El Tenerife se presentaba en Ipurúa en la que se suponía una de sus visitas más complicadas de las que le quedan hasta el final de temporada debido a que se enfrentaba al Eibar, equipo revelación de la categoría, y sin Ayoze Pérez, su jugador más determinante. Para intentar lograr un resultado positivo Álvaro Cervera intentó reforzar el centro del campo dándole la titularidad a Rivero que formó junto a los habituales Ricardo y Aitor Sanz, buscando la velocidad de Nano y Édgar en las bandas con Juanjo en punta.

Muy pronto llegó el tanto local

Apenas transcurrían los primeros minutos de encuentro y sin haberse creado peligro en ninguna de las dos áreas, el conjunto local abría el marcador tras el lanzamiento de una falta lateral que envió al área Dani García y que remató Bóveda, sin oposición alguna dentro del área pequeña, logrando así el primer tanto que obligaba al Tenerife a ir a contracorriente desde, prácticamente, el inicio del encuentro.

Una vez asimilado el tanto encajado, los de Cervera se hicieron con el control del balón, pero era un dominio infructuoso debido a que no lograban poner en peligro la meta defendida por Irureta, lo único destacable ocurrió en el minuto 20 tras un robo de balón de Édgar a la defensa local, pero su pase de la muerte no encontró rematador ni en Nano, ni en Juanjo.

El Eibar no pasó apuros en el primer tiempo

Mientras iban pasando los minutos, al Eibar le bastaba con estar ordenado en defensa e intentaba crear peligro con Eizmendi y Jota Peleteiro entrando por las bandas y la con la movilidad de Morales entre líneas, pero sin llegar a tener ni una sola situación de gol.

A falta de escasos minutos para el descanso llegó la ocasión más clara para los tinerfeños, después de un saque de banda de Javi Moyano que envió el balón a Juanjo, aprovechando su altura, para que prolongora de cabeza hacia Édgar, pero su remate golpeó en Nano saliendo el cuero por la línea de fondo tras pasearse por delante de la portería armera sin que hubiera ningún rematador.

El Tenerife buscó el gol en la reanudación

El segundo actó comenzó con una variación táctica al cambiar Édgar y Nano de banda, pero también se diferenció al inicio del choque en que el Tenerife era quien aglutinaba la posesión del balón, fruto de la cual, Nano provocó una falta de Eizmendi que, tras el lanzamiento por parte de Ayoze Díaz, supuso que Bruno pusiera las tablas en el marcador con un remate de cabeza ante el que nada pudo hacer Irureta.

Con el empate conseguido el Cervera realizó el primer cambio, Édgar dejó su puesto a Suso, que desde su primera intervención se convirtió en la principal arma para intentar superar a la defensa local. Mientras, el Eibar comenzaba a tener más el balón y deshacerse del dominio tinerfeño, aunque de una forma tímida y sin concluir sus jugadas de ataque que eran desbaratados por una buena defensa visitante.

Ambos técnicos introducían modificaciones en el centro del campo con el objetivo de hacerse con el control del partido, y, además, Cervera decidió dar entrada a Aridane por Juanjo, cambio que resultó clave para conseguir el triunfo. Y es que el delantero, sin haber tenido ninguna intervención reseñable desde su entrada al campo, se inventó un gol que surgió de la nada tras golpear el balón desde el vértice izquierdo del área armera enviándolo a la mismísima escuadra.

El Eibar terminó con nueve jugadores

Por si no fuera suficiente revés el tanto encajado, el Eibar se tuvo que quedar con un jugador menos por lesión de Bóveda una vez hechas las tres sustituciones y, a los pocos minutos, tras pedir una posible mano de Suso, Ocón Arrainz le mostró la segunda amarilla a Yuri ante sus protestas, con lo que el conjunto armero se quedaba con nueve jugadores.

De ahí a final del partido los locales intentaron igualar el encuentro, más con corazón que con cabeza, aunque en el descuento Arruabarrena puso el "uy" en la grada tras enviar la pelota fuera por poco con un lanzamiento a la media vuelta que salió rozando el palo izquierdo de la portería de Roberto.

El Tenerife termina la jornada con 51 puntos, superando los 50 que se antojan como necesarios para salvar la categoría por lo que el objetivo de la permanencia está virtualmente conseguido y permite al equipo pensar en cotas más altas ante el buen momento que vive y su posición en la tabla como 5º clasificado empatado a puntos con el Recreativo de Huelva y el Barcelona B.