El frenético ritmo del fútbol no cesa y el Villamarín acogía el segundo partido de la semana. Volvía la Liga y volvían las carencias de los de Mel en parcela defensiva. Nada cambia por Heliópolis. El Celta es el quinto equipo de la competición que se lleva los tres puntos del estadio bético.

Un planteamiento excesivamente conservador del preparador madrileño condenó al equipo a andaluz a regalar la posesión y jugar como lo hace fuera: a la contra. Con la obligada presencia de Dani Giménez en el once en detrimento del lesionado Adán y con Dani Ceballos repitiendo titularidad, poco varió el esquema con respecto a la visto hace una semana en el Ciudad de Valencia. El doble pivote (N'Diaye-Petros) no construye y el público lo sabe. 

Petros y N'Diaye no construyen

En el cuadro celtiña, las sempiternas figuras de Nolito e Iago Aspas inquietaron en cada arrimada al área. Augusto Fernández y Daniel Wass se pasearon a su antojo durante los 45 minutos iniciales. Esta vez el rival no se adelantó antes de los 10 minutos, pero casi. El gol llegó en el 24. Antes arrancó el baile con embestidas de peso. La primera intentona aterrizaría a balón parado para el conjunto de La Palmera. Una falta en zona de tres cuartos por la izquierda la botaba Francisco Varela, pero su envío templadito fue a parar a las manos de Sergio Álvarez.

La pelota le duraba un suspiro al Betis, mientras el graderío mostraba su desesperación con el colegiado Hernández Hernández, que mostró seis amarillas en el primer acto. Los fantasmas de las pifias hacían acto de presencia nuevamente y con el mismo protagonista de la semana pasada. Bruno pierde una bola ante Nolito pero el gaditano se equivocó en la entrega, que se dirigía al exsevillista Iago Aspas.

Nolito es arte

El Betis se animaba al contragolpe. Voluntad, coraje y garra. Pero el fútbol es caprichoso y cuando mejor estaba el conjunto que preside Juan Carlos Ollero, el Celta asestó una gran bofetada. Primero en un saque de esquina lanzado por Joaquín Sánchez. Posteriormente, en el ecuador de juego, una volea de Álvaro Cejudo en la frontal, que se topó con el arquero gallego. No acabaría el tramo de oro del duelo porque Alfred N'Diaye tuvo la más clara de la primera mitad. El internacional senegalés se postula cada día más para ocupar zona ofensiva. Apareció en área para recibir un brillante pase de Rubén Castro. Su definición, cruzada, fue abortada por Sergio Álvarez, el cual metió un pie prodigioso para salvar a los suyos.

Los de Berizzo aportaron el tópico por antonomasia de este deporte. Raudo contraataque bien llevado por el bloque galaico. Nolito sacó el periscopio, pensó y sirvió un  cuero abierto para el extremo Bongonda que define a las mil maravillas ante Dani Giménez para poner el primer gol de la contienda.

Mel yacía cabizbajo en área técnica y la primera parte se apagaba entre imprecisiones, un tímido cabezazo de Rubén Castro y una contra de Iago Aspas. Todo cambió en el descenlace.

Jonny, expulsado

La segunda parte daba inicio con irrupción. Jonny Otto iba a ser expulsado a causa de un error y por ende despiste personal. Petros Matheus le ganó la espalda al borde del área y el jugador celeste tuvo que frenarle con un agarrón que le mandó a la caseta al ser el último hombre.

Con inferioridad numérica los de Pontevedra se echaron atrás a defender la renta. El Betis por su parte, fue mentiendo más carne en el asador con las entradas de Molina y Vadillo con el paso de los minutos. Joaquín, en un lanzamiento de falta estrelló su chut en la cepa del poste izquierdo de la portería visitante. Era el preludio del asedio verdiblanco, que solo pudo arañar finalmente el empate.

Apretó el Betis y consiguió premio

Viviendo constantemente en zona rival, el siguiente en inquietar a la defensa de Balaídos fue Bruno en un testarazo desviado en área pequeña. A falta de 12 para el final, Jorge Molina, el ariete olvidado, ponía las tablas después de recibir un esférico interior de Petros. Con ahínco igualaba el choque. 

El público volcado seguía alentando a los suyos, pero el Celta pese a estar con 10 pudo contrarrestar la ambición heliopolitana. Otra contra nacida en las botas de Wass llegó a la portería bética. El danés se le cede a Nolito, que entraba por la derecha completamente solo. Inexplicablemente yerra y la manda fuera.

Fue la última gran ocasión del duelo. Reparto de puntos en Heliópolis. Mereció más el Betis en la segunda mitad gracias a la superioridad de futbolistas. La próxima semana jugarán en las islas ante Las Palmas. 19 puntos.