Cuando no compites, lo normal es que pierdas. El Real Betis no lo hizo este domingo en Bilbao, donde se encontró con la realidad de la Primera División. Un contundente 3-1 para romper una racha positiva que empezó con Juan Merino. Sin paliativos fue la derrota del equipo verdiblanco ante el Athletic Club, que se mostró superior desde principio a fin. Sabin Merino, rondando la media hora, adelantaba a los 'leones'. Mikel Rico hacía el segundo antes del descanso, para que el propio Sabin Merino hiciera el tercero en la reanudación. Rubén Castro tuvo el honor de 'maquillar' el marcador, que no la imagen de un equipo que casi ni se presentó en el País Vasco. Del sur al norte para volver a mirar abajo.

El césped tampoco ayudó a hacer un fútbol brillante, porque allí arriba llueve casi siempre. Ya se pudo comprobar el jueves en el choque ante el Valencia que el Estadio San Mamés no presentaría su mejor 'alfombra'. El caso es que ni eso le sirve de excusa al Real Betis. Porque desde el primer minuto ya se vio que el Athletic Club quería seguir soñando con la cuarta plaza. Más intensidad, más ganas, más llegadas, más todo. Este domingo, Juan Merino dejaba a Montoya en el lateral zurdo, a pierna cambiada. Cabe recordar que Vargas estaba sancionado. En el ataque, dos delanteros. Los de los últimos años. Los de casi siempre.

Hay veces que es complicado entender este deporte. Los 'leones' dominaban el choque, mostrándose claramente superiores a su rival. Es verdad que todavía no lo plasmaban en el marcador. Lo curioso es que fue el Real Betis quien tuvo cerca adelantarse en el luminoso. Pase interior de Petros que Rubén Castro, de primeras, mandaba alto. Clara. Seguramente, la mejor ocasión del equipo visitante en el encuentro. Hubiera sido injusto, las cosas como son, que ese balón hubiese entrado.

Sabin Merino disfrazado de Aduriz

Fue superada la media hora de partido cuando llegó el 1-0. Enorme pase de San José para el desmarque de Sabin Merino, que ganaba las espaldas a Pezzella para batir a Adán con pierna derecha. Los de Ernesto Valverde ganaban con justicia cuando, seguramente, menos ideas tenían. Se esperaba más de Joaquín o Musonda, marcados en todo momento por Bóveda o Lekue. Esa fijación a los extremos verdiblancos ha sido una de las claves para explicar las pocas apariciones en ataque del Real Betis.

Otra vez, Mikel Rico

La primera parte estaba siendo mala, pero el marcador era corto. Los sevillanos ya pensaban en sus opciones de seguir sumando en medio de esta dinámica positiva de resultados. Esas ilusiones se esfumaron prácticamente con el 2-0 de Mikel Rico. El ex-jugador del Granada batía con pierna izquierda a Adán tras encontrar un rechace que pudo ser penalti de Molinero. Jaime Latre dejó la ley de la ventaja, pues la pelota caía al centrocampista del Athletic Club. Su chut tocó en el palo pero acabó dentro. Es lo que tiene estar enrachado. 

La 'guinda' a su pastel

Si había algo de ilusión por 'rascar' puntos en Bilbao, Sabin Merino acabó con las esperanzas de los de verdiblanco. El '25' aprovechaba un rechazo de Adán en el duro disparo desde fuera del área de Mikel Rico para colocar el 3-0. No había fuera de juego. El Estadio San Mamés ya festejaba la goleada de los suyos, las buenas sensaciones ofrecidas. La mente, en los locales, empezaba a pensar ya en el próximo jueves. La UEFA Europa League esperaba al cuadro de Ernesto Valverde porque este compromiso estaba solventado. 

Pudo ser peor el 'cuento' para los béticos si Muniain aprovechara el gran pase de Aduriz. Aritz, suplente este domingo, ganaba la partida con su enorme potencia a Bruno y se la dejaba en bandeja a Iker, que disparaba manso a las manos de Adán. Disfrutaba la afición rojiblanca con el gran encuentro de los suyos. No era para menos.

El partido estaba empezando a llegar a su final con todo decidido. El Athletic Club había dado un paso atrás con la victoria en el 'bolsillo', mientras que el Real Betis se hacía con la pelota sin generar excesivo peligro. Se podría decir que unos podían pero no querían y los otros querían pero no podían. La falta de ideas en el equipo de Juan Merino, durante la mayor parte del choque, ha sido evidente. Nunca se encontró cómodo, en gran medida por la buena actuación de los de Ernesto Valverde.

Él nunca falla

La más clara del Real Betis, más aún que la del primer tiempo, la volvió a tener el delantero canario. 'RC24', tras un gran pase de Joaquín, se quedaba solo ante Iraizoz al que conseguía batir. El problema es que la portería está formada por tres palos y la pelota tocó en uno de ellos. Acto seguido, en el saque de esquina, la suerte sí estuvo de parte de Rubén Castro. El ariete cabeceaba solo para hacer el definitivo 3-1. 'Maquillar' el resultado no era suficiente en un equipo que no compitió casi nunca en Bilbao. De Sevilla al País Vasco. Y es que ya lo decía Juan Merino, que con el susto mejor mirar allí abajo.