Segunda jornada de la Liga BBVA 2014-15. Un nuevo sábado amanece en el fútbol español y se despierta con un encuentro entre dos equipos con objetivos distintos a corto plazo. A pesar de que tanto Córdoba como Celta parten esta temporada con el horizonte bañado en el anhelo de la permanencia, la primera jornada denotó en los andaluces un mayor regusto a necesidad de trabajo que en los vigueses. Encontrar sensaciones y confirmarlas, dos niveles de atención diferentes que se cruzan en un mismo punto.

El Córdoba de Ferrer ha comenzado la temporada de la forma esperada: cayendo ante el Real Madrid de Carlo Ancelotti. A pesar de la derrota, la labor de los cordobeses se alejó enormemente de la nimiedad. El trabajo en la medular del club verdiblanco logró, en ciertos tramos del encuentro, ensombrecer la indudable calidad creativa del conjunto blanco, plantando cara en todo momento y sin perder la ilusión en ningún momento del partido. Mantener la premisa se presume esencial, a pesar de que todavía debe ser desarrollada con mayor garra.

En Vigo todo son festejos. El conjunto celeste vive un momento extremadamente dulce, con una victoria contundente ante el Getafe en Balaídos que confirmó lo que las sensaciones previas ya venían augurando. El sistema introducido por Berizzo funciona en competición oficial, y lo hace con unas garantías alejadas de las expectativas iniciales. Sólo un detalle, la continuidad, obstaculiza ya el camino de un equipo que parece, al fin, hallar su camino espléndidamente despejado.

A pesar de todo ello, si en algo coinciden ambos equipos es en su extrema necesidad de mantener los pies en el suelo. No cegarse por los éxitos ni dejarse llevar por el resquemor de la derrota. La fiesta acaba de empezar, e innumerables sorpresas restan por ser descubiertas.

Y Berizzo triunfó

El escepticismo todavía era un enemigo común en Vigo la pasada semana. A pesar de la extraordinaria recta final del Celta de Luis Enrique la pasada temporada y del gran rendimiento exhibido en pretemporada ante clubes de alto nivel, la competición oficial se vislumbraba como un mundo distinto, en el que todo debía ser demostrado partiendo desde cero. Con ello en la cabeza, Eduardo Berizzo tomó la batuta e hizo brillar a la orquesta. Tanto que el respetable no pudo contener sus lágrimas de felicidad al término de la obra.

Berizzo, garra y agresividad (Foto: Marta G. Brea / Faro de Vigo).

La inducción de la presión al estilo combinativo celeste ha resultado un acierto de magnitud insondable. Pulsando ese interruptor, el técnico argentino ha logrado imprimir al club vigués el carácter del que carecía el pasado año y la agresividad cuya ausencia les impidió volar más alto de lo finalmente conseguido.

Mantener, con ello, la identidad futbolística de aprecio por el esférico, electricidad en ataque y vistosidad en el juego se presentaba como una tarea de ardua complicación. A pesar de ello, el cóctel ha resultado explosivo. Las piezas encajan y lo hacen en base a la preparación física individual a la que todos los jugadores se han visto sometidos en el período estival. La exigencia de Berizzo es máxima y sus hombres están dispuestos a cumplimentarla. A partir de ahí, la compleja construcción se convierte en un simple castillo de arena.

Yo, yo mismo y Nolito

Si una causa del éxito celeste debiese ser resaltada, esa sería la celestial aparición de la mejor cara del extremo gaditano. Tras una temporada en la que el nivel no cesó en su crecimiento en todo el año, Berizzo fue consciente de que la 2014-15 debía ser la temporada de Manuel Agudo Durán, mejor conocido futbolísticamente como Nolito.

Nolito, la magia en la tempestad (Foto: Santi Pérez | VAVEL).

Su preparación física ha sido difícilmente descriptible, y su mejoría es un hecho absolutamente inapelable. La imagen de ver a un jugador como Nolito presionando en el área rival tras 90 minutos de juego y con un 3-1 favorable en el marcador semejaría una idiotez en la retina de cualquier celtista un año atrás. A pesar de todo, ahora no es más que una aplastante realidad.

Nolito simboliza electricidad, técnica, desborde, visión, último pase y gol. Caracterizado por poseer las cualidades de un extremo puro a la antigua usanza, sus diagonales y su oportunismo están al borde de convertirse en religión en Balaídos. El mejor Nolito es, sin duda, la gran incorporación del Real Club Celta de Vigo para la presente temporada.

Cuestión de centrocampistas

El centro del campo vigués se ha convertido, por fortuna, en un lugar sumamente transitado en los últimos meses. Las alternativas no han cesado de brotar, mientras el rendimiento de todas ellas se disparaba en lo que supone una competitividad magnífica para los intereses deportivos del club. Lograr un puesto en el trivote celeste es, actualmente, un reto difícil de conseguir.

El puesto de '5' abre la veda del debate. El rendimiento del canterano Borja Fernández distó ligeramente de lo esperado en su debut liguero, sufriendo con severidad las embestidas a sus espaldas de Sammir y Pablo Sarabia, y viéndose desbordado en varias ocasiones por la fortaleza en tres cuartos de campo del Getafe. Su juventud, además, hace pensar que quizá sea el momento para que el serbio Nemanja Radoja se estrene como titular. A pesar de ello, la confianza que Berizzo ha depositado en el canterano podría mantenerse.

Radoja podría tener su primera oportunidad en el once

Por delante, la llegada de Pablo Hernández intensifica, si cabe, más la batalla por las dos posiciones de interior por delante del pivote. Krohn-Dehli y Álex López brillaron en ellas ante el Getafe, aunque Augusto Fernández también realizó un gran papel durante los minutos de los que dispuso sobre el césped. La irrupción del chileno y la sombra de un Lèvy Madinda que no cesa en su búsqueda abren compleamente el abanico de posibilidades para la creación del fútbol vigués.

Vine, vi, vencí

Otra de las grandes sensaciones en este inicio de temporada está siendo Joaquín Larrivey. El espigado punta de origen argentino ha desbancado a Charles Dias, delantero titular del Celta de Vigo durante toda la pasada campaña, y lo ha hecho únicamente en base a sus propios méritos. Su excelencia en su primera titularidad, motivo adicional para que Eduardo Berizzo continúe depositando sobre sus hombros la responsabilidad goleadora del conjunto vigués.

Larrivey, el conquistador del cielo vigués (Foto: Santi Pérez | VAVEL).

Lejos de la versatilidad de Charles, Larrivey es un delantero con un perfil mucho más definido. Un rematador nato, un hombre de trabajo y un portento en el juego aéreo. En un equipo en el que la altura no destaca como cualidad preponderante, su presencia tanto en área propia como rival otorga una seguridad abrumadora a balón parado. Una seguridad que en Vigo no están acostumbrados a sentir desde hace un tiempo razonablemente considerable.

Pese a ello, la indudable calidad de Charles hará que Joaquín Larrivey no se acomode en lo ya logrado, y opte por mantener su línea ascendente. La rotación entre ambos en función de las necesidades del encuentro es, además, un aliciente más que demuestra la mejoría de la plantilla celeste con respecto a la que poseía la pasada campaña.

Permanecer y crecer

Como para todo equipo recién ascendido, el principal y, a priori, único objetivo del Córdoba para esta temporada es el de alcanzar la supervivencia, la salvación: mantenerse un año más en la máxima categoría del fútbol español. A pesar de ello, el club entrenado por Albert Ferrer ha diseñado, hábil, a un conjunto muy capaz y competitivo, apuntalando a la plantilla con fichajes de entidad y reforzando la identidad del equipo desde dentro, proporcionando confianza a los héroes del ascenso. La mezcla de esas dos variables será un pilar del éxito verdiblanco.

Bajo la portería cordobesa brilla Juan Carlos, un meta formado en las categorías inferiores del Rayo Vallecano y que llegó a las filas del conjunto andaluz en el verano de 2013 para hacerse con una titularidad que ya no se le escaparía. En la recámara, además, aguarda el veterano Mikel Saizar. En la línea defensiva, un viejo conocido de la afición celeste como es Íñigo López lidera el centro de la zaga acompañado por el joven serbio Aleksandar Pantic, con otro exceleste como Iago Bouzón como reserva principal. En las bandas, Adrián Gunino y Dani Pinillos mantienen el puesto, siendo los laterales la pieza que menos ha variado con respecto al pasado curso.

Córdoba, una ciudad reunida sobre su club (Foto: Carla Cortés / VAVEL).

El cerebro de operaciones en este Córdoba halla su representación física en el italiano Fausto Rossi, quien disputó la pasada campaña en el Valladolid debido a un préstamo de su club de origen, la Juventus de Turín. A su lado en el doble pivote, el tercer exjugador del combinado céltico que milita en el Córdoba, Aritz López Garai, se encarga de cubrirle las espaldas y realizar el trabajo sucio. El camerunés Patrick Ekeng Ekeng, recién llegado desde el Lausanne-Sport suizo, buscará demostrar sus cualidades físicas y su llegada desde el banquillo.

El ataque es, quizá, la zona de influencia más potente del equipo dirigido por Ferrer. Con unos jugadores de banda excepcionalmente desequilibrantes del nivel de López Silva (héroe del ascenso), Fidel, Fede Cartabia o José Crespo, el juego ofensivo del Córdoba adquiere una verticalidad extraordinaria, permitiendo, además, asumir más galones al joven Ryder Matos, mediapunta llamado a ser la magia del conjunto franjiverde. En punta, los goles son responsabilidad de Mike Havenaar y Xisco, dos jugadores de perfil muy distinto pero con un objetivo común: batir la meta enemiga.

Antecedentes

Históricamente, el Celta de Vigo ha sido un conjunto complicado para los intereses del Córdoba Club de Fútbol. De las 18 ocasiones en que ambos se han medido, sumando Liga BBVA, Copa del Rey y Liga Adelante, los andaluces sólo han logrado imponerse en tres de ellas, mientras los vigueses se han llevado exactamente la mitad de los partidos disputados.

Los celestes celebran el ascenso en 2012 tras empatar ante el Córdoba (Foto: La Voz de Galicia).

El inicio de la historia entre ambos clubes se remonta hasta finales de la década de los 60, cuando se midieron en una eliminatoria de la por aquel entonces denominada Copa del Generalísimo. En ella, los vigueses se impondrían, al igual que volverían a hacer en el año 1977, cuando la transición democrática ya había otorgado al trofeo su nombre actual. Los dos equipos en cuestión también tuvieron oportunidad de cruzarse en el último año del Córdoba en Primera División, es decir, la temporada 1971/72, en la que el Celta venció por 2-0 en Balaídos mientras el Arcángel registraba un insulso 0-0. Ese año, los andaluces se sumirían en el pozo del descenso, del cual no han logrado emerger hasta ahora.

A pesar de todo, lo fructífero de la relación entre Celta y Córdoba ha tenido lugar en la última década, en la que ambos han compartido seis años en la divisón de plata del fútbol español. Los tres últimos encuentros entre ambos se resolvieron de igual forma, con un 0-0 en el marcador, siendo el último de ellos el más especialmente recordado por la afición viguesa, pues fue el que permitió a los celestes regresar a la Liga BBVA un lustro más tarde de su última aparición en ella.

Balance Córdoba-Celta Partidos V. Córdoba Empates V. Celta
TOTAL 18 3 6 9
Liga BBVA 2 0 1 1
Copa del Rey 4 1 1 2
Liga Adelante 12 2 4 6

Convocatorias

Albert Ferrer y Eduardo Berizzo ya han diseñado sus segundas convocatorias para el incipiente curso. Dos listas de 18 y 19 jugadores, respectivamente, destinados a decidir en desenlace de los tres puntos que ambos equipos se jugarán esta tarde de sábado en el césped del Nuevo Arcángel. Ambos conjuntos se presentarán al duelo sin novedades extremadamente destacables en sus listas, aunque sí con ciertas variaciones con respecto a las escogidas el pasado fin de semana.

Por los locales, cabe destacar la baja de José Ángel Crespo, titular ante el Real Madrid por la banda derecha del ataque cordobés y que se perderá este encuentro por problemas físicos. Por decisión de Ferrer, también se queda fuera de la lista el centrocampista Abel Gómez, un fijo la pasada campaña en la medular. En sustitución de ambos, gozarán de una oportunidad en la convocatoria el joven lateral derecho Edu Campadabal y el mediapunta Borja García, recién llegado desde el Real Madrid Castilla este verano.

En lo que se refiere a la lista proporcionada por Berizzo, la única novedad que refleja es la incursión en la misma del chileno Pablo Hernández, quien, una vez recuperado de su lesión, tendrá la oportunidad de debutar como celeste. Santi Mina y David Costas, en la otra cara de la moneda, vuelven a ser descartados por el técnico argentino, mientras Borja Oubiña continúa siendo la única baja por lesión para los de Vigo.

Córdoba

Porteros: Juan Carlos y Saizar.

Defensas: Campadabal, Gunino, Pinillos, Pantic, Íñigo López y Bouzón.

Centrocampistas: Ekeng, López Garai, Rossi, Fede Cartabia, Borja García y López Silva.

Delanteros: Matos, Fidel, Mike Havenaar y Xisco.

Celta

Porteros: Sergio y Rubén.

Defensas: Hugo Mallo, Fontàs, Jonny, Sergi Gómez, Planas y Cabral.

Centrocampistas: Pablo Hernández, Radoja, Álex López, Madinda, Krohn-Dehli, Augusto y Borja Fernández.

Delanteros: Charles, Nolito, Larrivey y Orellana.

Posibles onces