Todo estaba destinado a que fuese una mañana espléndida para los aficionados amarillo. El Cádiz CF se medía al Real Oviedo en el encuentro que abría la mañana de domingo de Liga 1|2|3. Partido llamado a ser histórico debido al mensaje que se colgó ayer de "Entradas agotadas", sin duda pura anécdota para un mal encuentro del conjunto gaditano en el día de hoy.
Sorprendía Álvaro Cervera con la alineación inicial, dando entrada a un Abel Gómez que llevaba tres jornadas consecutivas sin entrar convocado, a merced de un Rafidine Abdullah que por castigo no disfrutó de ningún minuto en el encuentro de hoy. El resto la alineación que todos los cadistas se saben de memoria cada fin de semana y que tantas alegrías demostró a lo largo de las semanas.
El Real Oviedo por su parte, sacó una alineación muy novedosa, con un cambio de formación y de esquema, cambiando ese 4-2-3-1, por un 4-4-2 con Toché y Linares arriba, algo que sirvió a las mil maravillas, y es que el conjunto asturiano hizo en Cádiz el partido perfecto para sus intereses y sumar unos tres puntos importantes de cara a la mala racha cosechada semanas atrás.
El Oviedo sentenció al primer cuarto de hora
El partido comenzaba con mucha intensidad por parte de ambos equipos, destruyendo más bien el juego de su contrario que el de crear el suyo mismo. A los tres minutos de partido, Toché avisaba con un buen desmarque que sorprendió a Aridane y Servando. En el mano a mano se precipitó y detuvo Cifuentes sin problemas. Era la llamada de una muerte anunciada. Antes del cuarto de hora un córner a favor de los de Fernando Hierro acabó con remate picado de cabeza de Verdés que fue directamente a Toché que libre de marca anotó el primer gol del partido.
Ocurría algo totalmente extraño en el conjunto amarillo, y es que el Cádiz CF se veía superado en el marcador por primera vez esta temporada en territorio hostil. Lo intentaba con jugadas a balón parado el conjunto amarillo, pero hoy no era el día para los atacantes amarillos. Ni Ortuño, ni Salvi, ni Álvaro García podía demostrar su valía ante el buen hacer de la defensa asturiana.
Cuarto de hora para el olvido
Cuando parecía que el Cádiz se animaba algo más en el partido, llegó la gran masacre. Una buena jugada de Nando por banda izquierda iba a acabar en un buen pase hacia Linares que batía a Cifuentes por bajo ante la pasividad del conjunto cadista.
Se empezaban a oir los primeros silbidos en el Ramón de Carranza ante la actitud del equipo en el primer cuarto de hora de partido. Tan solo Salvi más allá de la media hora pudo intimidar a la defensa rival con un disparo mordido de volea que detuvo Juan Carlos sin excesivos problemas.
Silvestre puso la nota negativa del partido
Tenía que reaccionar el Cádiz si no quería verse superado en el partido. Hacía un doble cambio tras el descanso, dando entrada a Nico Hidalgo y Aitor García en lugar de Salvi y un cuestionado Abel Gómez que está muy lejos del nivel demostrado en los playoff de ascenso a Segunda División.
Se tuvieron minutos de mayor presencia ofensiva y a ella se unió desde el banquillo poco después Güiza. Una falta lanzada por Álvaro García en el borde del área fue una de las mejores ocasiones del conjunto amarillo no solo de la segunda parte, sino del partido en sí. Surgían más problemas en el feudo cadista, y es que Garrido sufría problemas en el biceps femoral y tenía que jugar con un aparatoso vendaje en su pierna derecha y en la posición de delantero, para esforzarse menos en las carreras.
A falta de diez minutos para el final, llegaron los momentos tensos del partido donde Erice por una agresión a Nico Hidalgo y Eddy Silvestre por una fea entrada a destiempo en la segunda mitad, provocaron que ambos conjuntos terminaran el partido con diez jugadores en el terreno de juego.
Primera derrota del Cádiz CF en casa, ante un rival que por segunda vez consecutiva sabe lo que es vencer en la Tacita de Plata. El conjunto dirigido por Fernando Hierra escala posiciones para situarse en la zona media de la tabla clasificatoria, mientras que el Cádiz continúa en la novena plaza.