El jugador ha firmado su finiquito esta mañana en las oficinas del club, quedando libre para negociar con cualquier club. A pesar de la rescisión, el Real Betis Balompié no se guardará una opción de recompra ni una posible bonificación por su venta en el caso que el jugador se marchara a otro equipo, al igual que ya lo hicieran la campaña anterior con el nigeriano Nosa Igiebor.
El toledano finaliza así una etapa con luces y sombras, vislumbrándose con constantes suplencias e incluso quedándose fuera de los planes de Pepe Mel, precisamente el hombre que sugerió sus servicios en el curso 11-12. Esa temporada no disfrutó de la regularidad ansiada y tuvo que buscar minutos en Murcia, donde cuajó una notable temporada. Ya en la campaña europea, disputó 26 encuentros entre la Liga, la Copa y la UEFA Europa League.
La irregularidad y la mala suerte con las lesiones volvió a lastrar el camino del que presumiblemente iba a ser uno de los pilares del Real Betis, en su etapa pasada en la división de plata. El pasado año, en Segunda, antes de caer gravemente lesionado el 10 de enero de 2014, era prácticamente un fijo para Julio Velázquez y disputó 18 partidos, entre la competición liguera y la Copa.
Finalmente la inestabilidad y la necesidad de demostrar su valía le han obligado a buscar los minutos necesarios para demostrar el por qué de su prometedora carrera, dejando en su haber un total de 59 encuentros oficiales con la entidad verdiblanca.
La marcha de Javier Matilla culmina un día movido en las oficinas del club, que agiliza las salidas del mercado invernal uniéndose a las ya confirmadas de Vincenzo Rennella al Valladolid, Jordi Figueras al Eskisehirspor y la inminente salida de Xavi Torres que se confirmará en los próximos días.