El Real Betis quiere creer. Si se valora su partido de Villarreal, se podría decir que tiene motivos para hacerlo. Porque fue un equipo solidario, compacto. Supo elaborar juego en determinadas fases y sufrir en los últimos compases. Primera División es eso. Juan Merino, viendo cómo han competido sus chicos este sábado, mantiene la fe. Nunca perdió la cara al encuentro el equipo andaluz, que se lleva un 0-0 que sabe a más que un simple punto. La moral ya se nota. Confianza.

Con un 'once' algo renovado, con la entrada de Kadir o Fabián entre otros. Así se presentaba el Real Betis en la Comunidad Valenciana. El partido no arrancaba nada bien porque Soldado avisó al poco de arrancar. Buen desmarque del delantero y disparo cruzado que repelió la madera. Eso, con otra mentalidad, acabaría dentro. Y lo sabe. Los sevillanos siguieron firmes, tratando de tener la pelota. El Villarreal sin el esférico es menos Villarreal. La lectura del encuentro estaba perfectamente aprendida.

La más clara del Real Betis en ataque, quizá, fue la de Rubén Castro. El canario aprovechaba al cuarto de hora un error en defensa del 'Submarino Amarillo'. Solo ante Areola disparó duro, pero al centro. El meta del Villarreal evitaba el tanto verdiblanco, que sigue sin llegar. Si no marcas, al menos defiende. Es lo que hizo el equipo andaluz en Castellón. Le está faltando puntería, pero al menos ya está generando ocasiones. Por algo se empieza. Continuaba el orden. Todo bajo control.

El Villarreal respondía con Bakambu. El atacante se giraba para golpear ligeramente desviado. Lógicamente, enfrente estaba el cuarto clasificado de la competición que ahora mismo tiene los mismos puntos que el Real Madrid. Para que se hagan una idea. El Real Betis sabía de qué iba la película y tampoco quería renunciar al ataque. Álvaro Cejudo, en una buena conexión con Rubén Castro, provocó una clara ocasión de Fabián. El centro de 'RC24' cayó a las botas del canterano, que disparaba con la izquierda para obligar a intervenir a Areola. Tramo final.

La última del primer tiempo la tuvo Soldado. El autor del tanto en Heliópolis también quería 'mojar' en el choque de vuelta. Su centro-chut fue repelido por Adán, que tuvo que meter una mano salvadora para seguir con su puerta a cero. Se envenenaba de qué manera ese envío del '9' del Villarreal. Descanso con 0-0. Buenas sensaciones del Real Betis. Seguimos.

El segundo periodo arrancó de forma similar. Lo tenía claro el cuadro de Juan Merino. Seguro atrás. Rápido arriba. El equipo de Marcelino García Toral, mientras tanto, trataba de ser fiel a su estilo. Siempre con la pelota en los pies, sin rifarla lo más mínimo. La tenía más tiempo pero no profundizaba. Demasiado incómodo. El Real Betis, al contragolpe, tuvo la suya. Fabián para Kadir, que lanzaba fuera por poco. Buen partido del canterano. Buen partido del argelino. Dos descartes en verano titulares en El Madrigal. Y haciéndolo bien. 

Juan Merino dio entrada a Jorge Molina por Rubén Castro. El canario no tuvo su tarde-noche, aunque se mostró participativo. El entrenador gaditano buscaba balones en largo más fijar a los centrales locales. Ese cuarto de hora fue completo del delantero alcoyano. El conjunto castellonense insistía con más corazón que cabeza pero se encontraba con el 'muro' verdiblanco. Adrián Marín, en una incorporación desde su banda, probó a Adán dentro del área. El arquero estuvo firme para despejar el peligro. Piccini, que ya tuvo problemas en el primer tiempo, no podía acabar el partido por lesión. Molinero fue su sustituto.

Los últimos compases tuvieron más suspense por el marcador que fútbol. El Villarreal apretó con todo para intentar conseguir el tanto de la victoria pero el Real Betis aguantó como un jabato. Tenía que competir. Lo hizo. Tenía que sumar. Lo hizo. Juan Merino tiene motivos para creer. Porque con esta actitud, obviamente, todo será mucho más fácil.