La Liga acaba de terminar y el Celta ha cuajado un gran año. El balance es claramente positivo. Pero eso fue ayer y, en fútbol, el ayer sirve de poco. En Praza de España ya están moviendo la maquinaria y el primer paso ha sido perfilar las piezas clave de la parcela deportiva. Miguel Montes Torrecilla ha renovado por dos temporadas y Eduardo Berizzo será el entrenador celeste por otras tantas campañas.
El Toto entre ceja y ceja
Hace un par de semanas, la marcha de Luis Enrique del club solo eran “especulaciones” según el técnico asturiano, especulaciones que finalmente se hicieron realidad. En una fulgurante rueda de prensa antes del último partido del equipo en Mestalla, el entrenador anunció que se iba. Y aun a pesar de que solo fuera rumorología (siempre según el gijonés), el club celeste ya empezó a agitar el manzano para encontrar entrenador para la próxima temporada.
No había tiempo que perder, y desde Praza de España se pusieron manos a la obra para encontrar el primer fichaje de la temporada, el que liderase el proyecto, sobre el que confingurarlo. Un entrenador que diera continuidad a lo hecho por Luis Enrique pero que llevase al Celta al próximo nivel. Sonaron varios nombres: Ricardo Gareca, Luis García, Michael Laudrup, Paco Jémez… Pero uno por encima de todos: Eduardo Toto Berizzo. El exfutbolista del Celta ha sido la primera opción desde el principio y el argentino devolvió el interés rechazando a los dos clubes más importantes de Chile, país en el que llevó al modesto O’Higgins de Rancagua a ganar el primer título de Liga de su historia. El entrenador ha dicho no a Universidad Católica y Universidad de Chile para venir al Celta.Un club que fue su casa y a la que regresa. Cuatro años defendiendo la camiseta celeste en la mejor etapa histórica de la entidad han calado hondo en el argentino, para el que entrenar en Vigo se convirtió en su máxima prioridad, además de en una enorme ilusión por regresar a un lugar en el que siempre aseguró sentirse muy querido.
Y cuando dos quieren, las cosas suceden. Faro de Vigo lo adelantó esta mañana y la web del club ya lo ha hecho oficial. Berizzo será el entrenador del Celta. Con las dos piezas principales del entramado deportivo cerradas, el trabajo para enfilar la siguiente temporada puede comenzar.
Mismo vestido con nuevos complementos
Habrá que esperar para comprobar cuál es la apuesta futbolística de Berizzo pero, como alumno de Bielsa que fue, todo indica que tiene muchas similitudes con la de Luis Enrique. Además, los entrenadores siempre se tienen que adaptar a los jugadores y la plantilla del Celta está confeccionada para practicar un estilo de juego muy concreto. Para dar una vuelta hacia una propuesta más física, más defensiva, haría falta una pequeña revolución, cosa que se antoja muy improbable teniendo en cuenta el proyecto del club y las grandes prestaciones que ha dejado este grupo de jugadores en la recién finalizada campaña.
Se aproxima un verano animado, aunque no tanto como los anteriores. En principio solo se esperan las salidas de los cedidos. Rafinha volverá al Barça. Una vez de regreso en el club culé, Torrecilla podría plantearse pedir un año más de cesión, aunque el gran rendimiento del hijo de Mazinho y la renovación que presumiblemente afrontará el Barcelona, ponen muy complicada esa opción. También expira el contrato de Íñigo López, que regresará al PAOK de Salónica tras llegar en enero. A pesar de que el central riojano cumplió cuando fue requerido, parece contar con pocas opciones de que el club vigués mueva ficha para quedárselo en propiedad.
Aurtenetxe volverá al Athletic. No parece que el Celta se planteé negociar por prolongar el préstamo o por un traspaso. El defensa vasco no terminó de convencer. La misma suerte correrá Welliton, el gran fiasco de los fichajes este año. El brasileño apenas jugó cuatro minutos con la celeste y pronto dejó de contar para Luis Enrique ante su nula implicación, su escasa voluntad de trabajo y su consecuente mal estado de forma. Todo ello con la guinda que supuso su affair nocturno, cuando fue detenido por conducir a gran velocidad quintuplicando la tasa de alcohol permitida en sangre, con seis ocupantes en un coche de cinco y tras saltarse varios semáforos en rojo a las cinco de la mañana.
En el mismo capítulo de cesiones, pero en sentido inverso, destaca sobre todas el regreso de Jota Peleteiro. El canterano está maravillando con su fútbol en la Liga Adelante en el Eibar y, con la madurez que aporta la experiencia, puede ser un jugador muy importante en el Celta 2014/2015. Samuel Llorca y Jonathan Vila también regresarán, de Alavés y Beitar de Jerusalén respectivamente. Su futuro está en el aire y será Berizzo el que decida.
En el apartado de fichajes, Torrecilla podría vivir un deja vú. La salida de Aurtenetxe vuelve a poner de manifiesto la necesidad de fichar un lateral izquierdo. Si bien Jonny ha rendido a un nivel espectacular en esa posición, sería muy arriesgado afrontar una temporada con solo dos laterales (el propio Jonny y Hugo Mallo). Otro puesto que eternamente suena para reforzarse será el mediocentro. La cuesta debajo de Oubiña es evidente y aunque Krohn-Dehli estuvo notable y Fontàs puede jugar ahí, todo hace indicar que el fichaje de un cinco será una cuestión prioritaria.
A partir de ahí, Berizzo decidirá. El nuevo técnico celeste hará sus peticiones al club para reforzar al equipo, aunque en ningún caso habrá una revolución. Podría llegar un central (suena Julio Barroso del Colo-Colo como primera petición del Toto) y quizá algún atacante (las especulaciones sobre el regreso de Aspas siguen ahí). Pero la sensatez invita a pensar que será el grueso del bloque que consiguió la novena plaza esta campaña, el que seguirá tirando del barco celeste en Primera División, aunque esta vez con un nuevo timonel.