Un aluvión de fútbol e intensidad le bastó al Eibar para finiquitar el partido prácticamente a los 20 minutos. Un gran Keko, incisivo por la banda, le sacó los colores a una zaga bética con muchas bajas. Una defensa improvisada por Pepe Mel donde Jordi y Pezzella se colocaban como centrales, Molinero y Vargas en sus respectivos laterales. La intensidad y la garra marcó la diferencia en estos primeros compases donde Keko habilitó a Capa, que batió a Adán a los dos minutos. Más tarde, en el minuto 18, el propio Keko superaría a Adán y colocaría el 0-2 en el marcador. A partir de este momento, el partido se enfrió y el Eibar levantó el pie del acelerador.

Los de Mendilibar dieron una lección de fútbol durante todo el encuentro

Encajar dos goles nada más arrancar el partido condiciona el resto del partido, y esto fue lo que le pasó a los de Pepe Mel. Después de los dos goles, los verdiblancos intentaron resurgirse y meterse en el partido, pero el estado anímico de uno y otro equipo marcaba la diferencia. Aún más, cuando Rubén Castro, que tuvo ocasiones para meter a su equipo en el partido, se topaba una y otra vez con Riesgo. El meta armero tuvo su día y fue un muro infranqueable para los de Mel. El Real Betis carecía de jugadores de desborde en el campo, tan solo un pitado Ceballos ofrecía algo diferente en el terreno de juego. Faltaban Joaquín y Cejudo, que eran bajas para este partido.

En la segunda parte el Eibar seguía relajado con una diferencia cada vez más determinante. El Real Betis se seguía topando con Riesgo. Hasta que los de Mendilibar decidieron de nuevo pisar el acelerador y lubricar su mejor resultado hasta ahora en Primera División. En el minuto 70, Adrián superó a Antonio Adán y ya en el 81 Borja Bastón colocaría el definitivo 0-4 en el luminoso del Villamarín. Ni los grandes han tenido tardes tan placenteras en el reino verdiblanco. Todos han sufrido la intensidad bética. Sin embargo, el Betis de Pepe Mel estaba llegando a su fin y lo supo aprovechar bastante bien Mendilibar, que se marchó de Sevilla escalando posiciones en la tabla.

Un jugador del Eibar se dispone a realizar un disparo // FOTO: MªJosé Segovia (Vavel)
Un jugador del Eibar se dispone a realizar un disparo // FOTO: MªJosé Segovia (Vavel)

A punto de culminar la primera vuelta y con el 2016 recién entrado. El Eibar se situaba en la octava posición con 27 puntos tras este partido, convirtiéndose en la revelación de la primera vuelta y a punto de lograr los mismos puntos que en toda la temporada pasada (35). El Real Betis, con sus altibajos, se encontraba en la decimocuarta posición con 20 puntos, cada vez acercándose más a los puestos de descenso, que marcaba el Sporting con 15 puntos. El Real Betis estaba en caída libre y sin seguro después de este encuentro. Los verdiblancos terminarían esta primera vuelta cerca de los puestos de descenso.

Pepe Mel sería destituido tan solo una semana después

Días después, tras jugarse la siguiente jornada, Pepe Mel fue destituido, abandonó el Real Betis tras una primera vuelta con muchos altibajos y dejándolo en la zona baja de la tabla. Entonces entró en escena un entrenador gaditano, Juan Merino. Al principio entró como interino, en lo que la directiva buscaba otro técnico para salvar este barco que se hundía. Sin embargo, y como ya se sabe, Juan Merino ha sabido aprovechar las fortalezas del Real Betis, como los goles de Rubén Castro, la seguridad de N’Diaye, el coraje de sus jugadores y no ha dado por perdido ningún partido, ya sea en casa o fuera. Juan Merino ha garantizado la permanencia con antelación y el Real Betis vive unas últimas jornadas llenas de tranquilidad y a la espera de que su equipo ponga en práctica un buen fútbol, aparte de apelar al sentimiento e intensidad, que tantos partidos ha salvado a los verdiblancos.

El 11 de enero, Pepe Mel era destituido como técnico del Betis

El 11 de enero la directiva del Real Betis tomó la decisión de despedir a su técnico, Pepe Mel, que tantas alegrías ha dado a su afición y el culpable de los dos ascensos que ha realizado el Real Betis en estos últimos años. Este partido ante el Eibar ya calentó el ambiente entre la afición, que lo señalaba como el principal culpable y que comenzaba a pitarle. Este 0-4 dolió mucho a una afición acostumbrada a que su equipo dé la cara en todos los partidos en casa, que compita y que haga del Benito Villamarin la peor pesadilla para cualquier equipo.

Los de Merino tienen la oportunidad este domingo de vengarse

El domingo, 8 de abril, a las 17:00 el Real Betis tiene la oportunidad de devolverle el golpe a los de Mendilibar en su propio campo. La afición bética se lo agradecería, porque no olvidan esa noche trágica que envolvió al Villamarín. Con todo decidido para los dos equipos, ya que está confirmada su continuidad en Primera División, solo queda el recuerdo de este partido, y la sed de venganza. Además el Real Betis llega dolido: el Sevilla les venció en el derbi sevillano, y el Barcelona dio un paso más para conseguir el título de Liga en el Villamarín, en un partido envuelto en una gran polémica donde el principal perjudicado fue el equipo de Merino.

Rubén Castro se volverá a encontrar con el que le fastidió aquella tarde, Asier Riesgo. Adán, con los que se la amargaron, Keko y Borja Bastón. Demasiados indicios que vienen a decir que este partido no es un mero trámite, que no se trata de esperar a que acabe la Liga, sino que hay una historia detrás de cada partido. El orgullo en el fútbol es lo más sagrado y al Real Betis se lo arrebataron aquel 4 de enero. Mañana los de Merino tienen la oportunidad de regresar con un saco de orgullo en las espaldas si consiguen la victoria en Ipurúa. El entrenador gaditano debe transmitir este sentimiento, estas ganas de venganza.