Grande la fiesta del fútbol galaico la que se vivió en el Estadio Municipal de Pasarón, donde el Real Club Celta se llevó el I Trofeo Federación Gallega de Fútbol, a beneficio del fútbol base gallego, reinando la deportividad en el césped en y en las gradas, con ambas aficiones entregadas a sus respectivos colores.

El conjunto blanquiazul, esta noche estrenando indumentaria granate, no pudo con las acometidas del Celta, quien ya en el minuto 5 de partido avisó mediante una incursión de Larrivey y tres minutos después sería Álex López, muy activo hoy, quien centró y Fabricio tuvo que salvar cuando Orellana se quedó sólo ante el guardameta deportivista.

Y así continuó el festival de juego celeste. Nolito la tuvo al cuarto de hora, atajando con acierto Fabricio. Posteriormente Krohn-Delhi y Larrivey volvieron a intentarlo.

Media hora tardó el Deportivo en llegar a los dominios de Sergio

No sería hasta transcurrida la media hora de juego cuando un providencial Sergio atajó un potente disparo de Toché.

En esta fase de juego el Celta empezó a relajarse. Con todo, el Deportivo sólo merodeaba los dominios de Sergio al contragolpe. En una de estas incursiones, Fontàs se vio obligado a atajar en falta a Fariña, cuando éste ya enfilaba el área céltica.

En el 41 le fue anulado un gol a Wilk por encontrarse en posición antirreglamentaria.

Así se llegó al descanso. Tras la reanudación, más de lo mismo. El Celta, efectivo en su juego, salió con el mismo once que salió de inicio, mientras que el Deportivo, tal vez con menos rodaje que los vigueses, hizo una revolución en su once, cambiando a seis de sus efectivos.

Tras el descanso, el Deportivo revolucionó su once; el Celta lo mantuvo

Sin embargo, no cambiarían las cosas, siguiendo el partido de dominio absoluto del Celta. Y a los tres minutos de la reanudación, llegó el primero de los goles para los de Vigo. Nolito aprovechó un error garrafal de Juan Domínguez, quien erró en su pase y el gaditano aprovechó muy bien, tirando un misil desde la frontal del área.

El Celta a partir de aquí bajó un poco las revoluciones, pero siguió dominando en la posesión del balón. El Deportivo aprovechó esta relajación para aproximarse a la portería de Sergio, pero fue más un espejismo.

Álex López lo volvió a intentar, yéndose alto su disparo. Posteriormente fue Cabral, de cabeza, marchándose a córner. Luego Kronn-Delhi lo intentó desde lejos.

Álex López encara a Fabricio.

El Deportivo sólo llegaba a los dominios del Celta, cuando éste levantaba el pie del acelerador

En el último tercio de partido los dos conjuntos aprovecharon para realizar cambios en sus equipos, pero seguía siendo el Celta el que llevaba la batuta. Y como premio a su mejor juego, llegó el segundo, un gol de bella factura con la marca de Larrivey y la fabricación de Madinda y Orellana. El gabonés vio la posición del chileno y le pasó el balón en profundidad y desde la banda izquierda, Orellana centró para que Larrivey remachara de tiro potente y cruzado desde la derecha a lo que nada pudo hacer Fabricio.

Con el partido ya resuelto, el Celta volvió a levantar el pie del acelerador, pero las llegadas del Deportivo eran bien solventadas por el guardameta Sergio o la defensa céltica.

Así se llegó al final con un Celta justo vencedor del I Trofeo Federación Gallega de Fútbol, un torneo que nace con visos de continuidad en años venideros.

Público ejemplar, sólo deslucido al final

El comportamiento del público de ambos bandos, exquisito hasta entonces, se vio ciertamente empañado al invadir el campo un nutrido grupo de gente muy joven, que no se retiraba del terreno de juego, pese a los avisos que desde la megafonía se transmitía en este sentido, dificultando la entrega del trofeo al ganador.

Celta y Deportivo volverán a verse las caras dentro de un mes, en Balaídos, esta vez ya en competición regular de Liga. Será en la quinta jornada, el martes 23 de septiembre a las 22 horas. La historia entonces, a buen seguro, será diferente.