El Celta de Vigo ha encontrado a su jefe de filas. De la mano de Luis Enrique, este central nacido en Bañolas (Girona) el 14 de noviembre de 1989, aterrizaba en Vigo en el verano de 2013 con una carrera que había perdido el ritmo meteórico de sus inicios en el filial barcelonista. Suplente en un descendido Mallorca, el estado físico y anímico del futbolista poni se hallaba mermado. Sin embargo, la confianza prácticamente ciega que el técnico asturiano depositó sobre su persona ha devuelto al que una vez fuese considerado un claro futurible para la selección española a su camino esperado. Una vez recuperada la fe en sí mismo y trabajado intensamente en el aspecto físico, Fontàs lidera con sobriedad la zaga viguesa. Y lo hace con garantías.

Su rendimiento en la pasada campaña, la de su debut en el Celta, puede describirse como una clara línea ascendente. Desde un inicio titubeante, con errores graves de marcaje y colocación y una acusada debilidad en su punta de velocidad, Fontàs ha sabido reconducirse y paliar sus defectos con su inteligencia táctica. Terminando el año como una pieza clave e indiscutible en el esquema de Luis Enrique, la llegada de Berizzo no ha cambiado un ápice el rol del gerundense en el once vigués. Junto a Gustavo Cabral, forma una pareja de centrales que combina la velocidad y garra del argentino con su temple, majestuosidad y salida de balón.

En una zaga en la que jóvenes jugadores como Carles Planas o Jonny Castro parecen haber conseguido las plazas de los laterales en detrimento de uno de los capitanes como es Hugo Mallo, la solidez mental de Andreu Fontàs se transforma en un valor esencial a la hora de encajar las piezas del puzzle defensivo celeste. A pesar de su falta de veteranía, el exjugador del Fútbol Club Barcelona ha asumido con entereza su rol de líder y, en los tres primeros encuentros del año, ha sabido desarrollarlo con garantías.

Optimismo de cara al futuro

El central poni destaca, además de por su tranquilidad sobre el césped, por su diplomacia tras los micros. En una entrevista concedida a Faro de Vigo este miércoles, Fontàs ha repasado la actualidad del club, analizado los errores cometidos en las tres primeras jornadas y valorado su estado de forma actual y su futuro a corto plazo.

Cabral, su compañero en la zaga (Foto: Santiago Pérez / VAVEL).

Ante lo acontecido el pasado sábado en Balaídos, cuando el Celta perdió dos puntos en el último suspiro al encajar un gol en propia portería, el zaguero celeste se ha mostrado calmado, asegurando que el equipo ha hablado de "lo que se puede mejorar y aprender de este tipo de situaciones", con el objetivo de "intentar que no se repitan". Además, no ha mostrado preocupación por el supuesto bajón físico que los jugadores vienen experimentando a partir del minuto 60 en cada encuentro. Sobre ello, asevera que la plantilla está "espectacular físicamente" y que la fuerte presión a la que someten a sus rivales desde el inicio del partido es "una baza a favor en lugar de algo que pueda pasar factura".

Acerca del dúo que forma en el centro de la zaga con Gustavo Cabral, Fontàs declaró sentirse "muy cómodo" pese a ser dos centrales "completamente diferentes". Mientras, en lo referido al próximo encuentro liguero del Celta de Vigo en el Vicente Calderón, el defensor del club vigués también deja sitio para el optimismo, señalando que llegan esperando "competir al máximo contra ellos", y añadiendo finalmente que a pesar de ser conscientes de que será "un partido muy difícil", llegan al Calderón buscando "los tres puntos y luchar del primero al último minuto".