Nada de bromas. Todo en serio. La Copa del Rey llega este miércoles a Sevilla con un duelo entre 'hermanos'. El Real Betis, anclado en casa, querrá dar de una vez por todas una satisfacción a su fiel hinchada. Y es que el equipo de Pepe Mel suma cuatro derrotas consecutivas en su propio feudo. Causalidad más que casualidad. El Sporting de Gijón tampoco está para tirar 'cohetes', pues aterriza en Heliópolis con tres encuentros seguidos en los que ha caído. El conjunto rojiblanco deberá cortar la racha en la capital de Andalucía, una tierra de la que guarda buenos recuerdos. 

Uno con puntos que juego. El otro con más juego que puntos. Un paréntesis en mitad de la travesía para, por qué no, soñar un poco con otra competición. Afianzado en la clasificación, el Real Betis afronta la Copa del Rey con muchas ausencias. Los de Abelardo, en su lugar, lo están haciendo bien pero los resultados no le acompañan. Aquí no hay quien viva.

Lavado de cara

Dicen que el torneo del K.O. es para aquellos que necesitan oportunidades. No solo en lo colectivo, sino en lo individual. La Copa del Rey, normalmente, es la opción para el canterano. El Real Betis, por ahora, no piensa en ello. Básicamente, porque su filial no está respondiendo a las expectativas. El empate ante el Algeciras sin goles dejó fe de ello. Porque para llegar al primer equipo hay que demostrar la valía de unos chavales con más voluntad que talento.

Más allá de no contar con futbolistas del Real Betis 'B', en el primer equipo tampoco está el horno para bollos. Adán, Piccini, Tarek, Digard, Fabián y Rennella no han entrenado con sus compañeros esta semana. Tendrán francamente difícil contar con minutos en la cita del miércoles. El lateral derecho italiano es quien cuenta con menos opciones, ya que tuvo que retirarse de la sesión por unas molestias. Pepe Mel sabe que hay que arriesgar lo menos posible con futbolistas que están teniendo regularidad en cuanto a minutos.

"Fuera de casa estamos muy bien. No sé por qué, pero es importante ganar también en casa con nuestra afición". 

En la Liga BBVA, todo va bajo control. Eso dice la clasificación. Lo mismo opina N'Diaye, que reconoció la importancia del triunfo en Valencia ante el Levante por 0-1 "para ampliar la distancia con el descenso". Al lío. La seriedad que muestra el equipo verdiblanco lejos de Heliópolis deberá mostrarla también en su hogar, con su gente. Véase falta de concentración. Véase exceso de presión. El caso es que el Real Betis en su feudo es vulnerable, como si tuviera miedo a fallar. Por lo tanto, este miércoles esperará su momento. No queda otra.

Marcar primero, ganar después

El Sporting de Gijón, otro recién ascendido, afronta la Copa del Rey con urgencias ligueras. El cuadro asturiano está sufriendo, como era de esperar, en Primera División. De hecho, Nico ya está a las órdenes de Abelardo. El director deportivo del conjunto rojiblanco tratará de satisfacer en el mercado invernal las necesidades del 'Pitu'. Trabajo en equipo.

Un equipo competitivo a más no poder, que explota sus virtudes como buenamente puede. Lo primero es hartarse de correr, de luchar hasta por la última pelota. Sin eso, no hay nada que hacer. Las sensaciones están siendo positivas. Al menos, en cuanto a actitud y ganas de agradar. Falta lo más fundamental, el resultado. Todo lo contrario que el Real Betis, que sigue mostrando una falta de ideas destacables pero que saca sus encuentros adelante. Lo segundo siempre será más importante que lo primero. Vencer y, si se puede jugar bien, mejor.

Abelardo sabe lo que hay. Nunca ha dado excusas en forma de ausencias o falta de refuerzos. Con lo que tiene, compite. Y oye, lo hace realmente bien. Viene de caer en Vigo por 2-1, "una derrota totalmente inmerecida". Eso opinaba el 'Pitu', que vio cómo su equipo lo intentó hasta el final pero cayó en el último tramo. Tanto remar para morir en la orilla. Evidentemente, a largo plazo servirá como experiencia. Satisfecho con el trabajo, no tanto con los resultados. La tabla, en este caso, puede engañar porque el Sporting de Gijón es un hueso duro de roer. Sus rivales pueden dar fe de ello. 

El Celta de Vigo, por ejemplo, estuvo a punto de ceder un empate en casa. Venció porque la Virgen quiso aparecer en el momento en el que Nolito fue a buscar la pelota para que rechazara el esférico en él. Dicho y hecho. Quizá, injusto. Quizá, justo. El caso es que, otra vez, el equipo asturiano vio cómo volaban los puntos en el tramo final. Como en Madrid ante el 'Atleti', donde perdió en el descuento. Eso es muy doloroso. Será curioso el enfrentamiento entre un equipo al que le marcan pronto ante otro al que le marcan al final. Por ello, la concentración será fundamental para sacar un resultado positivo de Sevilla. Si es en forma de triunfo, obviamente, más que mejor. Sálvese quien pueda.