Por su parte, el Sevilla jugó su partido. Le costó aclimatarse a los de Emery, pero apenas que se metieron en el partido el talento y calidad de Banega y Gameiro tumbó a la presión del Betis, que mermado por el alto calor, tuvo que bajar su intensidad. Imperial el Sevilla en el juego aéreo, en cada balón parado creaba peligro los rojiblancos, que no estuvieron acertados de cara al gol en estas jugadas. El equipo de Merino era incapaz de neutralizar a Krychowiak en cada balón parado, el polaco llegó a meter un gol inválido en fuera de juego.
El Real Betis entró muy enchufado al partido
Gran comienzo de partido para los de Merino que salieron enchufados al Sánchez Pizjuan, manteniendo una presión asfixiante que hacía desaparecer a los jugadores de talento del Sevilla. El Real Betis fue el dueño del partido en los primeros compases. Dueño y señor de la pelota, atacaba con un ritmo frenético que en numerosas ocasiones le hizo perder el balón. Los primeros 20 minutos fueron verdiblancos. El equipo de Emery no encontraba la manera de evadir la presión verdiblanca. Ni Banega ni Gameiro lograban contactar con el balón. Cabe destacar la gran actuación de Velasco Carballo, que lejos de achantarse en algunas ocasiones, se imponía entre los jugadores. Por ejemplo, no le tembló la mano para echarle amarilla a Musonda tras fingir un penalti y protestas la acción en el minuto 12.
En estos 20 minutos de júbilo verdiblanco, el Betis no obtuvo ninguna recompensa ya que no remató a portería en ninguna ocasión. Es más, los de Merino se irían al descanso sin haber probado a Sergio Rico. El Real Betis salió con una actitud ganadora, imprimiendo una intensidad y un ritmo frenético a su juego, sin embargo, este aluvión de energía le pasaría factura después, donde el Betis sufrió un bajón físico que el Sevilla aprovechó para dar rienda suelta a su juego y para que su talento saliera al terreno de juego. A partid del minuto 20, la balanza se puso a favor de los de Emery.
A partir del minuto 20, la balanza cambio a favor del Sevilla
Numerosas fueron las llegadas del Sevilla después de este tramo donde el Betis dominó. En el minuto 18, Gameiro y Banega combinaron a la perfección por la banda izquierda y provocaron que el argentino se introdujera en el área, se hizo un lío y el balón llegó a Gameiro. El francés la puso al segundo palo y Mariano remató arriba completamente solo. Era la primera de muchas, Banega irrumpió en el partido y los rojiblancos empezaron a dominar el partido. Gran trabajo de sus laterales, Escudero y Mariano, convertidos en extremos. El Sevilla se sentía cómodo haciendo su juego y el Betis sufría en cada balón parado que tenía que defender.
El mejor de esta primera parte en el conjunto bético fue Petros. El brasileño no paró de protestar y de ordenar al equipo en cada momento. Formó una gran pareja con N’Diaye y ambos aguantaron las embestidas sevillistas con una gran solvencia. En defensa el equipo de Merino estaba bien, pero el Sevilla hilaba jugadas con una gran facilidad. Esa alta presión se esfumó y se le permitió al Sevilla sacar el balón desde atrás con mucha comodidad. Como he dicho antes, al tener prácticamente a Mariano y a Escudero como extremos, era muy fácil crear superioridad en las bandas.
El Sevilla se mostró superior en el balón parado
El balón parado podría haber sido determinante si los jugadores del Sevilla hubieran estado más acertados. Mariano, Banega, Krychowiak fallaron en jugadas a balón parado donde prácticamente remataron solos. Inexplicable la ineficacia para defender acciones a balón parado por parte del Betis e increíble la facilidad de hacer válidas las estrategias por parte de Emery. Gameiro demostró en varias ocasiones que es uno de los delanteros más en forma de la Liga junto con Rubén Castro. En el minuto 30 ganó línea de fondo gracias a su velocidad y potencia pero Pezzella en el último suspiro le gana el balón. El rechace lo recoge Konoplyanka, que de manera inexplicable falla el remate a portería que se va a la banda.
Krychowiak, Banega, Mariano fueron algunos de los que fueron superiores por arriba
De aquí al final del partido el guion fue el mismo. Aunque el Sevilla también bajó su intensidad en el juego, el dominio en el partido seguía del lado sevillista, que con la posesión del balón dormía el partido combinando cada vez con menos peligro. Nada de peligro hasta el descanso. Velasco Carballo no añadió ni un segundo y ambos equipos enfilaron el túnel de vestuarios. Emery tenía que arengar a los suyos para que materializaran alguna ocasión y por otra parte, Merino debía alertar a los suyos del peligro de los rojiblancos a balón parado, aparte de buscar alguna manera de hacer continúa esa presión que tan buenos frutos dio al principio del partido.
En la segunda, el ritmo de los de Merino bajó
Los verdiblancos salieron a por todas en la segunda mitad. De nuevo, se vio a un Betis intenso que lograba darle problemas al Sevilla, sobre todo gracias a la gran defensa que nublaba las ideas del equipo de Emery. La segunda parte cogió una alta temperatura tras varias trifulcas que provocaron tanganas y discusiones entre ambos equipos. Ya en el minuto 5, tras un choque entre Adán y Reyes se sucedieron las discusiones.
Llegaba el Betis en este comienzo de la segunda parte. Creaba sus primeras ocasiones en este partido. En el minuto 9 Cejudo recoge el rechace de un córner en la frontal del área y pega un chut que desvía Westermann y casi sorprende a Sergio Rico. Primeras ocasiones del equipo de Merino que volvía a dominar al partido, volvía a hacer méritos en ataque. Sin embargo, este empujón de los verdiblancos provocó la reacción rojiblanca. El Sevilla empezó a carburar y a imponer su fútbol. Cada ocasión de balón parado, el Sevilla creaba peligro. Krychowiak volvió a fallar de cabeza tras un córner y se arrepentía con una cara de sorpresa.
Gameiro dictó sentencia en el minuto 21
El Betis fue desapareciendo, y aunque Cejudo, que entró por Musonda, le dio otro aire al equipo y refrescó al juego, la dinámica no lograba tornarse a favor de los verdiblancos. El calor y la bajada en el ritmo de partido provocó que fueran apareciendo espacios. Dichos espacios fueron aprovechados por el Sevilla, que cuando el partido estaba en una fase de ida y vuelta, N’Zonzi como extremo en la banda izquierda pone un centro en el área que remata solo Gameiro al fondo de la red. Era el minuto 21 y todavía quedaba mucho partido por delante. Sin embargo, el Real Betis notó este gol y decayó en su ánimo.
Volvió a introducir un cambio Merino metiendo a Ricky pero la participación de éste sería prácticamente nula. El holandés no apareció en el partido y no intervino en el devenir del juego. Por otro lado, el Sevilla seguía a lo suyo, teniendo la posesión del balón y moviendo el juego de un lado al otro, buscando crear superioridad en cada banda. En el minuto 30, le anularon un gol tras una falta que remató Krychowiak en fuera de juego muy justo.
Adán no pudo hacer anda en el disparo de Coke
Sin dar lugar para despistarse, los rojiblancos siguieron con su aluvión de fútbol y tras una jugada de peligro donde Adán tuvo que sacar la pelota prácticamente de la línea de gol, el balón le llega a Coke en el borde del área. El sevillista que había entrado recientemente pega un chut potente que nadie desvía y entra directo al fondo de la red. Golazo de Coke que ponía el 2-0 en el luminoso y tan solo quedaban 10 minutos. La balanza del partido cada vez se inclinaba más a favor de los locales que fueron muy superiores en el juego.
Después de este gol, los de Emery se calmaron y Merino volvió a hace un cambio, introdujo a Fabián en el terreno de juego donde dio varias muestras de la calidad que posee el canterano. El Betis en el tramo final del partido tiró de amor propio y tuvo varias ocasiones para conseguir un gol. Rubén Castro tuvo en el 39 la suya tras un gran pase al hueco que le deja solo, pero el canario golpea fuerte al lateral de la red. Una ocasión de oro errada por el que nunca falla. Así llegamos al final del partido, tres puntos para los sevillistas que se ven más cerca de los puestos de Europa, por otra parte, el Betis seguirá con los mismos puntos y con el orgullo herido, ya que en esta temporada no ha logrado ganar al eterno rival en ninguna ocasión. Tres derrotas y un empate son el balance de una mala temporada para los verdiblancos que deben preparar la temporada que viene con más ahínco y buscar una dinámica de juego que se adapte a sus jugadores.