Capacidad de adaptación. Versatilidad. Consciencia del sufrimiento. Pundonor. El Celta de la presente temporada goza de un amplio abanico de cualidades que le permiten desarrollar su fútbol en entornos tan adversos como el Vicente Calderón. El conjunto de Eduardo Berizzo consiguió sacar un punto donde muy pocos lo logran. Un empate que vale su peso en oro y que sirvió de colofón a un partido de lucha que cualquiera pudo llevarse.

El número de escuadras que han sido capaces de marcarle dos goles al Atlético en las últimas temporadas es más bien escaso. El cerrojo táctico que ha venido depurando Diego Simeone deja poco margen de maniobra. Tan solo una demostración de arrojo puede sacudir la defensa colchonera.

El Celta supo remover los cimientos del equipo madrileño. El estratosférico gol de Pedro Pablo Hernández dejó helado al feudo rojiblanco. Este revivió con dos topetazos que fueron servidos con la marca de la casa. Miranda y Godín salieron al rescate de su equipo para darle la vuelta a un partido que nunca estuvo decidido. En la segunda mitad, Planas consiguió forzar un penalti que acabó transformando Nolito. El reestablecimiento de las tablas en el marcador trajo la locura.

La caballería rojiblanca, comandada por Simeone desde su asiento en la grada, embistió con dureza. Pero el conjunto celeste aguantó. Lo hizo corriendo riesgos, con una larga gota de sudor atravesando la mejilla. Como en los grandes días. Este esfuerzo dejó el 2 - 2 como veredicto de un juego responsable que mantiene invicto al Celta. El equipo celeste ve como el derbi frente al Deportivo asoma a la vuelta de la esquina. Lo ve y lo siente. Nota que una de las grandes citas del calendario está a punto de llegar, una fecha en la que los dos equipos llegan en estados antagónicos.

(0-3: Muy mal / 4: Mal / 5: Regular / 6: Bien / 7: Bastante bien / 8: Muy bien / 9: Fantástico / 10: Excelente / S.C: Sin clasificar)

Entrenador: Eduardo Berizzo

7 | El objetivo inquieto de Jaime del Campo, fotógrafo de VAVEL, captó el saludo de rigor que Berizzo y Germán Burgos se dieron antes del inicio del partido. En ese protocolario gesto estaban incluídas las claves del partido.

El Toto portaba en su mano izquierda una cuidada hoja donde llevaba apuntadas las notas con las que frenó al Atlético. Capturar rebotes. Atención al cierre. No dejarles posesión. Un partido donde hay que saber sufrir. Estas son solo cuatro pinceladas de un esquema moral que acabó triunfando en territorio enemigo. 

Él y sus jugadores fueron capaces de atrapar al equipo colchonero en su campo. Desdibujaron la asfixiante presión e incluso controlaron el cuero cuando les fue concedido. Todo habría sido brillante de no ser por la incapacidad del Celta para defender las jugadas a balón parado. Sin negar que el equipo está trabajado, aunque queda pizarra por delante para pulir ciertos aspectos que separan a los celestes de los mejores. 

Sergio Álvarez

9 | Fue el hombre del partido. El Gato de Catoira hizo honor a su apodo y estuvo en todas. Ante las imprecisiones de sus compañeros en la defensa de las jugadas de estrategia, Sergio utilizó una receta de valentía. Saltó hacia todas direcciones y mantuvo vivo al Celta hasta el final. Nada pudo hacer en los dos tantos del Atlético, dos obras de ingeniería rojiblanca que no empañaron la extraordinaria actuación del meta celeste.

No falló al principio, cuando la banda izquierda fue una autovía para la incursión de jugadores como Juanfran. Tampoco erró luego de los goles recibidos, un tiempo en que los celestes se desmoronaron en el aspecto táctico. Y por supuesto estuvo acertado en el arreón final de los locales. Las paró de todos los colores. Frenó los intentos de Koke, Arda Turan y cualquiera que intentó llevar el balón al fondo de sus mallas. 

La sombra dejada por Yoel cada vez más difusa. Sergio está aprovechando la oportunidad que merecía. Es un portero veterano en las formas, pero joven y ambicioso en el fondo. Decisivo.

Hugo Mallo

7 | Fue una de las novedades en el once inicial de Berizzo. Como el resto de sus compañeros en la zaga, pasó por varias etapas a lo largo del partido. Las galopadas de Koke no le permitieron prodigarse en defensa. El gris partido de Álex López le convirtió en una pieza vulnerable por momentos. Se repuso y controló la respiración para fusionarse con el resto de sus compañeros en una retaguardia que consiguió repeler las acometidas finales del Atlético. Vivo.

Cabral

6 | Él y Fontás, su compañero en el centro de la zaga, vivieron una odisea para alejar la inmensidad de balones colgados con los que el Atlético intentó salirse con la suya. Pese a esta inestabilidad en el juego aéreo, Cabral y compañía invalidaron los recursos de jugadores como Raúl Jiménez o Griezmann. El grado de veteranía que a menudo saca a relucir no fue tan claro como anteriores citas. Solemne.

Fontás

6 | Compartió vicios y virtudes con Cabral. Acusó los cambios de ritmo que tuvo el partido. Sudó la camiseta. Rindió con mérito ante las combinaciones del equipo colchonero. Habilitó a Miranda en el segundo tanto del Atlético al recular antes de tiempo. Mejoró con el paso de los minutos y supo recuperarse de los goles. Cumplidor.

Planas

5 | Una exquisitez suya hizo caer a Miranda en una trampa que acabó en penalti. Este brillante detalle, decisivo a la postre, contrastó con su actuación defensiva. El barcelonés se mostró atolondrado. No supo responder a las llamadas de ayuda de sus compañeros y apenas mitigó el impacto de los golpes atléticos. Atolondrado.

Álex López

4 | Triste actuación del ferrolano. Apenas participó en la creación del juego celtiña. Sufrió frente a Koke. No fue su mejor día y acabó siendo sustituido por Nolito en el descanso. Este partido supuso una pérdida de enteros que intentará recuperar en las siguientes citas. Ausente.

Radoja

7 | El serbio ha conseguido adaptarse a su nuevo destino. Jornada tras jornada demuestra ser un jugador sacrificado al que no le importa bajar y subir las veces que haga falta. Tiró de contundencia para frenar el avance colchonero. Las tareas defensivas no le dejaron producir más juego ofensivo. En la segunda mitad, salvó un gol tras bloquear el avance de Griezmann. Aplicado.

Krohn-Dehli

6 | El motor del danés funcionó a ratos. Intentó imprimirle ritmo al juego celeste, pero no encontró correspondencia en el resto de sus compañeros. No era un partido propicio para disfrutar de su clase. A nivel individual rindió por debajo de sus posibilidades; a nivel colectivo aportó más coherencia al juego del Celta. Cabal.

Orellana

6 | Jugó a un ritmo menor al habitual. El chileno se libró de su marca en varias ocasiones. Con balón estuvo más cómodo que sin él. Se escapó varias veces por banda aunque no encontró correspondencia en ataque. Íntegro.

Larrivey

5 | No tuvo un partido lúcido. Con un Celta jugando de modo diferente a otras jornadas, el argentino estuvo falto de la chispa. Godín y Miranda no le dieron opción. Acabó sumándose a las tareas defensivas. Solo.

Pablo Hernández

8| Anotó un gol antológico. Su remate con el taco dejó boquiabierto al respetable del Vicente Calderón. Demostró tener recursos para desequilibrar cualquier partido. No tuvo miedo y afrontó con solvencia todos los envites. Actuación ilusionante de un hombre del que se esperan grandes cosas. Godín todavía está preguntándose cómo pudo sacarse ese remate de la chistera. Desequilibrante.

Nolito

7 |  Es el jugador con más confianza del Celta. Los astros están alineados a su alrededor. Nunca baja el nivel de atención. Salió y revolucionó el partido. No dudó en lanzar el penalti provocado por Planas. Le quitó el balón a Larrivey y anotó sin contemplaciones. Su empuje es imparable. Forzó el tercero tras presionar a Juanfran, quien chocó con Moyá. Ambos salieron ilesos del accidente y el tercer tanto celeste se quedó en deseos. Vigoroso.

Sergi Gómez

6 | Mejoró a la defensa celeste cuando más lo necesitaba. Taponó parte de los embates del Atlético y demostró un gran poderío físico.

Jonny

S.C | Fue una pieza más en la ensamblada zaga celeste. 

Martínez Munuera

6 | Supo controlar el tempo del partido. No se dejó amedrentar por el ambiente del Vicente Calderón. Tomó la decisión de pitar el penalti forzado por Planas, pero no cedió ante las presiones de los jugadores atléticos en las múltiples caídas que hubo en el área del Celta, sobre todo en el tramo final. Anuló al conjunto local dos goles. Acertó en ambas acciones.