No será un domingo cualquiera. La Liga está a punto de echar el telón, con asuntos por resolver tanto por arriba como por abajo. El segundo punto le incumbe al Real Betis, que volará hasta el Estadio Municipal de Ipurúa con la intención de sacar el punto definitivo que haga de una permanencia virtual algo matemático, real. Para ello, solo con empatar ante el Eibar le bastaría. Las opciones de descenso son muy remotas, casi ínfimas, pero existen. Y eso, desde la planta noble de Heliópolis, supone un problema. El pasado ya lo ha hecho ver. 

Y menos mal que visitar campos este año se ha dado bien, porque el cuadro de Juan Merino ha demostrado que en casa sufre barbaridades para sacar sus partidos adelante. Solo el Deportivo Coruña ha sacado menos puntos en su feudo que el Real Betis, ejemplo de que el equipo verdiblanco no asume bien la presión de ver una grada llena. Tendría que ser al contrario, pero no lo es. Su suerte es que cuando coge el avión siente una motivación mayor, gana confianza y la traslada al terreno de juego. Si solo contaran los encuentros de casa, la Liga Adelante sería el destino andaluz.

La clasificación, que es la que manda, dice que los de las 'Trece Barras' son un conjunto peligroso a domicilio. Es el séptimo mejor equipo de la Liga BBVA fuera de casa, una posición que daría acceso a Europa. Con haber hecho del Estadio Benito Villamarín un feudo complicado para el adversario, el Real Betis estaría pensando en otras cosas a estas alturas de la campaña. Ha sacado hasta 20 puntos lejos de Heliópolis, superado únicamente por los seis equipos que volarán por el continente la próxima temporada. El sobrante es el Sevilla, ya conocidos sus problemas para ganar fuera. La cara y la cruz al mismo tiempo de dos vecinos contrapuestos en todo.

A pesar de los buenos resultados cosechados en otros campos, el Real Betis lleva una racha negativa en los últimos cuatro partidos. Porque solamente ha logrado sacar un punto de los 12 disputados. Es verdad, todo hay que decirlo, que ha visitado feudos tan difíciles como Bilbao, Madrid, Vigo o Nervión. Las opciones, evidentemente, se reducen. El último triunfo fuera de casa data de principios de marzo, en una contundente goleada por 0-3 ante el Espanyol. El mejor partido de la temporada.

El balance siendo visitante no es tan positivo como parece. Ha ganado cinco partidos, empatados los mismos y perdidos ocho. 20 puntos es el total conseguido fuera de casa, que podrían acabar en 23 si el Real Betis gana al Eibar este domingo. En cuanto a goles a favor o en contra, un -12 de golaverage general es el resultado final. 16 tantos a favor para 28 en contra. Si hubiera evitado goleadas ante Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid la cosa habría cambiado mucho. Competir es sagrado en este deporte.

Hablando de goleadas. Cabe recordar que el Eibar se dio un auténtico festín en el choque de ida, penúltimo de la primera vuelta. Ahí estaba Pepe Mel, ya destituido por segunda vez como entrenador verdiblanco. Un rotundo 0-4 fue el marcador de un encuentro sin historia, donde los verdiblancos se mostraron inferiores de principio a fin. Parece que la película de esta Jornada 37 será distinta, pero en esto del fútbol todo puede ocurrir. Será maravilloso viajar hasta Gipúzcoa. Eso cantará el Real Betis en el avión. Si confirma el objetivo, ya festejará la permanencia en el mismo.