No fue un partido brillante en los futbolístico, pero quizás el Tenerife mereció un final distinto para los méritos que acumuló, sobre todo, en la segunda parte. Los de Cervera, sin desplegar un fútbol brillante ni extremadamente ofensivo, anularon al Girona en ataque y se limitaron a salir a la contra, intentando emular la versión de la pasada campaña fuera de casa y que tan buenos resultados dio.

Dominio del Girona ante un pobre Tenerife

No hubo ocasiones destacables en la primera mitad

El partido comenzó siendo dominado por un Girona que acreditó su condición de líder en la liga regular. A pesar de no poner en demasiados apuros a los blanquiazules, los de Pablo Machín tenían claro el guión que debía seguir el partido. Así, los gerundenses apostaron desde el inicio del choque por hacerse con la posesión, ante un Tenerife que no se vio incómodo por ello. Aunque el primer tiempo no destacó por ser entretenido para el espectador, que apenas pudo ver alguna ocasión de gol, fueron los locales quienes pudieron irse con ventaja al descanso. Gerard Bordas, tras un pase en profundidad, se encontró solo ante Roberto, quien detuvo su disparo con solvencia. Los tinerfeños acusaron su habitual falta de gol durante este comienzo de temporada, siendo la asociación entre Guarrotxena y Cristo Martín la mejor baza de los blanquiazules en el primer periodo.

Tras el descanso, el Tenerife salió dispuesto a ponerse las pilas y generar más ocasiones de las que produjo en la primera parte. Con la salida de Guarrotxena y la entrada al campo de Cristo González, los blanquiazules decidieron dar un paso adelante para llevarse el partido, generando ocasiones suficientes como para haber anotado algún gol. Pero no fue así.

Prórroga y penaltis para decidir el encuentro

Los locales no se quedaron atrás y el partido se convirtió por momentos en un correcalles, aunque ninguno de los dos fue capaz de perforar la portería contraria. Tras 90 minutos sin goles, la prórroga llegó de manera inexorable pero innecesaria.

Los treinta minutos de tiempo extra fueron de respeto mutuo, entre dos equipos más preocupados de no encajar en el tramo final del choque. Las molestias de unos y otros frenaron el ritmo de juego en la última fase del partido, que se decidió desde los once metros.

El Tenerife nunca ha ganado una tanda de penaltis

Y es que en la tanda de penaltis sí fue capaz de imponerse el Girona al Tenerife, como no había podido hacer durante los anteriores 120 minutos. Uli Dávila y David García fallaron para sus respectivos equipos, siendo Hugo Álvarez el que erró el último penalti y dio el pase al conjunto de Montilivi. Continúa así la racha de un Tenerife que no avanza de ronda desde la 2008/2009.