Gustavo Poyet habló después del partido contra el Deportivo de la Coruña donde ambos equipos quedaron en empate a cero en sus marcadores,con este partido, el entrenador bético fue recibido en el Benito Villamarín que se abrió después de estar varios meses en obras y que aún continúan.

El míster quiso hacer una valoración del partido que disputó la plantilla verdiblanca ante un equipo gallego cuya defensa era infranqueable: "Hoy le pedimos a los chicos que había que salir muy fuerte. Teníamos que competir, jugar un partido muy abierto y tomar ciertos riesgos para tratar de ganar. Cuanto más avanzaba el partido más opciones de ganar íbamos a tener porque la gente se cansa y comete errores. Cuando tuvimos esas oportunidades no las metimos, es el gol lo que te cambia el sentimiento. Si metes el gol y juegas el mismo partido esto termina en fiesta y si no lo metes al final todo es un drama. La diferencia fue haber hecho ese gol en el momento justo en una de las opciones que tuvimos como la de Musonda que pasó atrás. Luego también hubo alguna decisión arbitral como algún fuera de juego o algún balón que pudo tocar en la mano dentro del área. Una decisión como la que le sirvió al Deportivo de La Coruña la semana pasada. Esas decisiones que a veces no sabemos bien si son o no. A veces te tocan y otras no, hoy no nos tocaron".

El Real Betis Balompié no se llevó el partido por muy poco, ya que los jugadores lo estuvieron intentando hasta el final, pero la suerte no estuvo a su lado, y la defensa gallega no lo puso para nada fácil: "Soy muy realista. La idea de fútbol que queremos lograr en el tiempo, ojalá en cinco años, es distinta a la que mostramos hoy. No se puede hacer todo en un día, hay necesidades y unas formas que hay que ser realistas y aceptar. Hoy hemos asumido riesgos que yo no los he asumido antes de esta manera por lo que significaba el momento y porque era lo mejor para encarar este partido. A partir de ahí hay que ganar. Lo que le puedo pedir a los futbolistas es que hagan lo que han hecho hoy, que metan la cara y compitan. Petros estuvo hoy fuera de serie. Habrá gente a la que no le guste como yo tampoco gustaba a todos cuando jugaba. En eso no se puede convencer a todo el mundo, lo que le pedimos hoy a los futbolistas de cara a dar todo, lo dieron. De cara a correr todo lo que pudieron, lo hicieron. Después si eso lo mezclas con un poco de calidad en un momento clave el partido es fantástico y si no pasa lo que pasó. Creo que hay un poco de nerviosismo innecesario, hay que tener tranquilidad. Esto es una carrera larga, una maratón. Esto no es un sprint, el año pasado en los primeros cien metros estábamos de forma increíble y luego vino el pánico y terminamos muertos al final de la maratón. Hay que tener calma".

La afición bética es la más fuerte de todas las que puede haber en el fútbol europeo, y es que si ven que tanto el entrenador como alguno de los jugadores lo está haciendo mal, van a pitar sin dudarlo, y esto se ha podido ver en otras ocasiones con otros entrenadores verdiblancos como lo fue Pepe Mel cuando no le iban bien las cosas con la plantilla,pero es que Gustavo Poyet ya lleva dos partidos muy malos y los aficionados no perdonaron este bajo nivel que está teniendo el club, a pesar de solo haber jugado dos partidos: "No los entiendo. Es una pregunta muy injusta a un entrenador que hoy tuvo su primer partido de local y al que se le está preguntando por la parte mala del partido o de la afición. Buscáis algo que no voy a dar".