No fue un buen día, pero acabó siendo determinante. En un mal partido, el Real Betis consiguió una victoria fundamental que le acerca a la permanencia, virtualmente conseguida. Cómo no, fue Rubén Castro quien anotó el gol de la victoria ante un Levante que no mereció tanto castigo, pero que cada vez tiene más cerca su descenso a Segunda División.

El Levante salió de inicio con: Mariño, Navarro, Simao, Camarasa, Lerma, Juanfran, Medjani, Casadesús, Pedro López, Rossi y Verdú.

Por su parte, Juan Merino alineó de inicio a: Adán, Molinero, Montoya, Bruno, Joaquín, Musonda, Dani Ceballos, N'Diaye, Molina, Pezzella y Rubén Castro.

El partido fue espeso. El Betis pareció salir decidido, pero poco a poco el Levante fue igualado el encuentro y llegando con peligro al área de Adán.

Los minutos pasaban y las ocasiones no llegaban. La afición empezaba a impacientarse mientras el equipo levantinista seguía inquietando los dominios del área verdiblanca.

El panorama no cambió demasiado tras el descanso y los ánimos empezaron a caldearse. Las ocasiones brillaban por su ausencia y el público, mientras, empezaba a tomarla con los jugadores. Ni Joaquín se libró de los pitos.

Agonizaba el encuentro cuando apareció, cómo no, Rubén Castro. El canario, que siempre está donde hay que estar, cazó un balón en el área y anotó un tanto que bien vale para certificar una permanencia.

Una vez más, el gol de Rubén valió los tres puntos. El Betis respita, el Levante se ahoga en el abismo.

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