El derbi gallego está de vuelta. Después de ausentarse el año pasado, debido a la estancia del Deportivo en Segunda División, el partido de mayor rivalidad del fútbol gallego volverá a celebrarse en Liga. Sin embargo, antes de los choques oficiales, ambos clubes protagonizarán un amistoso en el que la recaudación íntegra irá destinada a recaudar fondos para el fútbol base. Para la cantera. Para unos jóvenes que son el futuro del Celta, del Deportivo, del fútbol gallego.

Pero, ¿cómo trabajan la cantera los dos equipos gallegos por excelencia? En la actualidad, el Celta le lleva bastante ventaja al Deportivo. Tanto en jugadores de la casa en la primera plantilla, como en exportación a otros clubes. La primera plantilla blanquiazul cuenta con cinco futbolistas formados en el club, mientras que la celeste tiene once.

Una cuenta pendiente

Ni la enorme deuda que ahoga al Deportivo, ni su paso por Segunda División, parece haber cambiado demasiado su política de cantera. El club herculino nunca ha sido devoto de este modelo en las vacas gordas, pero tampoco parece abrazarlo ahora que los éxitos quedan lejos. En la plantilla con la que Víctor Fernández afrontará el retorno a Primera División hay cinco canteranos deportivistas: Pablo Insúa, Alex Bergantiños, Juan Domínguez, Juan Carlos y Diego Seoane. El técnico maño ya le ha comunicado a este último que no cuenta con él. Juan Carlos está en una situación parecida y suena para reforzar al Real Zaragoza en Segunda División. Si ambos salen, la nómina de jugadores de la casa se reduciría a tres.

Solo tres canteranos tienen posibilidades reales de jugar en el Deportivo

Insua, Bergantiños y Juan Domínguez pelearán por un puesto de titular. El central ha sido la gran sensación de la temporada pasada y sus altas prestaciones parecen asegurarle un puesto en una zaga bajo mínimos en este momento. El mediocentro tendrá que trabajar duro un año más, como siempre ha hecho. Ha necesitado demostrar su fútbol cedido en el Xerez, Granada y Nástic, para ser reconocido en su casa. En el caso de Juan Domínguez, probablemente el futbolista más talentoso de la cantera del Dépor en mucho tiempo, entra en su último año de contrato y parece complicada su renovación, con lo que se iría gratis al término de la presente temporada.

Bergantiños, uno de los tres canteranos deportivistas. (Foto: Carla Cortés | VAVEL).

A pesar de que tres futbolistas con posibilidades reales de jugar parecen pocos, no hace demasiado tiempo que el Deportivo presentaba plantillas sin canteranos o con su presencia reducida a algo testimonial. En ese sentido, la entidad herculina ha manifestado en varias ocasiones que su idea es trabajar para generar jóvenes valores en Abegondo y no hace mucho, uno de los mejores canteranos que ha dado el club, Fran, ha declarado que el Celta es un modelo a seguir en ese sentido.

Sin embargo, las cosas no parecen tener visos de cambiar. Bicho, el futbolista más prometedor de la cantera blanquiazul ha sido cedido al Barcelona B dos años, en un extraño movimiento. Si el talentoso mediapunta rinde a buen nivel, parece seguro que el club culé se lo quedará en propiedad. Otros jugadores de calidad como Iago Iglesias o Iván Pérez, no han encontrado su sitio en el club y tras dar tumbos por varios equipos han acabado en Segunda B, en el Racing de Ferrol y el Compostela, respectivamente.

Poco producto exportado

Si la primera plantilla deportivista presenta pocos canteranos, menos halagüeña resulta su diáspora. En Primera División, el atacante del Córdoba, Xisco, es el único representante de Abegondo. El mallorquín llegó al Deportivo en edad juvenil y estuvo en dos etapas diferentes en la entidad herculina, con un traspaso al Newcastle por el medio. El centrocampista del Elche, Mosquera, nació en A Coruña y llegó a entrar en el Dépor, pero a los 12 años fichó por el Madrid, que se encargó de formarle como futbolista.

Muy pocos canteranos deportivistas a primer nivel futbolístico

En Segunda, en el CD Lugo, militan canteranos herculinos como Luis Fernández, Carlos Pita o Dani Mallo. La diáspora de la cantera coruñesa se completa con destinos tan exóticos como Tailandia, China o Irak, en dónde se desempeñan Rochela, Cancela o Iván Carril. Piscu, que llegó a jugar en Primera y salió en medio de litigios contra el club, continúa su carrera en Canadá, en el Montreal Impact. Destinos variopintos, pero ninguno de primer nivel. Se podría decir que el último gran exponente de la plantilla blanquiazul ha sido Francisco González, Fran. El centrocampista de Carreira fue uno de los grandes activos del Super Dépor que conquistó los titulos que figuran en las vitrinas de la entidad coruñesa. Su hermano, José Ramón, también jugo en el deportivo, aunque no tuvo el éxito ni la continuidad de Fran, que cada verano sonaba como posible fichaje para grandes equipos como Real Madrid o Barcelona. Finalmente no fue así y el centrocampista desarrolló toda su carrera el Dépor.

Una apuesta, una realidad

En las últimas décadas, en un vicio propio de la mayoría de los clubes españoles, el Celta no se destacó por apostar por la cantera. Fichajes de foráneos eran la receta para afrontar las temporadas y pocos, muy pocos futbolistas de A Madroa, aparecían en el equipo celeste en los 90 y a principios del 2000. Sin embargo, la necesidad hace la virtud. La estancia del equipo vigués en Segunda durante cinco años, así como los problemas económicos, dejaron como única salida el modelo de cantera para sobrevivir. Años después, el club está saneado y con una plantilla de calidad. Un éxito que no se entiende sin la aparición de Paco Herrera. El técnico catalán no fue solo el del ascenso, también fue el que dio la oportunidad a promesas en su día, que hoy son realidades. Hombres como Aspas, Túñez, Hugo Mallo, Jonny, Toni, Madinda, Jota, Álex López o Santi Mina, salieron a la palestra de la mano de Sir Paco, el hombre que relanzó la cantera formada en A Madroa.

Jonny, plenamente asentado en la primera plantilla. (Foto: Carla Cortés | VAVEL).

La trayectoria ascendente del Celta en las últimas temporadas está claramente influenciada por jugadores salidos de la cantera. Un nombre asoma por encima de todos: Iago Aspas. El atacante de Moaña hizo dos goles contra el Deportivo Alavés que significaron asegurar la permanencia celeste en Segunda, evitando así su más que posible desaparición. Mejor delantero de Segunda el año del ascenso, con una muy buena temporada de debut en Primera, su traspaso al Liverpool FC dejó en las arcas de Praza de España nueve millones de euros, que han saneado todavía más la saludable economía del club.

El modelo de cantera está plenamente instaurado en el Celta

En la actualidad, la primera plantilla del Celta cuenta con diez canteranos: Sergio Álvarez, Rubén Blanco, Hugo Mallo, Jonny, David Costas, Borja Oubiña, Álex López, Levy Madinda, Jota Peleteiro y Santi Mina. A ellos podrían sumarse David Goldar, Samu y, sobre todo, un Borja Fernández que ha dejado unas fantásticas sensaciones en la pretemporada. De todos ellos, uno de los dos porteros será titular, Hugo Mallo es un fijo en el once y, ante la lesión de Oubiña, será el capitán del equipo en la primera fase del campeonato. El resto cuenta con muchas opciones de tener minutos. Jonny fue clave el año pasado en el lateral izquierdo y en este competirá y relevará tanto a Planas en ese costado como a Hugo en el derecho. Álex López peleará para ser de la partida en todos los encuentros y Madinda y Santi Mina pueden dar un paso adelante en su progresión. Jota vuelve como el mejor jugador de Segunda, dispuesto a demostrar que le sobra calidad para jugar en Primera. Sobre el papel es Costas el que parte con menos posibilidades, perfilado como el cuarto central de la plantilla por detrás de Cabral, Fontàs y el recién llegado Sergi Gómez. Habrá que ver como se desarrolla el campeonato y las oportunidades de las que dispone el defensor de Chapela.

Hugo Mallo, capitán en ausencia de Oubiña. (Foto: Antonio L. Juárez | VAVEL).

Cantera celeste, bien representada

La factoría A Madroa ha generado jugadores de calidad en los últimos años. Los que por una cosa u otra salieron del Celta, han encontrado sitio en clubes de alto nivel. El último de ellos ha sido Yoel, rumbo al Valencia a cambio de dos millones de euros. El portero cuajó una gran temporada que, unida a su último año de contrato, le ha llevado a salir hacia el club ché, en el que tendrá que competir con un duro rival por defender la portería valencianista como es Diego Alves, uno de los mejores guardametas del campeonato. A las orillas del Turia le acompañará Rodrigo, que tras pasar por las inferiores del Real Madrid y despuntar como profesional en el Benfica, vuelve a España. Este año se enfrentará por primera vez al Celta, club en el que militó brevemente tras su formación en el URECA de Nigrán, junto a sus primos Rafinha y Thiago Alcántara.

Muchos canteranos celestes se desempeñan al máximo nivel

La Primera División española cuenta con más representantes de la cantera celeste. Iago Aspas, probablemente el mejor futbolista salido de A Madroa en los últimos tiempos, ha salido del Liverpool para fichar por el Sevilla FC. La experiencia inglesa fue negativa, y la Liga BBVA recupera a un gran jugador, que también este año se enfrentará por primera vez al equipo de su vida. En Nervión le acompañará Denís Suárez, otra de las perlas de las categorías inferiores célticas. El centrocampista fue traspasado al Manchester City hace tres años. La temporada pasada, el FC Barcelona se hizo con sus servicios para su filial y tras una magnífica campaña en Segunda, el equipo hispalense se ha hecho con su cesión, para que termine de explotar su talento en la capital andaluza y en Primera. Roberto Fernández, portero del Granada, Iago Bouzón en el Córdoba o Roberto Lago, en el Getafe, completan una amplia representación celeste en la élite del fútbol español.

Yoel, el último en salir. (Foto: Santiago Pérez | VAVEL).

El Celta también tiene representación en el extranjero. Podría decirse que Michu no es canterano celeste como tal, ya que llegó al filial tras haber debutado en Segunda B con el Oviedo. Sin embargo, como representante de las categorías inferiores del club vigués, ha destacado en Rayo y Swansea, lo que le ha valido para firmar por el Nápoles y para debutar con la selección española absoluta. Joselu también compite al máximo nivel, en una liga tan potente como la alemana. Después de dejar 1'5 millones en las arcas celestes al fichar por el Madrid, donde no cuajó a pesar de firmar buenas campañas en el Castilla, el de Silleda se fue a la Bundesliga y su desempeño en Hoffenheim y Eintracht ha sido notorio, haciendo muchos goles y ganándose un nombre en un campeonato tan exigente como la Bundesliga.

Ni siquiera los más exóticos destinos escapan a la representación celeste. Andrés Túñez juega en Tailandia, en el Buriram, donde comparte vestuario con el canterano deportivista Rochela. Dani Abalo se desempeña en el Ludogorets búlgaro, con el que ha ganado la Liga y la Copa en el país centroeuropeo y con el que disputará la edición de este año de la Liga de Campeones. Su equipo ha quedado encuadrado en el grupo del Real Madrid y del Liverpool. Antonio Dovale, Toni disputa la MLS con el Kansas City. Jonathan Vila, que estuvo en Israel junto a Túñez el año pasado, ha fichado por el Real Oviedo para tratar de ayudar a devolver al histórico asturiano a Segunda División, poniendo su granito de arena en un proyecto con grandes futbolistas como Esteban, Héctor Font o Linares.

Cuando la pelota eche a rodar en Pasarón el próximo miércoles, lo hará para ayudar a que la cantera gallega siga creciendo. Para que el Deportivo pueda hacer realidad un modelo en el que primen jugadores de la casa. Para que el Celta pueda seguir manteniéndolo. Para que salgan más Juanes Domínguez, más Iagos Aspas, más Pablos Insuas, más Hugos Mallo, más Santis Minas. Más jugadores de la casa, que sientan sus clubes, que acerquen el fútbol a la gente y que pongan más raciocinio en este loco mundo de desembolsos millonarios.