Tras 26 jornadas de competición, Tenerife y Las Palmas se encuentran en situaciones muy diferentes. El equipo amarillo lidera la Segunda División con 51 puntos y cuenta con catorce victorias, nueve empates y tan solo tres derrotas. Por contraposición, los blanquiazules ocupan la décimoseptima plaza con mayoría de derrotas, doce, e igualdad de empates y victorias, siete, contando con 28 puntos en su haber.

Veintitrés puntos los separanSe trata de una diferencia histórica desde que se cambió el sistema de puntuación y comenzaran a otorgarse tres puntos por victoria. Es la renta más amplia desde la temporada 2009, cuando el Tenerife le llevaba a su eterno rival veintidós puntos antes de la visita de los amarillos al Rodríguez López.

El derbi de la primera vuelta

Cinco jornadas se habían disputado hasta el momento. Las Palmas llegaba al Heliodoro con nueve puntos de ventaja sobre su rival y liderando la categoría. Momo adelantó a los amarillos en el marcador; sin embargo, el Tenerife remontó el partido y salió victorioso, lo que supuso la primera derrota del equipo grancanario. Araujo, en propia puerta, y Cristo Martín dieron la victoria al equipo entonces entrenado Álvaro Cervera.

A partir de entonces, sin embargo, las cosas no han ido como se esperaban en el seno de la entidad chicharrera. Veintiuna jornadas más tarde, el Tenerife solo ha logrado la victoria en otras cinco ocasiones, cediendo en nueve y empatando en otras seis.

Las Palmas no pasa por su mejor momento

A pesar de seguir en la primera posición, el equipo de grancanario no pasa por su mejor racha en cuanto a resultados se refiere. Acostumbrados a contar por victorias sus encuentros, los amarillos han ganado solo dos de los últimos seis partidos, empatando tres de ellos y cayendo derrotados en otra ocasión. Esto ha hecho que la zona de arriba de la tabla se ajuste más, compartiendo incluso los mismos puntos que el Sporting. Parece que los de Paco Herrera no se encuentran tan cómodos como antes en el campo y las bajas tanto por lesión como por sanción les han afectado en los últimos encuentros.

Nueve puntos en los últimos seis partidos no es un buen balance para los amarillos, ya que su objetivo es mantener el liderato y conseguir el ansiado ascenso que la pasada temporada se les escapó en el tiempo de prolongación. Llegan al derbi canario decididos a conseguir la victoria para así asegurarse la primera plaza y seguir en la zona de ascenso directo.

Un Tenerife en alza

Los tinerfeños empezaron la temporada con muy mal pie, como la pasada. Sin embargo, el punto de inflexión tardo en llegar más de lo esperado. A raíz de la destitución de Álvaro Cervera y posterior incorporación de Raúl Agné, el equipo chicharrero ha cambiado totalmente su dinámica. La victoria se hizo de rogar pero llegó el pasado domingo ante uno de los favoritos al ascenso, el Valladolid. Este Tenerife gusta y juega, crea ocasiones y defiende. La filosofía del técnico aragonés ha calado en los jugadores blanquiazules.

El objetivo primordial del Tenerife es alejarse lo máximo posible de la zona de descenso a Segunda División B en la que tantos partidos lleva inmerso. El equipo salió reforzado tras la victoria contra el Valladolid, siendo conscientes de que pueden plantarle cara a uno de los mejores equipos de la categoría. Además, el derbi canario es un partido en el que se disputan mucho más que tres puntos, de traerse un buen resultado a la isla, la unión entre equipo y afición sería más grande y la inyección de moral ganándole al líder les haría afrontar el siguiente partido con otra mentalidad.

Igualdad en Gran Canaria

El último derbi disputado en Gran Canaria fue en mayo del pasado año, cuando los dos equipos ocupaban los puestos de arriba. Acabó con victoria local en los minutos finales, lo que rompió la igualdad en los choques disputados hasta el momento (tres empates y una victoria para cada equipo) en el Estadio de Gran Canaria.

Un derbi, en definitiva, no entiende de dinámicas ni de diferencia de puntos. El domingo los dos equipos canarios saldrán en igualdad de condiciones al terreno de juego y lucharán por conseguir tres puntos vitales para sus respectivos objetivos.