El Real Betis se ha librado. Lo ha hecho por pegada y porque bajos los palos tiene a un portero que, en fechas de carnavales, se ha disfrazado de Santo. El Deportivo Coruña fue mejor, quiso ganar desde el primer momento y solo la falta de acierto se lo impidió. A balón parado, Álex Bergantiños adelantaba a los gallegos con un buen cabezazo. Los de Juan Merino levantaron la cabeza, reaccionando bien. Musonda sigue firme en su progresión y ya sabe hasta marcar. Vargas, pura potencia en la pierna izquierda, remontaba. Ya en la segunda parte, Fajr igualaba el partido. Los blanquiazules insistieron pero están abonados a las tablas. Los verdiblancos, fiel a la vida, lo están a sufrir. Esta vez, salió vivo.

Por delante de cabeza

Juan Merino sabía que no iba a ser fácil, porque esto es Primera División y enfrente había un equipo que solo ha caído cuatro veces este año. Y es hasta normal viendo cómo compite el equipo de Víctor. La idea estaba en seguir sumando, en hacer buena la victoria ante el Valencia. Así fue, a pesar de cómo arrancó la película. Con el cuarto de hora cumplido, Álex Bergantiños se adelantaba a N'Diaye para rematar libre de marca a las redes de Adán. Lucas Pérez la puso desde la esquina. Estrategia se llama la palabra. 1-0.

Una promesa casi real

Parecía que el panorama se ponía feo, pero ni mucho menos fue así. Porque el Real Betis reaccionó como un equipo. Vargas, en una buena internada por la banda, ponía un centro medido a la cabeza de Musonda. Este chavalín vale un potosí. El cabezazo del belga fue tan colocado que Lux no pudo evitarlo. Era el 1-1. Comenzaba el encuentro nuevamente en La Coruña.

El 'Dépor' no se iba a venir abajo tras el empate andaluz e insistía con una enorme presión en la zona de ataque. Tanto es así que estuvo cerca de ponerse por delante en jugadas que culminaban, aunque sin acierto, Luis Alberto o Cani. El problema para unos o la solución para otros estaba en Adán, que sacaba todo lo sacable. 

La locura del 'loco'

Qué curioso es este deporte que no quien más hace gana. Eso pasó en el primer tiempo, cuando el Real Betis logró el 1-2. Cerca del descanso, Vargas ejecutaba a la perfección una falta que se buscó Rubén Castro. Cañonazo del peruano imposible para Lux o para Súperman, porque eso no había persona que lo parara. Alegría en el banquillo bético, que estaba venciendo sin convencer en exceso. Más vale eso que viceversa. Primer tanto también del lateral izquierdo en Liga BBVA, al igual que Musonda. La diferencia es que Juan ya marcó en Copa del Rey ante el Sporting de Gijón, pues lo de estrenarse está en entredicho.

Enemigo Nº1

El segundo tiempo, por su parte, arrancaba con la misma sintonía. Los gallegos querían pero no podían, hasta que Fajr sí pudo. Gran internada por el costado izquierdo, donde no estaba Kadir para hacer la cobertura. Lucas Pérez prolongaba el servicio para que el jugador marroquí, que ya 'mojó' también en Heliópolis, lograra el 2-2. El Real Betis sabía que el vendabal blanquiazul era inevitable, pero buscaba el contragolpe para asustar al cuadro de Víctor. El Estadio Municipal de Riazor comenzaba a creer. Si es que alguna vez dejó de hacerlo.

Los dos equipos tuvieron las suyas, más los locales que los visitantes. Primero fue Kadir quien avisó tras una combinación entre Rubén Castro y Van Wolfswinkel. El holandés, un poco desaparecido en Galicia, cedía para que el extremo mandara la pelota arriba con pierna izquierda. El 'Dépor' estuvo a punto de remontar el marcador gracias a una jugada que tuvo que evitar Vargas bajo los palos, como el domingo pasado ante el Valencia. Adán ya estaba completamente batido.

Seguía la misma tónica del choque. Dominio local, llegada local, contragolpe visitante. Lucas Pérez, el de casi siempre, tuvo el tercer tanto gallego en sus botas. Salió como una exhalación para encarar a Adán, que volvía a salvar los muebles a su equipo. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Cualquier portero podría pensar eso ante tal asedio.

Al final, el reparto de puntos se pudo quedar en nada porque los dos conjuntos tuvieron dos claras. El Real Betis, por mediación de Rubén Castro. El canario lanzaba pillando a contrapié a Lux, aunque la pelota se marchaba ligeramente desviada. El cuadro de Víctor también tuvo una última gracias a Oriol Riera, que salió en el segundo acto. El cabezazo del ex-jugador de Osasuna era enviado por Adán a saque de esquina. Poco más pasó porque no había más tiempo. Eso es lo que le faltó, aparte de la pegada, al cuadro coruñés. Los de Juan Merino, en La Coruña, salieron vivos. Y menos mal.