Noche eléctrica en el Benito Villamarín. El conjunto blanco volvía a Sevilla para medirse a un Real Betis en horas bajas. Casi lleno en La Palmera para ver a los suyos codearse con un Real Madrid renovado a en cuanto a sensaciones y tripulado por Zinedine Zidane. En los merengues, James Rodríguez regresaba a la titularidad en detrimento del lesionado Bale.

Por parte bética, el técnico linense dio continuidad al equipo que empató en El Madrigal hace una semana con la única salvedad de Cristiano Piccini. Molinero ocupó el carril derecho en un choque de altos vuelos desde el pitido inicial de Martínez Munuera.

El arranque verdiblanco evidenció las ganas de un Betis nuevo. Ímpetu, energía, exigencia y posicionamiento en el verde. Juan Manuel Vargas avisaría al Madrid a los tres minutos en una acción fugaz por el costado zurdo. El asedio local en los albores de la contienda fue algo visto a cuentagotas este curso en el sevillano barrio de Heliópolis.

Pasados los cinco primeros minutos de juego llegaría el tanto bético. Rubén Castro se planta delante de Keylor Navas para ejecutar una definición angulada que repele el meta costaricense. En el rechazo, Fabián le gana la tostada a Pepe y sirve un esférico botando a Cejudo para que el de Puente Genil empale una sensacional volea que se cuela en el fondo de las mallas. Enloquecía el coliseo verdiblanco. Ruge sin cesar.

Desde entonces, los de Merino renunciaron a la posesión y se calzaron el mono de trabajo defensivo. El técnico galo, por contra, ni se inmutó. Benzema fue el primero de los madridistas en en probar fortuna. Antonio Adán, sobrio durante todo el partido, blocó sin problemas.

James y Cristiano Ronaldo a la media hora confirmaban el dominio madrileño en el Villamarín. De especial mención el error del luso. Solo delante de la portería yerra con estrépito. Un definición impropia para un jugador acostumbrado a perforar con facilidad.

Cristiano estuvo errático

A balón parado las intentonas también se sucedían. Un saque de esquina botado por Modric sería cabeceado por el zaguero directamente fuera. Entró como Pedro por su casa en área bética. En la recta final del primer acto el Real Madrid reclamaría un posible penalti de Petros a Benzema en una jugada de ataque larga. Martínez Munuera hizo caso omiso a las protestas que llegaban a sus oídos.

Acoso con premio... escaso

Con el 1-0 campando en el marcador, Zizou gesticulaba con coherencia durante toda la segunda parte. Algunos futbolistas blancos dieron sensación de apatía. Un quiero y no puedo. Mientras el Betis resistía con pericia al acoso y derribo planteado por los de Chamartín.

Un inoperante Cristiano Ronaldo no tendría su noche. A asistencia de Kroos, tampoco con la cabeza conseguiría batir a su excompañero Adán. James y sus continuadas combinaciones con Benzema se topaban una y otra vez con la defensa del Real Betis, Desconocida, Gran rendimiento de todos sus hombres.

A 20 minutos para la conclusión una triangulación exquisita entre Kroos y James por fin derribaba el muro local. Un pase lejano de Carvajal, que suplió a Danilo, lo controló el alemán para combinar con James. El ex del Mónaco sirve un pase de la muerte a Benzema que no perdona. Era el empate. La rapidez de la acción pilló por sorpresa a la defensa heliopolitana.

No se vino abajo el Betis y Adán se erigió como uno de los mejores de su equipo. Las sacó de todos los colores. Por abajo, por arriba, a bocajarro... La más clara y decisiva se la hizo a Benzema en área pequeña. 

En los instantes finales, con el partido roto, Ronaldo, desquiciado, lo intentó en acción solitaria. La única oportunidad del Betis en el segundo periodo la ponía Rubén Castro. Contragolpe de manual que el canario no logró encontrar la diana. Iba solo y sacó demasiasa tajada de la oportunidad. Se acabó el tiempo.

Empate del Madrid en el primer partido de Zidane lejos del Bernabéu. La Liga avanza sin los blancos. Varapalo intacto y semana por delante para replantear conceptos. El Betis de Merino sigue creciendo y reclama su continuidad hasta final de temporada.