Un partido con solera, con lustre, un derbi, no siempre deja goleadores ilustres a la altura del encuentro. El último goleador del Celta en un choque oficial de máxima rivalidad fue Park Chu-Young, que no es precisamente bien recordado en Vigo. El delantero coreano llegó a préstamo desde el Arsenal con vitola de jugador diferencial y se fue entre risas y bromas por el nefasto nivel que mostró en su año de cesión, el del regreso de los celestes a la máxima categoría: la temporada 2012/13.

Claro que el gol de Pedrito solo fue la punta del iceberg a un derbi de infausto recuerdo para la parroquia celeste. Los dos equipos ocupaban por entonces los dos últimos puestos de la clasificación. El Deportivo era el farolillo rojo, con 17 puntos y casi desahuciado. El Celta, algo más vivo, tenía 23, a tres de salir de la zona roja. Aquel partido era clave, casi una final, un paso adelante definitivo hacia la salvación.

Se habló mucho en Vigo durante la semana de asestar el zarpazo definitivo al eterno rival. No fue así. Riki muy pronto, luego Silvio con un golazo y Salomão para terminar, perforaron la red de Varas. Aspas se autoexpulsó por un cabezazo a Marchena, dejando a los suyos sin su mejor jugador en el derbi y en cuatro partidos más. Fue Park el que maquilló el resultado en el tramo final, rematando en el segundo palo un centro desde la derecha. Escaso bagaje para lo que se estaba jugando un Celta que todavía no había tocado fondo. A pesar de todo, fueron los celestes los que se quedaron en Primera y los blanquiazules los que se hundieron en Segunda al final de la campaña, en aquella mítica última jornada en la que los de las Rías Baixas se impusieron al Espanyol en Balaídos con gol de Natxo Insa y los de las Rías Altas cayeron en Riazor ante una Real Sociedad que se jugaba entrar al año siguiente en la Liga de Campeones.

Super Mario, el último en Balaídos

Pero cuando la pelota eche a rodar el martes a las 22:00 (sí, el martes a las 22:00), lo hará en Balaídos. Será un Celta-Dépor y no un Dépor-Celta. La última vez que los vigueses ejercieron de anfitriones, fue aquella misma temporada, en la primera vuelta. Otra vez, los celestes volvieron a quedarse en inferioridad numérica por expulsión de Cabral. Antes, al poco de empezar, Bermejo adelantó a los locales al culminar un contragolpe. Luego, Juan Domínguez igualó haciendo buena una magistral asistencia de Valerón. En la segunda parte hubo poco fútbol. Undiano Mallenco expulsó a Cabral y el Celta no tuvo más remedio que echarse atrás para defender el punto. El Dépor, sin ideas, apenas inquietó la portería de Javi Varas en un segundo acto deslucido por la expulsión del central argentino.

Bermejo fue clave en la temporada; Park no

A diferencia de Park, Bermejo sí fue clave aquel año. Su coraje le convirtió en uno de los pilares de un Celta que sufrió lo indecible para mantener la categoría. El cántabro dejó el alma en cada partido y la rodilla contra el Atlético de Madrid en el tramo final. La caída del Gigante. El equipo supo sobreponerse y logró sellar su continuidad en la Liga BBVA en la última jornada, a costa de su eterno rival, que descendió a la Liga Adelante. Super Mario pudo volver a vestirse de corto al año siguiente con Luis Enrique, consiguiendo la retirada que deseaba: en el césped. Símbolo. A día de hoy sigue en el club, ayudando a Miguel Torrecilla en la dirección deportiva.

¿Quién cogerá el testigo?

Park fue el último goleador celeste en un derbi; Bermejo lo fue en el último en Balaídos. Pero la historia avanza y, muy probablemente, el martes se escribirá un nuevo nombre en la lista de goleadores de O noso derbi y todos los focos apuntan a la terna de delanteros habitual de Berizzo: Nolito, Orellana y Larrivey. Los tres han arrancado como motos la temporada, siendo la punta de lanza visible de un equipo que carbura a las mil maravillas, con un ritmo físico impropio del mes de septiembre y con una ambición que mira más allá de luchar por conseguir salvar la categoría, objetivo primario del equipo.

Nolito ya le marcó al Deportivo en pretemporada.

En las cuatro jornadas disputadas hasta el momento, el Celta suma ocho goles. Ha marcado en todos los partidos, dejando claro su potencial de cara a portería. El tridente ofensivo ha copado casi todas las dianas. Solo Pablo Hernández, con su obra de arte ante el Atlético el pasado sábado, se cuela entre los tres avanzados. El resto de los goles es obra de Orellana, Nolito y Larrivey.

Orellana es el máximo goleador del equipo. El Ninja ha mojado en las tres primeras jornadas, anotando contra Getafe, Córdoba y Real Sociedad. Muy de cerca le siguen Nolito y Larrivey. El andaluz inauguró la lista de tantos celestes esta temporada contra el Getafe y puso el definitivo empate a dos en Calderón, desde los once metros, tras salir al campo en el segundo tiempo. Berizzo le había reservado por unas molestias. El argentino también acumula dos dianas, contra el Getafe y la Real Sociedad. Además, el Afilador y el ex del Rayo fueron los autores de los tantos en el derbi de pretemporada en Pasarón, que se saldó con un claro 2-0 a favor del Celta, que exhibió una superioridad manifiesta durante los 90 minutos de partido a orillas del Lérez.

Estos tres futbolistas son los llamados a renovar la lista de goleadores celestes en un derbi. Todos los focos estarán sobre ellos, pero igual que el Tucu marcó en la ribera del Manzanares, podría repetir contra el Deportivo. ¿O será quizá que el destino tiene guardado un estreno goleador para otro jugador en el mejor marco posible? El martes, a partir de las 22:00, la respuesta.