Síntomas de mejora en el Real Betis Balompié. Tras el tropiezo en Anoeta de nuevo los fantasmas volvían a aparecer por Heliópolis pero  contra el Valencia no fue así. Se enfrentaban dos equipos necesitados de puntos y también de buenas sensaciones, lo que nos animaba a ver un partido de mucho nerviosismo. Los dos conjuntos salieron al terreno de juego con mucho respeto al rival, se abusaba del pelotazo y la pelota no rodaba por el césped, el balón quemaba a los jugadores en sus botas por lo que los primeros tramos del partido fueron bastante aburridos. Apenas había ocasiones, era una guerra continua en el centro del campo en el que nadie era el dominador y en el  que los centrales solo sabían dar balones largos al área.

La primera ocasión algo clara en el encuentro fue tras un disparo de André Gomes que se marchó desviado por poco, hasta entonces el Valencia no intimidó a un Betis que tampoco estaba cuajando un buen partido. El equipo de Mestalla no parecía tener orgullo tras la sonrojante derrota en Copa del Rey, apenas mordía a un Betis  que poco a poco se estaba aprovechando de la inestabilidad y debilidad del conjunto dirigido por Gary Neville. La primera ocasión del Betis en el primer tiempo estuvo en las botas de Musonda que tras una jugada personal disparó a portería sin mucha precisión. Sin duda el belga fue el mejor del Real Betis en todo el encuentro, provocando ocasiones y multitud de amarillas a los rivales. La ocasión más clara de la escuadra bética estuvo en las botas del delantero holandés, Ricky Van Wolfswinkel, mando al muñeco su disparo cuando tenía toda la portería para él.

En el segundo tiempo el Betis salió con mejor disposición al partido y buscando el gol desde el primer minuto, aunque fue Negredo el que logró  asustar con un disparo que se marchó fuera de la portería de Adán.  Corría el minuto 4 cuando volvió a aparecer el de siempre, el delantero canario empujo a la red un balón que le puso  Van Wolfswinkel en el corazón del área pequeña. El Benito Villamarín estallo en júbilo con el gol de Rubén Castro, que tras romper su mala racha en Anoeta ya lleva 10 goles en este curso. Tras este gol llegó el momento más clave del partido, el conjunto che reaccionó pronto y montó una gran jugada en la que Vargas sacó el balón bajo palos, el lateral peruano fue imprescindible para que el partido no se volviera loco en esos momentos y diera algo de calma al encuentro.

El Real Betis no supo calmar el partido por lo que se convirtió en un correcalles que  no le convenía. Esto para Musonda era perfecto ya que el partido con espacios y con su velocidad era todo un regalo y provocó en una de sus muchas internadas por banda la expulsión de Gayá. A pesar de que el conjunto valenciano estuvo con uno menos el Betis no se hizo dueño del partido y sufrió hasta el último minuto. Un gol anulado a Jorge Molina y otro a Mustafi en posiciones bastante dudosas dejaron ver el papel del árbitro en el encuentro, Sánchez Martínez no estuvo a la altura y se vio sobrepasado en el partido por momentos. El  Valencia en los últimos minutos sin nada que perder se volcó, Rodrigo tuvo en sus botas del empate pero Adán estuvo providencial para atajar su chut y dejar los 3 puntos en feudo verdiblanco.

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