El mediapunta del Barcelona B Rafael Alcântara, “Rafinha”, objetivo celeste de cara a la temporada 2013/14, acaba de firmar la ampliación de su contrato con el conjunto blaugrana hasta 2016, con lo que se salva uno de los principales obstáculos que impedían su llegada a Vigo como cedido por los culés. Y es que el joven brasileño, cuyo contrato anterior expiraba en verano de 2014, tenía como requisito indispensable extender su vínculo con el Barcelona para evitar quedar libre al término de la temporada que comenzará en agosto.

Su anterior contrato obstaculizaba su llegada al Celta por su pronta caducidad

Ligado al Celta desde comienzos de verano por sus lazos familiares con la ciudad de Vigo, por el anuncio de su padre Mazinho de que jugará cedido en un Primera esta temporada y por el interés mostrado por el equipo celeste el pasado mercado invernal, Rafinha ve con buenos ojos una cesión en el Celta como medio para progresar como futbolista en Primera División a las órdenes de su antiguo técnico Luis Enrique. De hecho, el futbolista reconoció en las oficinas del Barça que se plantea una cesión, porque “cuando se es joven, lo importante es tener minutos y aprovecharlos”, y si para jugar hay que irse cedido, lo hará “encantado”.

Celta y Barcelona negociarán los porcentajes salariales de la cesión

Solucionado el primer inconveniente de cara al fichaje del brasileño, el siguiente punto a negociar entre Celta y Barcelona son las condiciones salariales del jugador, dado que el equipo vigués no puede asumir la totalidad de su ficha, con lo que se prevé que el club que preside Sandro Rosell asumirá un porcentaje de las mensualidades que percibirá Rafinha en Vigo, especialmente gracias a la figura de Luis Enrique, hombre muy estimado en Can Barça, que sumaría así su tercer expupilo para su Celta tras Fontàs y Nolito.