Dice el refranero español, siempre sabio, que "a perro flaco todo son pulgas". En el Tenerife, lejos de la gloria de otros días, parece haberse instaurado como lema. Los hombres de Álvaro Cervera se llevaron una nueva derrota, esta vez en Lugo, en un choque que, en otras circunstancias, podrían haberse llevado de haber estado acertados de cara a portería y si la labor arbitral hubiera sido, al menos, correcta.

Guarrotxena y Suso pudieron abrir el marcador

El inicio del partido ya daba visos de lo que podría ser el resto del encuentro. Con la tripleta ofensiva formada por Suso, Guarrotxena y Aridane, flanqueados en el mediocentro por Vitolo, Ricardo y el canterano Cristo Díaz, el Tenerife se plantó en el Anxo Carro en busca de tres puntos necesarios. Sin practicar un fútbol brillante, los de Cervera consiguieron acercarse en los primeros compases a la meta de un inseguro José Juan. Tanto Suso como Guarrotxena dispusieron de ocasiones para adelantar a los blanquiazules, pero por fortuna o por desacierto, no acabaron en gol.

El Lugo no se quedó atrás, y a base del trato del balón que tiene como seña de identidad, se fue en busca de la portería de Carlos Abad-Hernández. Sin crear peligro evidente, Iriome fue el más incisivo de los lucenses, y a la postre jugador definitivo en la victoria de los de Quique Setién.

Albizua se resintió de su lesión 

Aunque no fue un partido lleno de ocasiones, ambos conjuntos pudieron irse al descanso en ventaja.  Sin embargo, el gol no llegaría hasta los minutos finales, sentenciando a un Tenerife que da la sensación de no poder dar más de sí de lo que muestra, lo cual es preocupante de cara al resto de temporada. Las malas noticias no llegaron solas, y es que Albizua tenía que retirarse lesionado cuando aún no se había llegado al minuto 25, sumándose así a la larga lista de bajas con la que ya cuentan los chicharreros.

Aridane acabó expulsado sin merecerlo

Tras los primeros cuarenta y cinco minutos, el colegiado desequilibró el choque en favor del conjunto local. En una acción aislada, Aridane Santana acabó expulsado en un choque con un contrario, en una jugada en la que el jugador del Tenerife ni siquiera cometió falta. El árbitro, sin embargo, no se lo pensó dos veces y mandó al blanquiazul a vestuarios, condenando al Tenerife a jugar casi todo el segundo tiempo en desventaja.

Setién optó entonces por mover ficha, mandando a su equipo al ataque ante un Tenerife que poco más que defenderse pudo hacer. Los tinerfeños, bien cerrados en defensa, no concedieron demasiado al Lugo, que no encontraba la manera de perforar la línea de cuatro que protegía la portería de Carlos Abad-Hernández.

Ricardo envió un balón al larguero que pudo cambiar el signo del encuentro

Con el cronómetro corriendo a favor del Tenerife, Samuel también se marchó antes de tiempo con dos amarillas en apenas cinco minutos. La igualdad numérica espoleó al Tenerife, que cosechó a partir del minuto 80 las mejores ocasiones del encuentro. Primero Ricardo, con un balón al larguero, y después Carlos Ruiz, de cabeza, pudieron adelantar a los chicharreros. 

El exblanquiazul Iriome anotó de cabeza en los minutos finales

Pero el fútbol se empeñó en ser cruel con el Tenerife, que quizás, a pesar de su rácano juego y planteamiento, mereció no irse derrotado del Anxo Carro. Y es que en una acción mal señalada por el juez de línea, de nuevo desfavorable a los tinerfeños, Iriome lograba anotar de cabeza en un saque de esquina. Las esperanzas blanquiazules de lograr un resultado positivo se esfumaban a cuatro minutos del final.

El Tenerife solo ha sumado 3 puntos de 24 posibles fuera de casa

Los de Álvaro Cervera acabarán la jornada en puestos de descenso, después de no ser capaces de lograr la victoria en las últimas cuatro jornadas. Ahora será el Racing de Santander el que visite el Heliodoro Rodríguez López, en siete días, en un partido que se antoja crucial en el devenir del Tenerife y de su entrenador, Álvaro Cervera.