actitud del conjunto.

Acecho sin peligro

Juan Merino sacó a escena el mismo once que salió goleado la pasada semana en Linares, a excepción de la entrada del guardameta Pedro en detrimendo de Ángel de la Calzada. José Carlos y Pozo volvieron a conformar el centro de la zaga, demostrando la condena del técnico a Nacho González, tras su expulsión hace dos jornadas ante el Recreativo de Huelva.

Los primeros compases del encuentro ya hacían presagiar la actitud del grupo durante los noventa minutos. Por primera vez en muchas semanas, los canteranos salieron enchufados al partido, sin encajar gol en los minutos iniciales. Esta vez, la calidad sí estuvo sobre el campo y de la mano de hombres como Francis, Abeledo o Robaina, focalizaron el juego sobre las alas acechando una y otra vez el marco de Limones aunque sin suerte.

El propio Francis estuvo a punto de cabecear a la red un centro de Abeledo, pero el destino no quiso que el filial se llevara los tres puntos en el día de hoy. Precisamente, el último toque fue el que evitó el tanto inicial en la mayoría de las jugadas. Juanma en primera instancia y Robaina más tarde no acertaron a la hora de llegar al balón y perforar el marco de Limones.

El transcurso del reloj avanzaba y los verdiblancos continuaron acechando la portería rival pero el pitido final del colegiado cortó las intenciones de un equipo que se mereció marcharse al descanso con ventaja pero que una vez más, se vio condenado por la ineficacia a la hora de anotar gol.

De más a menos

La segunda mitad comenzó calcando lo registrado en los primeros cuarentaicinco minutos. Francis, Abeledo y Robaina volvieron a ser los más activos aunque perdiendo peso con el transcurso de los minutos. Varias ocasiones claras y un zarpazo de Francis al larguero fueron lo más destacado del conjunto verdiblanco, que merced a la impotencia por la nulidad ofensiva se desmoralizó.

Los aurinegros, sapientes de la inseguridad local comenzaron a buscar protagonismo a través del dominio del esférico y centraron su juego por la banda derecha. A pesar del intento, los cartageneros registraron la misma inseguridad que los verdiblancos y fueron incapaces de enlazar balones óptimos con la punta de ataque, sin crear peligro aparente al marco defendido por Pedro en el día de hoy.

En medio de un ir y venir de contragolpes, la zaga bética pecó una vez más de novata y se quedó con un hombre menos a falta de cinco minutos tras un error infantil de Pozo, que perdió el esférico en campo propio y se vio obligado a derribar al delantero visitante cuando ya encaraba portería. La expulsión intentó aprovecharla el Cartagena, que tuvo la victoria cuando el choque expiraba, pero Pedro desbarató las opciones murcianas.

El empate final no terminó de convencer a ninguno de los dos equipos, que decepcionaron en una ocasión idílica para conseguir una ansiada victoria que les haga escalar en sus aspiraciones. El conjunto murciano seguirá en la zona caliente, pudiendo incluso entrar en descenso según el transcurso de la jornada. Peor lo tienen los verdiblancos, que seguirán una semana más en la última plaza liguera, seperándoles ya ocho puntos de la decimosexta posición.