Muchas son las diferencias que ha establecido Luis Enrique desde su llegada a Vigo con respecto a años pasados. Sin embargo, con el inicio de la competición, han surgido paralelismos. El técnico asturiano ha querido inyectar carácter a una plantilla blanda por definición y lo ha conseguido. Pero el equipo sigue pecando de blando sobre todo a nivel defensivo. El año pasado, Paco Herrera se cansó de repetir lo mucho que le preocupaba “la falta de contundencia en ambas áreas”. Su Celta practicaba un buen fútbol, pero su falta de gol y su candidez atrás, le lastraban a la hora de sumar puntos. En este curso, los jugadores han madurado y hoy en día compiten mejor. El año pasado, a estas alturas, los vigueses acumulaban tres derrotas, mientras que en éste solo han perdido en Bilbao.

Mejor juego que resultados

El Celta de Herrera empezara la pasada liga en Balaídos contra el Málaga. El equipo gustó. Velocidad de balón y asociaciones constantes desarbolaron a los de Pellegrini. Hasta 17 veces remató el equipo celeste, pero el balón no entró en la portería malacitana. Los vigueses terminaron perdiendo (0-1) con un gol de Fabrice, que se convertía en el jugador más joven en marcar en Primera.

La falta de contundencia defensiva es denominador común en ambos equipos

La primera jornada de la Liga BBVA 2013/14 también empezó en Balaídos para el Celta. Tras una mala pretemporada, los de Luis Enrique se redimieron en una brillante primera parte. El equipo vigués llegó a ir ganando 2-0, pero un gol de Víctor Sánchez puso a prueba la fragilidad mental celeste y Thievy terminó empatando el partido. La falta de contundencia defensiva volvía a aparecer.

Aprendiendo a competir

La sensación del Celta 12/13 era que, los partidos ajustados que podía ganar, terminaba empatándolos y, los que podía empatar, los perdía. Un claro ejemplo de esa falta de oficio estaba en los partidos lejos de Balaídos. En toda la primera vuelta, el equipo de Herrera solo sumó tres puntos, que llegaron en la duodécima jornada con la victoria en La Romareda. El Celta de Lucho logró en su primera salida la misma cantidad de puntos, venciendo al Betis en el Villamarín. Los verdiblancos fueron superiores y gozaron de infinidad de ocasiones, pero el saber hacer de Yoel y un buen segundo tiempo a la contra, dieron lugar a la primera victoria del presente curso. En la segunda jornada de la pasada Liga, el Celta visitó Anoeta y fue derrotado inapelablemente (2-1) a pesar de adelantarse con gol de De Lucas.

Los celestes consiguieron a la primera los mismos puntos a domicilio que el año pasado en toda la primera vuelta. (Foto: José Manuel Vidadl | EFE).

En la tercera jornada llegó la primera victoria del equipo dirigido por Paco Herrera. Mostrándose superiores a Osasuna, los celestes vencieron 2-0, con goles de Aspas y Bermejo. Sin oposición. En la actual temporada, el Celta recibió al Granada y cedió un empate a pesar de dominar claramente al conjunto nazarí durante los 90 minutos. A los andaluces les bastó una ocasión para lograr igualar, por medio de Piti, el gol inicial de Rafinha. La falta de contundencia atrás volvía a privar al equipo celeste de sumar más puntos, al igual que en la temporada pasada.

La cuarta jornada trajo consigo derrotas con buen juego en ambos casos. El año pasado, el equipo vigués cuajó un buen partido en Mestalla, pero acabó perdiendo 2-1. Caso similar, fue el de la semana pasada en la inauguración del Nuevo San Mamés. Los de Luis Enrique plantaron cara, pero acabaron hincando la rodilla ante un Athletic muy motivado que fue superior.

Sin victorias en casa

Es cierto que el Celta de Luis Enrique no ha perdido en Balaídos. Pero tampoco ha ganado. El equipo de Herrera hizo del municipal vigués un fortín y la clave de la permanencia. Durante muchos meses, aquel Celta fue el peor visitante de Europa y logró mantenerse en la pelea gracias a los puntos cosechados en la ribera del Lagares. En la quinta jornada fue el Getafe el que visitó el feudo celeste y salió derrotado por 2-1. Nuevamente los de Sir Paco mostraron ese fútbol vistoso y alegre que les caracterizaba y un genial Krohn-Dehli repartió dos asistencias. Augusto hizo el primero y Park el segundo en su primer encuentro ante su nueva afición. El esperanzador debut como local de Pedrito no tuvo continuidad durante la temporada y el coreano se fue con más pena que gloria al finalizar la campaña.

Los jugadores del Celta celebran el gol de Park que supuso la victoria contra el Getafe. (Foto: Xoan Carlos Gil | La Voz de Galicia).

En la presente temporada, la quinta jornada se saldó con un empate a cero. El Villarreal fue el rival y se mostró claramente superior a un Celta que le faltaron ideas en fase ofensiva pero que pudo aguantar el resultado hasta el final.

El Celta de Luis Enrique ha aprendido a competir

Aunque se hayan conseguido de formas distintas (con dos victorias y dos derrotas el año pasado y con una victoria, una derrota y tres empates en éste), tanto el Celta de Paco Herrera como el de Luis Enrique acumulan seis puntos en cinco jornadas. También comparten elogios por gran parte del mundo del fútbol nacional. Los dos equipos han jugado un fútbol alegre y vistoso, aunque el actual parece algo más sólido. El año pasado, las alabanzas debilitaron a los celestes que se escudaban una y otra vez en el buen juego a pesar de no sumar todo lo necesario, situación que desembocó en una agónica segunda vuelta, con un empeoramiento notable del nivel de juego y mucho sufrimiento para puntuar.

La experiencia es un grado. A varios jugadores celestes se les ve más asentados esta temporada (caso de Álex López). Este hecho lo manifiesta la mejoría del equipo a la hora de competir. La temporada no ha hecho más que empezar. Habrá que ver si Luis Enrique y sus hombres, consiguen dar continuidad al buen juego de las primeras jornadas, así como al oficio mostrado, y traducirlo en puntos que garanticen la permanencia sin tanto sufrimiento para la parroquia viguesa como el pasado año.