En el año 1907, un grupo de estudiantes de preparatoria para medicina y carrera militar decidieron fundar un club de “foot-ball” en la ciudad de Sevilla. Lo hicieron y lo llamaron “Sevilla Balompié”. El término “balompié” viene del intento de aquellos jóvenes por usar el término anglicano que estaban usando algunos clubes españoles. Aunque se fundó con el nombre de Sevilla Balompié los primeros mese disputaba los partidos con el nombre de España Balompié. Su primer presidente fue Alfonso del Castillo Ochoa, y la primera sede del club se encontraba en la calle Alfonso XII.

Hasta el 1 de febrero no llegaría la inscripción oficial en el Gobierno Civil. El equipo pronto se dio a conocer ganando la primer edición de la Copa de Sevilla, algo que repitió en los años 1911, 1912 y 1915. Debido a ello, participó en la primera edición de la Copa de Andalucía, y, además, fue invitado a la Copa de España.

El Betis Foot-ball Club aparece en la escisión del Sevilla Balompié. Eladio García de la Borbolla abandonó el “Balompié”. En 1914 el “Balompié” volvió a proclamarse Campeón de Sevilla, e inició los trámites de unión al Betis Foot-ball Club. Tras esta reorganización, el rey Alfonso XIII le dio el título de “Real. En agosto de 1915 el Gobernador Civil de Sevilla, Severo Núñez, aprobó los Estatutos y el cambio de nombre, aprobando el de Real Betis Balompié.

El Balompié aportó jugadores, palmarés, afición y el terreno de juego, mientras que el Betis aportó el título de Real. El club seguía siendo conocido como el Balompié, y sus aficionados, los balompedistas, hasta que en los años treinta, se abrió paso entre la gente el nombre de Betis y el calificativo de béticos a los aficionados.

Desde 1907, esta locura llamada "Beticismo" lleva en la ciudad de Sevillla. Hoy se cumplen, no solo 109 años de historia, sino 109 años de fidelidad y amor a un club, a unos colores, a un escudo. Un sentimiento que ha sido heredado de padres a hijos, sin razón, simplemente se lleva en el propio ser.

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