El Real Betis pecó de novato en otro de los duelos directos que tenía señalado en rojo en el calendario. Con algo más de 35.000 aficionados concregados en la grada, el equipo de Merino presentó la novedad de Jorge Molina acompañando a Rubén Castro arriba, Ceballos en la medular y Molinero sustituyendo al lesionado Martín Montoya.

En el Rayo, el protagonista fue Manucho, el cual revolucionó las aspiraciones madrileñas entrando tras la reanudación. La frialdad que envolvía Sevilla se trasladó a la parroquia local y eso que el arranque verdiblanco se antojó como el mejor de lo que llevamos de temporada.

El primer avisa correría a cargo de la escuadra rayada. Miku, en instancia inicial y Adrián Embarba a continuación estrellando el balón en el larguero. Roto el hielo, el Real Betis se echó hacia delante con el aliento de los suyos y las aproximaciones peligrosas no tardaron en aparecer. A cuarto de hora, una buena internada por la derecha de Molinero propicia el tanto bético. Centro de el de Ontígola al área y allí aparece Rubén Castro para cabecear al interior de la portería.

Ahí no quedaría la cosa. Volcado jugada tras jugada y con las filas de Paco Jémez arrinconada, aterriza el segundo gol del máximo goleador de la historia heliopolitana. Córner botado por Vargas; Molina peina en el primer palo y el segundo, de nuevo, el canario hace acto de presencia para volver a perforar la portería vallecana.

Antes del descanso, aún la renta pudo ser mayor si una contra conducida por Joaquín y finalizada por él mismo hubiese encontrado portería. Cruzó el disparo en exceso. Jorge Molina habilitó la ocasión con una movilidad sublime entre los zagueros vallecanos.

Y una vez más, el del Puerto de Santa María tendría en sus botas el gol. Falta lanzada con maestría y Juan Carlos olió el rastro. En el rechazo, Molina, de semivolea la manda por encima del travesaño.

Manucho al rescate

Cuando todo parecía perdido, la cabeza pensante de Paco Jémez decidió. Tras el descanso salió con defensa de tres y sustituyó al tocado Miku por Manucho. El ex red devil se merendó a la tibia defensa verdiblanca en cinco minutos.

Con los hinchas terminando el bocadillo, el angoleño hacía de boya en el área y de cabeza,  alojaba el esférico en el marco custodiado por Adán por partida doble. Se le iba la renta de dos goles al Betis en un suspiro.

El partido volvía a empezar y el equipo palmerino acusó mentalmente el empate. Merino hizo debutar Damiao, el cual demostró estar fuera de forma. El Rayo era consciente que de acelerar arribaría más peligro. Una contra lanzada por Bebé la culmina Embarba en banda izquierda tras dejar pasar el cuero Manucho. El latigazo del interior madrileño se pierde en el lateral de la red.

El último cuarto de hora se animó para los intereses locales. Con más corazón que cabeza, estiró líneas pero la defensa visitante mantuvo a rajatabla las arrimadas de Castro, Damiao, Ceballos y compañía. El Rayo contemporizaba y el partido finalizó con un disparo al larguero de Dani Ceballos en tiempo de prolongación. Segundo empate consecutivo en casa ante un rival directo. El Betis estará en la pomada hasta final de temporada. Próximo jueves, jornada intersemanal. Espera el RCD Espanyol.

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