Dicen que la lluvia en Sevilla es una maravilla. Dichos carentes de sentido en un día como hoy. Un diluvio monzónico asolaba las esquinas del Benito Villamarín desde primera hora de la tarde. El aguacero se prolongó durante el transcurso del envite. El terreno de juego aguantó en excelentes condiciones. Agua para el público y pitos para un Real Betis que aún no sabe lo que es defender.

Mel alineó de inicio a Dani Ceballos y Ricky van Wolfswinkel, jugadores que durante la semana se postulaban para serlo. Varela dejó su sitio sorprendentemente a Francisco Molinero, que jugó en una banda atípica para él.

Los de Bilbao llegaron a la capital andaluza con la intención de prolongar la buena racha y lo consiguieron. Con Sabin Merino como única variación en el once con respecto a lo visto el pasado lunes frente al Sporting, el cuadro vasco no tardó en evidenciar los defectos verdiblancos.

Una fuerte presión desde el inicio pertrechó las ideas de un Betis anodino, previsible y que refleja la misma imagen que su entrenador: la mediocridad. A balón parado el Athletic acribilló las carencias heliopolitanas. En el seis de partido una falta de Beñat iba a ser cabeceada por Mikel San José. El internacional español, completamente solo, caminó como Pedro por su casa y mandó el testarazo lejos de la portería.

A continuación arribaría el primer tanto al partido. Un córner botado por el exbético iba a ser despejado de manera lamentable por Germán Pezzella. En la fontal aguardaba el león Iñaki Williams para fusilar a Antonio Adán. Nada pudo hacer el de Mejorada del Campo. Los más de 25.000 espectadores que se dieron cita en el Villamarín contemplaban impasibles una nueva caraja de los suyos en los albores de los encuentros.

Ahí no finalizaría el dominio rojiblanco en la primera mitad. Williams continuaría amargándole la aciaga tarde a Molinero, que fue sustituido en el acto final.

Williams se regodeó en Sevilla

El murmullo hacía acto de presencia en el graderío. Adán blocaba en dos tiempos un córner botado por Beñat. El agua a punto estuvo de jugarle una mala pasadaal exmadridista. La primera jugada de relevancia del Betis la aportó Joaquín. El del Puerto de Santa María se marcó una buena acción en solitario marchándose de hasta dos hombres pero su disparo fue repelido por un defensor bilbaíno.

El sufrimiento local era patente en las internadas de Iñaki Williams y en el dinamismo de Aritz Aduriz. El máximo goleador español la tuvo en el ecuador de la primera parte en un disparo que cruzó en exceso. Más tarde le sería anulado un gol al propio ariete por un fuera de juego muy justo cuando remataba nuevamente sin presión un centro de Beñat.

Pero Aduriz volvería a poner en apuros a Adán. El meta bético le sacó el mano a mano con los pies. Williams le puso un bandeja la ocasión con una asistencia magistral. El Athletic bailaba al Betis y antes del descanso una bonita combinación entre Aduriz y Raúl García fue alojada en el fondo de las mallas por Iñaki Williams. El extremo vasco firmaría su segundo gol con un taconazo antológico a pase raso del ex del Atlético de Madrid, García.

Mel reconoció errores

Reaccionó tímidamente el Betis en el segundo periodo, El Athletic se quedó a la expectativa y los andaluces estiraron líneas. No obstante, las mejores ocasiones las firmaría otra vez los de Valverde. Varela sustituyó a un señalado Molinero. El de Ontígola tuvo la primera ocasión seria del segundo periodo aprovechando una internada de Joaquín, quien le sirvió una bola rasa que el lateral estrelló en la muralla rojiblanca.

Beñat se marchó ovacionado

Por mediación de Raúl García, el Athletic llegaba con profundidad. El Betis solo pudo meter algo de miedo a través de un penalti transformado por Rubén Castro después de unas manos en el área del Botxo. Ni Ricky, ni Ceballos aportaron clarividencia arriba.

Raúl García estrellaría un balón en el larguero para más tarde poner el tercero y definitivo tanto a la contienda. No convence el Betis ante su público. Va a sufrir y mucho el Betis esta temporada. La semana que viene viajará a Málaga para jugar en La Rosaleda. De momento, son cinco los puntos que los separan del descenso.