Después de la tormenta llega la calma. O eso al menos esto es lo que ha querido transmitir Luis Enrique a sus jugadores este mediodía tras una semana pasada por agua. De los enfrentamientos ante Villarreal, Getafe y Elche el R.C Celta tan sólo pudo mantener a flote un punto que sabía a poco en las gradas de la ilusionada afición celeste. El técnico quiso calmar los mares de la ciudad olívica y transmitir tranquilidad: "Después de unos malos resultados hemos analizado las razones y trabajado muy bien esta semana", afirmaba de manera optimista.

No obstante, el Celta de Vigo tiene en el horizonte a un Atlético de Madrid que se presume como un firme aspirante a ganar el título liguero. Parece que los rojiblancos han conseguido meter la cabeza entre el bipartidismo del que R. Madrid y F.C Barcelona disfrutan durante los últimos años, algo que sin duda no ha pasado desapercibido para Luis Enrique: “Para mí el Atlético es un aspirante a ganar todos los títulos que juega". "Es uno de los mejores equipos de España e incluso de Europa. Tiene unos números increíbles y está en un momento de forma espectacular".

Y al mal tiempo, buena cara. Tanto es así que el entrenador asturiano, lejos de lamentarse por el buen momento de su inminente rival, ha seguido con su línea de optimismo y ha dicho: "Es el mejor rival que podemos tener enfrente para reaccionar, porque ganar al Atlético es un estímulo. Ellos vienen de ganar al Oporto en Europa, han ganado el derbi, no han perdido ningún punto en Liga, atacan y defienden de maravilla. Es el rival perfecto aunque nosotros no lleguemos en el mejor momento".

Además, Luis Enrique admitió sentirse muy bien acogido desde su llegada a Vigo, “incluso más de lo que pudiera merecer”. Por ello quiere dejar huella de su esfuerzo y del trabajo que está realizando con la plantilla. De ahí que el gijonés siga haciendo hincapié en mejorar las jugadas de estrategia, un detalle especialmente importante de cara al partido de mañana, domingo, ante el Atlético de Madrid.