El destino es caprichoso. El azar subyace en la vida para dirigir senderos. En el mundo del balompié también se hace notar. El sorteo copero ha querido que Betis y Sevilla, Sevilla y Betis, se vuelvan a mirar a los ojos. Tres derbis en 25 días. Mañana se abre el telón. 

En enero, con el 2016 despertando, la eliminatoria copera acaparará el protagonismo. El 6 o 7 de enero se jugará la primera batalla en el césped del Benito Villamarín. Una semana más tarde, el 13 de dicho mes, el desenlance de octavos en Nervión.

Tres precedentes hay entre estos dos eternos rivales en el torneo del KO. El primero de ellos data de la temporada de 1961/1962. Pasó el Sevilla, por aquel entonces entrenado por Antonio Barrios, quien también llegó a dirigir al Betis algunos años. En la ida, venció el equipo sevillista por 5-3. En la vuelta, el Betis consiguió la victoria por la mínima, 1-0, resultado insuficiente para pasar de ronda.

La revancha en Copa se vivió tan sólo un año después. En la 62/63 volverían a verse las caras y el Betis apeó a su más allegado rival. El Betis de Ernesto Pons venció en la ida por 2-1 con goles de Bosch y Ansola. En feudo rojiblanco, empate uno y Betis adelante.

El último enfrentamiento copero, más reciente, fue en la temporada 2006/2007. En cuartos de final, el Sevilla FC de Juande Ramos se llevó el pase a semifinales en una eliminatoria marcada por el botellazo que recibió el técnico manchego en el campo del Real Betis. Hecho por el que se suspendió el envite y terminó jugándose semanas más tarde en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. 0-0 en el Pizjuán y 0-1 en el Villamarín con gol de Kanouté.

En enero se escribirá el próximo episodio de esta rivalidad que traspasa fronteras y paralizan corazones.