Victoria importantísima del CD Tenerife ante Osasuna por dos goles a uno. Los dos tantos con acento charrúa de Ifrán y Maxi dan al equipo de Agné la tercera victoria consecutiva en el Rodríguez López y le colocan a seis puntos de la zona del descenso, dando una tranquilidad a la plantilla y a la institución que parecía imposible pocas jornadas atrás.

Inicio dominado por Osasuna

Cedrick, el más peligroso los rojillos en el primer tiempo

El partido, sorprendentemente, empezó siendo dominado por Osasuna. El equipo visitante tenía la posesión del balón e intentaba llegar al área del Tenerife por mediación de Sisi y Cedrick, pero sin mucho peligro. Los blanquiazul, a diferencia de la tónica habitual desde la llegada de Agné, no salieron a buscar el partido y se vio una cierta falta de intensidad de la cual se aprovechó el equipo navarro para dominar el partido. Cuando parecía que el Tenerife empezaba a despertar, fue cuando llegó la mejor ocasión para el equipo rojillo. Cedrick se marchó de Javi Moyano en banda izquierda y puso un centro mordido que acabó en los pies de Merino debido a un fallo en la defensa de Tenerife, pero el remate a bocajarro no fue bueno y Dani Hernández pudo hacer una gran parada para salvar al Tenerife.

Pese a una llegada aislada de Suso por banda derecha y algún lanzamiento lejano, el Tenerife no conseguía crear peligro a Osasuna ni hacerse con el dominio del partido, pero fue cuando peor pintaban las cosas y tras la ocasión de Merino cuando un centro tuvo por respuesta una mala salida de Riesgo, que dejó el balón a Diego Ifrán para que empujase el balón y clocase el 1-0 en el marcador. El gol, que tuvo una especial dedicatoria para Iker Guarrotxena, fue muy importante debido al partido complicado que estaba teniendo el equipo tinerfeño y porque desde ese momento la imagen cambió por completo. Los jugadores se activaron y, sin crear ocasiones de peligro reales, si dominaron más el partido intimidando más al equipo rojillo, llegando con esta situación al final de la primera parte.

Ifrán tuvo la sentencia pero se encontró con el travesaño

Tras el descanso, el partido continuó por los mismos derroteros con los que acabó la primera mitad; el Tenerife dominaba el partido mientras el Osasuna no podía contrarrestar el ímpetu de los locales, que tuvieron en las botas de Ifrán la ocasión más clara para poner  el 2-0 en el marcador tras un pase de Maxi, pero el balón se estrelló contra el larguero. El Tenerife por lo tanto parecía controlar el partido hasta aproximadamente el minuto 70.

Final de partido loco

Pero Osasuna debía despertar, de una manera u otra, ya que su situación clasificatoria así se lo exigía. Mateo, técnico rojillo, introdujo un par de cambios, jugadores jóvenes y rápidos que unidos al cansancio y repliegue del Tenerife hicieron que la afición local viese peligrar el partido. Osasuna se hacía poco a poco con el campo y el Tenerife no podía o no se veía capaz de reaccionar. Pero en el peor momento, apareció Cristo Martín que acababa de entrar y le puso un centro a la cabeza de Maxi que este no desaprovechó, rematando en plancha y cruzado para poner el 2-0 en el minuto 85 y prácticamente matar el partido, pero nada más lejos de la realidad.

Ya en el minuto 90, Nino caía dentro del área del Tenerife y el árbitro señalaba un riguroso penalti realizado por Cristo Díaz, que había sido otro recambio de Agné. Nekounam no desaprovechó la oportunidad y puso el 2-1 y los nervios en el Heliodoro tras lanzar con maestría la pena máxima. Era el minuto 90 y aún quedaban unos minutos de incertidumbre, pero el propio Nekounam era expulsado en el minuto 92 por doble amarilla tras una fea falta sobre Aitor  Sanz.

Se llegaba así al final de un partido sufrido en el que el Tenerife mostró una doble cara, buena y mala a ratos, pero del que se sacan otros tres puntos de oro que sitúan a los blanquiazules con 36 puntos en la clasificación y a seis de la zona del descenso.