Hay partidos ligueros que tienen más que los puntos en juego. Real Betis y 'Dépor' daban la bienvenida a un Heliópolis remodelado, ya sin Gol Sur durante esta campaña y con mucho por decir. Sí, es la Jornada 2 pero aquí ya se van cociendo las habichuelas. Especialmente, en los andaluces. El cuadro de Gustavo Poyet, cuestionado por la imagen del Camp Nou, sabía que esta cita tenía su importancia. Todo lo que no fuera sacar el encuentro adelante sería aumentar unas dudas iniciales que no deberían venir a cuento.

Salía con ganas el Real Betis. La actitud es lo primero. Sin estudiar es muy complicado aprobar los exámenes. En este deporte, si no corres seguramente pierdas. Los 'gigantes', como el Barça, te golean. Con la lección aprendida, sin un dominador claro, arrancaba el choque. Alguna que otra subida de Durmisi, más peligroso arriba que abajo, levantaban los primeros aplausos en la grada. El cuadro de Gaizka Garitano, que venía con el triunfo del pasado viernes y ya sin Lucas Pérez, tenía la idea clara. Los gallegos saben que en el Estadio Benito Villamarín tienen casi una segunda casa porque llevaban tiempo sin perder en la capital andaluza. En la acera de enfrente, que no en Nervión

El primer acercamiento verdiblanco llevaba el nombre de Petros. El brasileño, con más corazón que potencia, probaba a Lux que atajaba tras toccar en un compañero sin problemas. Mejor eso que nada. Acto seguido, Mandi era el protagonista pero en negativo pues tenía que ser atendido por unas molestias musculares. Lo del central argelino se quedaba en un susto.

Se venía el Real Betis arriba con un Joaquín participativo. El de El Puerto de Santa María lo intentaba por banda. Está más fino y se nota. Sanabria tenía la primera clara para los de 'Gus'. El ex-jugador del Sporting de Gijón disparaba algo forzado, marchándose la pelota a córner. Eso es lo que se pide. Actitud, ganas y voluntad. Con esos ingredientes el postre saldrá seguramente mejor. 

El Deportivo Coruña avisaba con un disparo lejano de Bruno Gama que se perdía por encima de la portería de Adán. A la lona. No había venido a Sevilla de paseo ni mucho menos. Los locales, con más ganas que juego e ideas, trataban de acercarse a la meta de Lux. Activos Sanabria o Joaquín y poco participativo Rubén Castro, aunque el rol de este es bastante diferente. Un poco de más 'huevos', en el buen sentido de la expresión y no precisamente para hacer una tortilla, pedía la grada.

Más que la conexión Rubén Castro-Sanabria lo más peligroso del Real Betis fue la del paraguayo con Joaquín. Tras una buena jugada personal del gaditano, el delantero mandaba la pelota arriba de la meta de Lux. Por la darle con la diestra cuando no tocaba y por centrar/chutar. Los gallegos respondían con un lanzamiento lejanísimo que se perdía por encima de la lona. A la arena de las obras. Juanfran era el más participativo en la banda derecha del 'Dépor', un ex que volvía a territorio hostil. 

A balón parado llegaba una de las últimas del primer tiempo. Tampoco es que tuviera muchas por no decir ninguna. El cabezazo libre de marca de Mandi era detenido por Lux sin problemas. Achuchaba, ahora sí, con ímpetu el cuadro de Gustavo Poyet. Fabián lanzaba desde media distancia pero la pelota se perdía tras tocar en un compañero a saque de puerta. Clos Gómez decía que hasta aquí habíamos llegado con intentonas locales. No había más tiempo, a la caseta.

Segunda parte: más de lo mismo

Ya en la segunda parte, sin cambios realizados, el cuadro de Gaizka Garitano comenzaba fino. Bruno Gama, ante la pasividad de la zaga verdiblanca, probaba suerte con un disparo que se perdía no por mucho. El '21' del equipo gallego tenía, acto seguido y nuevamente, una de las más claras para los suyos. Se quedaba una pelota suelta en la frontal que se perdía lamiendo el poste de la portería de Adán. Hay veces que aparece la suerte sin buscarla. La grada no está para ningún tipo de paciencias y ya se lo hizo ver a Gustavo Poyet. Más ganas, más actitud. Eso no se negocia. 

El equipo sevillano tenía en Joaquín su mejor 'arma'. No la más efectiva en la toma de decisiones pero sí la más interesante. Así pues, se animaba el Real Betis. Sanabria golpeaba con pierna izquierda pero no encontraba portería. Solo la lona. Muy bonita, por cierto. Musonda o Dani Ceballos calentaban en la banda buscando soluciones. Un partido de 0-0 que había que arreglarlo. La más notoria hasta el momento la tuvo Durmisi, con un par de quiebros marca de la casa con posterior intervención de Lux. El meta del Deportivo Coruña es un viejo rockero.

El Estadio Benito Villamarín entraba en júbilo reclamando una posible mano de Mosquera dentro del área. Voluntaria o involuntaria. Ahí está la cuestión. Llegaba el turno de los primeros cambios. Los visitantes retiraban a Guilherme dando entrada a Borges. Los locales, mientras tanto, esperaban. Todo con un parón para beber agua. Por qué ahora, ya de noche, y no antes, con menos calor. Pues no se sabe. El enfado de la parroquia era más porque se estaba frenando la progresión bética. Lógico. 34.546 valientes ante el bochorno sevillano.

Musonda ingresaba por Fabián y venía con ganas. Lanzamiento lejano de Charly que se perdía cerca de la meta de Lux. El choque empezaba a entrar en una recta peligrosa viendo la igualdad. Buscando el pleno de puntos y, de paso, seguir haciendo sangre en la herida, el Deportivo Coruña se lanzaba a por el triunfo. No con muchas ganas, todo hay que decirlo, pero sí con ilusión. Partido para contragolpes y dar el golpe. El Real Betis buscaba los córners. Y ni por esas llegaba el primero.

El equipo de Gustavo Poyet sabía que había que insistir. Vencer es lo primero. Y, si se puede, convencer. El ataque verdiblanco comenzaba a asediar. El cambio de Cejudo hizo poca gracia en la afición local, que ya no traga eso. Lo intentaba Durmisi por el costado pero el Deportivo Coruña no es nuevo en esta categoría. La última bala del uruguayo era Dani Ceballos, quizá demasiado tarde. El sacrificado era Piccini

El choque entraba en su recta final. El momento donde los errores se pagan bien caro. Más en el bando local viendo la necesidad de puntos. Cuando el corazón puede más que la cabeza los goles difícilmente llegan. Con el añadido de seis minutos, Dani Ceballos tenía la opción con un disparo forzado que Lux detenía sin problemas. Los de A Coruña pudieron incluso llevarse el triunfo en el descuento con una cabezazo que tocaba el lateral de la red. Sensaciones aún mejorables, muy mejorables.

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Sobre el autor
José Manuel Gelo
1995. Periodismo en la US. Socio del Real Betis Balompié. Lo difícil se consigue, lo imposible se intenta