Nuevos comienzos tendrán lugar este sábado en el estadio de Cornellá, situado en las afueras barcelonesas. El Espanyol y el Real Club Celta vuelven a medirse diecinueve jornadas después, después de aquel empate agridulce para los celestes y victorioso para los blanquiazules, aquel empate que marcó el devenir de la primera vuelta para el club vigués y que anticipó que hasta el pitido final, nada está sentenciado. Esa máxima futbolística será el punto de partida a seguir en un nuevo partido al que los hombres de Luis Enrique llegan con la moral alta tras la victoria cosechada el pasado sábado ante el Valencia pero con la certeza de que nada debe distraerlos de su único y claro objetivo: lograr tres puntos que estabilicen su situación en la tabla.

El Espanyol de Aguirre llega en una situación similar. Tras un gran inicio de campaña en el que llegaron a situarse en posiciones de acceso a competición europea, su rendimiento se ha visto mermado y actualmente sólo tres puntos los separan en la clasificación del conjunto vigués. Tres puntos que se pueden disipar en el viento de ganar el Celta la noche del sábado. Evitar esa situación y lograr poner tierra de por medio, objetivo principal del conjunto perico.

Con todos estos precedentes, la segunda vuelta está a punto de comenzar para ambos equipos. Una segunda vuelta que promete lágrimas, de tristeza o quizá de alegría, que promete victorias, aunque también derrotas duras como el escozor de la arena en los ojos. Sin embargo, y sobre todo lo demás, promete fútbol. Promete donar dosis sin medida del mejor fútbol español. Y es que Celta y Espanyol representan lo vistoso en una liga en la que lo defensivo predomina sobre todo lo demás. Representan la magia del fútbol.

En lo alto de la montaña emocional

Foto: La Vanguardia

Con el buen juego desplegado ante el Real Madrid y la grandísima imagen con victoria incluída mostrada ante el Valencia, el Celta de Luis Enrique vuelve a estar en lo más alto en su cordillera particular. A pesar de los numerosos intentos del técnico asturiano, los vigueses no han logrado en ningún momento hacer que esta irregular trayectoria se convirtiese en un terreno calmado, sin precipitaciones ni abruptos cortes. No ha logrado que la estabilidad reine en Vigo. Sin embargo, esta victoria y el juego llevado a cabo en las últimas jornadas permiten soñar en Balaídos.

El gran rendimiento de Orellana y la irrupción de Jonny Castro están siendo claves para la evolución del juego celeste. El joven lateral de 19 años se ha adueñado del lateral izquierdo, posición en la que Toni venía vagando a lo largo de toda la primera vuelta y que se había vuelto en contra de la propia entidad celeste, siendo agujero de goles y blanco de críticas. Él, junto a Orellana, quien ha vuelto a su mejor versión en el momento en que más se le necesitaba robando incluso la titularidad a Nolito, han formado una banda izquierda de ensueño, principal fuente de ocasiones para el club dirigido por Luis Enrique.

El fin de la sequía de Charles ha sido la otra gran noticia del final de la primera vuelta para el Celta. El delantero brasileño finalizó la mitad de la campaña con siete goles en su haber tras el doblete anotado al Valencia, frenando así su decadencia anotadora y acelerando el ritmo goleador de un equipo que, por lo general, sufre para materializar sus ocasiones. Todo ello ha contribuido a formar un conjunto unitario, dotado de una fortaleza que podría permitirle aspirar a alcanzar el final de la temporada de forma plácida y sin sufrimientos adicionales.

Reflejo irregular de un conjunto de calidad

El Espanyol de Javier Aguirre se ha convertido en un proyecto titubeante que ha pasado del éxtasis a la placentera travesía por la zona media de la tabla, acercándose en estas últimas jornadas a las posiciones peligrosas, situándose, en la actualidad, a sólo seis puntos de la zona que marca el descenso (medido por el Real Valladolid). Retomar el rumbo y volver a coger las riendas de su propia trayectoria, esencial para un conjunto que cuenta con calidad suficiente para alzar el vuelo.

Foto: FTBPro

En la portería, el gran Kiko Casilla ya demostró en Balaídos de lo que es capaz, siendo el principal artífice del punto cosechado por los blanquiazules en Vigo con una espectacular parada a Gustavo Cabral a falta de escasos minutos para el final. Como recambio principal, Germán Parreño espera su oportunidad. En el centro de la zaga, la pareja Colotto-Héctor Moreno se ha asentado, con Sidnei y Raúl Rodríguez como principales recambios, ocurriendo lo mismo en los laterales con Javi López y Fuentes, que tienen a Mattioni y Capdevila como sustitutos naturales.

El centro del campo es la sala de máquinas espanyolista. Víctor Sánchez y David López (baja ante el Celta) engrasan a un conjunto que desborda con calidad por delante. La presencia de jugadores tan desequilibrantes como Pizzi, Simao, Sergio García, Stuani o Thievy (quien ya enseñó a los vigueses de lo que es capaz en Balaídos) en la línea de tres cuartos convierte al Espanyol en un conjunto mortífero a la contra y muy peligroso en el uno contra uno. Finalmente, en la punta de ataque se ha consolidado el alto jugador colombiano Jhon Córdoba, quien aporta músculo y remate a un conjunto de características muy ofensivas.

Antecedentes

El historial entre Celta y Espanyol viene marcado históricamente por la igualdad y por la preponderancia absoluta del equipo que juega sus cartas como local. Los catalanes apenas han dejado escapar los tres puntos de Cornellá en seis ocasiones a lo largo de su historia, mientras los celestes han dominado en Balaídos.

El precedente más reciente data de esta misma temporada, cuando, en el primer encuentro de liga para ambos equipos, el marcador reflejó un empate a dos resultado de la brega incesante de un Espanyol que se encontraba dos goles abajo a falta de veinte minutos para finalizar el partido. Sin embargo, los goles de Víctor Sánchez y Thievy enmudecieron a un altivo Balaídos que sufrió el primer y doloroso golpe de una temporada irregular.

En la últimas cinco ocasiones en que ambos equipos se vieron las caras en Barcelona, el Espanyol ha logrado salir victorioso, siendo el precedente de la pasada temporada, cuando el conjunto perico logró imponerse por 1-0 con un gol de Sergio García, el resultado más reciente. Para hallar la última victoria celeste en el por aquel entonces Estadio de Montjuic, debemos trasladarnos a la temporada 2003/04, cuando los celestes lograron imponerse por un abultado 0-4 que posteriormente sería vengado (1-5 en Balaídos). Los goles corrieron a cuenta de Luccin, Milosevic, Mostovoi y Jandro.

Convocatorias

Ambos equipos llegan a este encuentro sin apenas bajas resaltables, destacando únicamente la de David López por parte del Espanyol, quien no podrá ser de la partida para Javier Aguirre por lesión. Las demás ausencias, tanto en un equipo como el otro, se deben exclusivamente a decisiones técnicas, quedándose fuera, por el Espanyol, jugadores como Capdevila, Mattioni, Tejera, Manu Lanzarote y Thievy.

Por parte celeste, se queda fuera de la convocatoria el recién recuperado Samuel, quien tendrá que recuperar ritmo a pasos cortos, además de Toni, Bellvís y David Rodríguez.

Espanyol:

Porteros: Germán y Casilla.

Defensas: Raúl Rodríguez, Sidnei, Héctor Moreno, Javi López, Víctor Álvarez, Fuentes y Colotto.

Centrocampistas: Víctor Sánchez, Simao, Álex, Abraham y Torje.

Delanteros: Stuani, Sergio García, Pizzi y Córdoba.

Celta:

Porteros: Sergio y Yoel.

Defensas: Hugo Mallo, Fontàs, Aurtenetxe, Jonny, Cabral y David Costas.

Centrocampistas: Borja Oubiña, Álex López, Rafinha, Madinda, Krohn-Dehli y Augusto.

Delanteros: Bermejo, Nolito, Charles, Orellana y Santi Mina.

Posibles onces