Con cara de circunstancias y consciente de la turbia situación que aqueja la entidad hispalense llegó Pepe Mel a la sala de prensa del Benito Villamarín, para analizar la dolorosa goleada recibida ante el Eibar que deja entredicho el puesto del madrileño.

En primer lugar, el técnico verdiblanco desgranó las claves de la derrota ante la SD Eibar: “Nos han superado en todo. Les he felicitado, han trabajado muy bien y el resultado es justo. Hemos perdido el partido en la primera parte, jugando con un ritmo de balón muy bajo y haciéndolo todo muy previsible, con mucha distancia entre Ceballos y Rubén Castro. Además, hemos tenido a Rubén a mucha distancia de todos sus demás compañeros. El ritmo que hemos puesto ha sido bajísimo en comparación con el que ha ofrecido la SD Eibar. Ante un equipo bien armado y que trabaja bien, que sabíamos que iba a salir así y que suele bajar el ritmo en el minuto 60, no hemos sido capaces de llegar a ese minuto metidos en el partido”.

La dura losa que puede suponer la derrota debe ser revertida lo antes mejor, de cara al derbi copero del próximo miércoles: “Hay que buscar soluciones, pero es cierto que tendremos poco tiempo de aquí al miércoles. Cuando uno juega un partido tan seguido lo principal es levantar al vestuario, que ahora está horrorosamente mal. A 72 horas de un nuevo partido eso es lo principal, lo anímico cuenta mucho, todos andamos muy mal. Luego vendrá lo segundo. Una de las cosas ya la he dicho antes”.  

La derrota ha confirmado el descontento de un sector de la grada con la sapiencia técnica de Mel: “No tengo ningún problema. Desde hoy mismo estoy a disposición del Club, no me aferro a ningún puesto y mucho menos a éste. Es fácil echar a un entrenador, no hay ningún problema por mí. No me produce nada, el público es soberano y protesta por lo que ve. Lo comprendo, no puedo decirle al público que está equivocado. Sí creo que se equivocan los aficionados en pitarle a un futbolista, pero no al entrenador porque el equipo ha jugado horrorosamente mal. Cuando eso pasa hay que cargar con el máximo responsable”.

“La solución puede pasar por tres cosas. La primera, seguimos juntos todos y es trabajo del cuerpo técnico intentar sacar muchas más cosa a futbolistas que hasta ahora han dado muy poco. Otra solución es el mercado invernal y que el club, con el mucho o poco dinero que tenga para ello, que no lo sé, traiga gente que nos dé y nos ayude en las situaciones que somos mejorables. La tercera vía es cambiar al entrenador”, añadió el madrileño.

Los últimos resultados parecen estar agotando los recursos del entrenador, a pesar de que admite sentirse tranquilo: “Está claro que el Pepe Mel de hace dos años tenía mucho más adeptos que el de hoy, pero me siento tranquilo. Cuando un equipo de fútbol no rinde al nivel que todos pensamos, pasa esto. Estoy decepcionado conmigo mismo y con los jugadores porque podemos hacerlo mejor todos juntos. Eso es normal, cuando un club no da lo que creemos que tiene que dar, el entrenador es el más damnificado. Esto es así de siempre; era así ya el año pasado con el equipo primero y ascendiendo. Este año con el equipo en mitad de la tabla ya nos pasaba, más hoy si un equipo como la SD Eibar, la que he felicitado y que lo ha hecho francamente bien, nos gana 0-4. Nos queda un mes francamente difícil”.

Por último, el madrileño valoró la posibilidad de reforzarse en el mercado invernal: “Preguntadle a Eduardo Macià. Hoy no es el día de eso, hoy es para reconocer errores y hacer autocrítica. Estamos haciendo las cosas mal, nunca me había pasado que un equipo mío estuviera tantos minutos sin hacer gol. Quiero hacer autocrítica en lo que a mí respecta y puedo mejorar. Todo lo demás no depende de mí”.