Un Betis plagado de suplentes vuelve a ganar en el Villamarín tras cerca de tres meses sin hacerlo. Sin duda, la reaparición de Vadillo, con gol incluido, fue lo mejor del envite. Un partido con un ritmo más propio de un bolo de verano y, por lo tanto, marcado por la inactividad de muchos de los 22 futbolistas que saltaron al terreno de juego en la noche de ayer. Los suplentes de Mel dan la cara, pero con los pies en el suelo. 

El partido se convirtió en un examen a los fichajes de Macià. Vargas, autor del segundo gol pero con un partido discreto y que evidencia un físico muy mejorable, Pezzella, inadvertido durante todo el partido, Petros, más voluntad que fútbol, Van der Vaart, detalles de calidad pero sin ritmo para la élite, y Van Wolfwinkel, decepcionante, lento y demasiado solo. 

Poco ritmo

Partamos de la base de que cualquier análisis que se realice de los jugadores verdiblancos debe ser tomado con cautela; el Sporting no quiere ni ver la Copa y su once estuvo marcado por un gran número de futbolistas que apenas cuentan en esta temporada, incluso, muchos de ellos han debutado esta temporada en primera división.

La primera parte bien se puede resumir con un testarazo de Portillo al larguero, un par de carreras voluntariosas de Vadillo y algún, escaso, detalle de Van der Vaart. Preocupó la desconexión de Van Wolfwinkel, el delantero tulipán apenas rascó bola. Su único remate lo envió muy lejos de la portería defendida por Alberto.

Atrás, el bisoño equipo de Abelardo no creó peligro. Combinó bien en la zona de tres cuartos pero siempre en horizontal y con escasa velocidad. Lo que propició que la remozada zaga bética viviera con relativa tranquilidad durante todo el primer acto. Solo una acción en fuera de juego de Carlos Castro hizo temblar al respetable. Pablo Pérez ante Dani Giménez disparó fuera.

Mel tiene extremos

Desde el pasado verano el técnico madrileño viene quejándose de la falta de extremos de la que dispone su equipo. Pacheco, Kadir y Vadillo se entrenaron aparte durante todo el período estival. Los dos últimos no encontraron equipo, de esta forma Mel se vio obligado a incorporarlos a los entrenamientos. Ayer les llegó la oportunidad a ambos y se ganaron, como mínimo, la opción de tenerlos en consideración.

El canterano anotó el 1-0 nada más comenzar el segundo acto lo que espoleó al conjunto hispalense. La grada, comprensible con los duros meses que ha pasado el extremo, no paró de aplaudirle y vitorearle desde el minuto uno. La emoción de Vadillo tras anotar su segundo gol como verdiblanco fue lo mejor del envite. El jugador abandonó ovacionado el Benito Villamarín. Oportunidad aprovechada.

En la segunda parte el Betis expuso más, con limitaciones, pero siempre quiso más que su rival. Portillo y Van der Vaart se asociaron, el holandés dejó detalles de la calidad que atesora, sin embargo, su ritmo está muy lejos de la élite. La entrada de Molina y Kadir mejoró al Betis. Aunque, las ocasiones de cara a la meta rival no llegaron.

El otro protagonista de la noche fue Kadir. Un “extremo” con tendencia a venirse al centro del ataque que ayer demostró que le puede ser útil a este Betis, hizo mejor a Portillo, del que se espera mucho más, y se entendió a la perfección con Molina. Los 15 minutitos de Ceballos fueron la puntilla necesaria para sentenciar el envite y encarrilar la eliminatoria.

Primero el utrerano disfrutó de una opción de gol que obligó a estirarse a Alberto, posteriormente habilitó a Kadir como solo saben los genios. El argelino asistió a Vargas sobre la bocina. Semana pre derbi con visita al Molinón mucho más calmada. Cosas de la vida, el Betis cuenta con ausencia de extremos durante la liga, sin embargo, dos de los que dispone en la amplía plantilla fueron decisivos en la victoria copera ante el Sporting de Gijón.