Pese a que el Celta sumó los tres puntos ante el Levante, el entrenador celeste, Luis Enrique, comentó en la rueda de prensa posterior al encuentro que, como técnico, no le gustó el transcurso del partido: “Como entrenador no había vivido un partido con tantas ocasiones. Ha sido muy bonito para el espectador, para el que viese el partido por televisión sin demasiada afinidad con los equipos, pero para los entrenadores no es demasiado agradable”.
 
Analizando el encuentro, el dueño del banquillo vigués destacó la prontitud con la que su equipo consiguió transformar en gol el dominio en el juego: "Hemos sido superiores en la primera parte. Hemos hecho muy buenas ocasiones de gol, hemos tenido la posesión de balón y hemos generado peligro en todo momento. Hemos hecho gol en una de las primeras ocasiones, lo cual ha facilitado un poco el devenir del partido”, explicó.
 
Pese al dominio de la primera parte, el entrenador del Celta admitió que el control del choque se esfumó tras el descanso: “En la segunda parte el partido ha devenido en un caos total. Ha empezado el Levante mucho mejor que nosotros. Tuvo unas tres o cuatro ocasiones de peligro claras, ha fallado incluso un penalti. Nosotros nos hemos vuelto a rehacer, hemos hecho de nuevo peligro y volvimos a tener ocasiones muy claras”. 
 
"El partido ha devenido en un caos total"
Para Luis Enrique, el cambio tan drástico entre la primera y la segunda parte fue debido a los méritos que hizo el equipo de Joaquín Caparrós: “En la primera parte les hemos sorprendido, hemos visto infinidad de situaciones que habíamos trabajado y los jugadores han estado a un nivel muy alto de activación y de acierto. En la segunda, además de los cambios, el rival nos empezó a poner en complicaciones y a llegar con demasiada complicación al área y costó mucho. Tienen potencial, tienen jugadores de una envergadura física muy alta y muy potente y se han metido en el partido de nuevo”.
 
En su resumen final, Luis Enrique sacó su versión más pragmática y no entró a valorar si la victoria del Celta en Valencia fue merecida o no: "No sabría decir si somos justos vencedores y da un poco igual lo que pueda decir en ese sentido porque los puntos ya son nuestros. Nos vienen muy bien, los necesitábamos mucho y nos hacen ver que estamos un pasito más cerca de nuestro objetivo”, opinó.
 

Sufriendo desde la banda 

El asturiano reconoció que por culpa del ritmo frenético de la segunda parte, como técnico, no lo pasó bien: “Viví la impotencia del entrenador. De que no puedes hacer nada y que además sabes que el Levante no necesita más que un balón en largo para meterte en complicaciones, para generarte peligro, para generarte ocasiones de gol y hemos intentado presionar al máximo el balón pero aun sabiéndolo es complicado de defender y contrarrestar”. 
 
Pero de la agonía que vivió en lo personal, también quiso resaltar el trabajo y la actitud de los jugadores: "En líneas generales mi equipo ha hecho lo que habíamos planeado: venir a jugar fuera de casa, a un campo como éste, que es difícil, a por los tres puntos, sin especular. Y lo hemos hecho al inicio del partido, cuando ganábamos 0-1, lo hemos hecho hasta el final del partido, incluso demasiado porque en los últimos minutos, a no ser que marques gol, casi es mejor tener una posesión de balón larga y llevar el balón al córner”.
 
Y es que, pese a los riesgos que tomó el equipo, Luis Enrique elogió la actitud que los jugadores demostraron en el Ciutat de València: "Prefiero ver a mi equipo valiente, atrevido e intentando ganar los puntos que no temeroso. Y en ese sentido felicito a todos mis jugadores”, sentenció.