Tremendo triunfo del Betis en el Ciudat de Valencia. La buena primera parte de Ceballos, Joaquín y Castro, desplegando dosis de buen fútbol, se unió a la solidaridad, la eficacia y la solidez defensiva de la segunda parte. Rubén Castro con su gol volvió a ser clave. El buen trabajo defensivo se tradujo en las cero paradas de Adán. Esta vez la suerte, en sendos fallos individuales de Bruno y Piccini, se alió con el Betis. Buena imagen del conjunto verdiblanco que ayuda a apaciguar las aguas por Heliópolis.

Al son de Ceballos

De entrada Pepe Mel introdujo dos novedades, Petros por el defenestrado Xavi Torres y Ceballos por el lesionado Digard. La presencia del canterano fue clave en el devenir del primer acto. De sus botas salieron las mejores jugadas del conjunto hispalense, así como, en momentos importantes, transmitió tranquilidad y sosiego con el balón a sus compañeros.

El comienzo del Betis no pudo ser mejor. En el minuto cuatro Joaquín y Rubén se fabricaron un golazo en un córner que con otros jugadores hubiese acabado en nada. El portuense amagó el centro, se fue con calidad de Toño y le dejó el balón a Castro. El canario con tremenda sutileza se encargó de poner el 0-1 en el marcador entre el mar de piernas levantinista.

Un fallo de Bruno en el minuto ocho casi le cuesta caro a su equipo. El chicharrero relajado yerra en su intento de ceder el balón a Adán y Verza primero y Deyverson después, incompresiblemente a puerta vacía,  disparan al larguero ante la sorpresa de Adán. La ocasión espoleó tímidamente al Levante, pero el Betis mantuvo el tipo gracias al buen juego de Ceballos y a la inteligencia de Rubén Castro. El canario, consciente de las debilidades locales, cayó una y otra vez a la banda zurda. Fruto de ello gozó de una oportunidad para anotar el segundo en un mano a mano demasiado escorado.

Durante los primeros 20 minutos el Betis entendió perfectamente el encuentro. Mucho trabajo de N`Diaye y Petros, y libertad para los buenos, Castro, Joaquín y Ceballos. Sin embargo, atrás dio sensación de ser un equipo demasiado vulnerable. Varela y Piccini, más el canterano, sufrieron las embestidas de Morales y Rubén García. El asentamiento con el paso de los minutos de la sólida pareja de centrales, Bruno y Westermann, permitió que el Betis navegase relativamente en sus peores minutos de la primera mitad. Los que van del 20 al 33.

Desperdicia la oportunidad de sentenciar

La inmensa calidad de Joaquín despertó de su letargo sin el balón al conjunto hispalense. Una vaselina del extremo verdiblanco casi se convirtió en la sentencia del Betis. El portuense, sin apenas espacio, intentó introducir el balón mansamente en las mallas de Rubén Martínez. A raíz de ahí el equipo de Pepe Mel dominó el envite hasta el descanso.

Ceballos se hizo dueño y señor del partido dejando muestras de su exquisita calidad. Caños, pases y combinaciones con el resto que hicieron parecer que el Betis pudiera sentenciar el partido. Sin embargo, faltó el último pase cuando a la afición y zaga levantinista le temblaban las piernas. 0-1 y al túnel de vestuarios.

Deyverson pone el susto

El inicio de la segunda parte del Betis continuó por los mismos derroteros. El conjunto pretendió hacerse fuerte con el balón y defender a base de dominar al rival. Sin embargo, con el paso de los minutos, se fue diluyendo. El Levante con el buen trabajo de Verza y Camarasa se asomó a las inmediaciones del área pero sin excesivo peligro. En la segunda parte solo se le puede contar una ocasión. Pero qué ocasión. Deyverson, tras el enésimo fallo de Piccini, envolvió la pelota de volea disparando al larguero de Adán. Ahí se acabaron las acciones ofensivas evidentes del Levante.

Ceballos y Joaquín, quienes se encargaron en el primer acto de canalizar el juego del Betis, andaban fatigados. Es más, el portuense se preocupó de defender más que de buscar la portería rival. A pesar de que el equipo de Mel estaba apaciguado en su área, las mejores acciones de gol estuvieron en las botas verdiblancas. Primero Rubén Castro en el 57 puso a prueba a su tocayo. A posteriori, Varela obligó a Rubén Martínez a esforzarse con una gran mano abajo.

Debut de Figueras

Mientras tanto, Rubí agitó a su equipo con la entrada de Casadesús, Roger y Ghilas, sin embargo, ninguno de ellos disfrutó de ocasiones de gol. De hecho, Adán no tuvo que intervenir en ningún momento. Al Betis solo le faltó clarividencia en las contras para sentenciar el envite. Y eso que en el 74 Westermann fue expulsado de manera rigurosa. Una falta en el área rival, la segunda del teutón, terminó con el central en el túnel de vestuarios.

Debutó Figueras sin consecuencias. Con uno menos, las ayudas de Petros –gran partido el suyo- y de N´Diaye resultaron claves para que un Levante volcado en campo verdiblanco no tuviese apenas ocasiones. Solo un par de disparos desviados de Camarasa. Victoria importantísima del Betis, la cuarta fuera de casa que lo sitúa cómodamente en la tabla a ocho puntos del descenso y permitiendo una semana tranquila en Heliópolis.