Llega la primera cita marcada con fuego en el calendario. El 23 de septiembre. Para celtistas y deportivistas, un día especial. La fecha en la que sus caminos, más de un año y medio más tarde, vuelven a encontrarse. En el recuerdo, el último encuentro en Riazor, marcado por la aplastante superioridad del conjunto coruñés y la desafortunada acción de Iago Aspas que lo enviaría a la grada durante tres encuentros. En el horizonte, un panorama completamente distinto. Sobre el cielo vigués se erige la figura de un gigante incipiente, enfrentándose a un grande derruido en plena reconstrucción.

El arranque liguero del Celta de Vigo de Berizzo es sumamente esperanzador. Tras cinco años en el pozo de la Segunda Divisón y una temporada de retorno terriblemente taquicárdica, el pasado curso el club vigués pareció, al fin, reconducir su camino por la senda de un pasado no tan lejano. Las primeras jornadas de este ciclo 2014-15, en las que los hombres celestes se mantienen invictos pese a haber visitado el Vicente Calderón, uno de los estadios más complejos de la competición, hacen pensar que la trayectoria de este Celta puede no sólo mantenerse, si no izar el pico de su tendencia.

Mientras, el Deportivo de Víctor Fernández vive una situación algo distinta. Pese a haber logrado una victoria y un empate en sus primeros cuatro partidos, la aplastante derrota sufrida el pasado sábado ante el Real Madrid en Riazor y la inconsistencia de su juego hacen pensar que el trabajo que resta por delante al técnico zaragozano es de una alta cuantía. Lograr que un equipo prácticamente renovado por completo juegue como una unidad es, cuanto menos, una compleja misión. En manos de una extraordinaria afición y de un técnico experimentado está el conseguirlo.

Con precedentes tan dispersos, se podría predecir un cierto favoritismo para el equipo vigués, al menos a priori. Sin embargo, la condición del encuento coloca a ambos en el mismo escalón. Un derbi siempre es un derbi. No existe favorito. Sólo 22 jugadores que, este martes, saltaran al césped de Balaídos con ganas de morder y volar. Con ansias por demostrar que, en Galicia, sólo uno puede reinar.

De pájaro a avión

Sus alas, pese a permitirle volar, parecían frágiles. Cualquier soplo de viento podría derribarlas, derruirlas. No eran consistentes. ¿Qué les faltaba? Les faltaba garra. Les faltaba tenacidad. La solución a ello, el medio para dejar de ser un feble pájaro y transformarse en un potente avión, no era otro que el trabajo. La lucha. Eduardo Berizzo llegó con la palabra brega bajo el brazo. A un equipo, por aquel entonces, algo indisciplinado, lo dotó de un carácter hasta entonces inimaginable en Balaídos. Del águila elegante que generó Luis Enrique, el argentino ha conseguido elaborar un aeroplano de suma entereza.

El papel de Nemanja Radoja en este proceso es, pese a su silenciada labor, absolutamente fundamental. Su inteligencia posicional, su tremendo despliegue físico y su nada despreciable trato del esférico lo convierten, a sus 21 años, en un acierto de dimensiones descomunales para la dirección deportiva celeste, además de en una pieza imprescindible en el esquema de Berizzo. El '5' necesario en todo 4-3-3. El serbio protege las espaldas de sus compañeros, da continuidad al ataque, trabaja con insistencia en la transición ofensiva del equipo y no tiene reparos en replegarse a la hora de defender. Una joya a la que, afortunadamente, todavía le queda mucho por ser pulida.

La presión asfixiante a la que el Celta somete a los rivales es una herencia del fútbol de Marcelo Bielsa, aunada a la nueva tendencia que Diego Pablo Simeone ha iniciado en su Atlético de Madrid. Sin embargo, el éxito del equipo celeste reside en la combinación de su fiereza y su delicadeza combinativa. Para ello, el papel del danés Michael Krohn-Dehli se incrementa a pasos agigantados.

Perder la timidez

Si algo le falta a un equipo que ya de por sí se muestra perfectamente acoplado, es soltar por completo todos los nervios que sacuden su estructura. Con descaro, este Celta de Berizzo podría pasar de ofrecer destellos a asegurar un espectáculo continuado. Con el objetivo de lograr un centro del campo nítidamente unificado, la tercera pieza del mismo debe comenzar a cobrar protagonismo. De esa pieza se espera la llegada desde segunda línea, el último pase, el trabajo y las ayudas. Álex López no ha logrado cubrir esa vacante con garantías, con lo que ahora deberá seguir peleando por acompañar a Krohn-Dehli y Radoja sobre el césped.

Como una clara alternativa al ferrolano se presenta el chileno Pablo Hernández. Tras su espléndido gol en el Calderón, el ex de O'Higgins y protegido de Berizzo ha acaparado todos los focos, y actualmente posee todas las papeletas para repetir titularidad en Balaídos, esta vez en el centro del campo. Su verticalidad y su percepción diferencial del juego son sus avales, mientras que su cierto egoísmo con la pelota le complica, en ciertos tramos del partido, el acoplarse al ritmo de sus compañeros. Trabajar en esta dirección puede convertir a Hernández en uno de los jugadores de más relevancia dentro de la plantilla viguesa.

Para cumplir con las expectativas llega, desde una lesión, el argentino Augusto Fernández, ya plenamente recuperado de las molestias que arrastraba desde verano. Fundamental para Luis Enrique, su tenacidad en la pelea en el centro del campo lo convierten en el futbolista ideal para desempeñarse al lado de otro tan creativo como Krohn-Dehli. Pese a ello, es posible que todavía le falte algo de ritmo, con lo que su titularidad este martes se presume una quimera.

Historias de un guardián en la sombra

Cuando, durante el pasado mes de julio, Yoel Rodríguez abandonaba la disciplina del conjunto vigués, conformando así la única baja que el equipo sufrió en todo el verano, las dudas rápidamente se cernían sobre el futuro de la portería celeste. Dos hombres, Sergio Álvarez y Rubén Blanco, ambos sin apenas experiencia en Primera División, se jugarían el puesto. Llegó incluso a hablarse de la posibilidad de incorporar a un tercer portero para suplir a un Yoel que la pasada temporada había brillado con luz propia y cuya sombra parecía demasiado alargada.

Debido a la juventud de Rubén, finalmente fue Sergio el portero elegido por Berizzo para ocupar la titularidad en la meta viguesa. Con más de diez años de trayectoria en el Celta de Vigo, las oportunidades han sido escasas para el guardameta de Catoira, siendo la temporada del ascenso (2011/12) la única en la que superó los 15 encuentros con el primer equipo. Pese a ello, el gran rendimiento mostrado en las pocas intervenciones de las que dispuso en los dos últimos años en la máxima categoría, como suplente de Javi Varas y el ya mencionado Yoel, respectivamente, le brindaron finalmente la oportunidad soñada.

Una de las espectaculares paradas de Sergio ante el Atlético (Foto: Marca).

Con actuaciones de suma corrección ante Getafe y Córdoba y tras cometer un pequeño error ante la Real Sociedad que costaría a su equipo el 2-1, la actuación de Sergio en el Vicente Calderón despeja y disipa todas las dudas circundantes a su titularidad. Con intervenciones de mérito extraordinario, 'O Gato de Catoira' permitió a su equipo mantenerse enganchado al marcador durante todo el partido y, finalmente, extraer un punto de uno de los campos más hostiles de la competición: el del actual campeón.

Meta caracterizado por su agilidad felina y su excelente juego con los pies, Sergio viene trabajando con insistencia en sus salidas, aspecto en el que ha mejorado notablemente en los últimos meses. Con sus 28 años recién cumplidos, finalmente ha visto su sueño cumplido. Es un héroe en su hogar. Y, de momento, no pretende dejar de serlo.

Planeando por la izquierda

Cuando, en el verano de 2013, Roberto Lago hacía las maletas desde las Rías Baixas y emprendía un viaje de sólo ida hacia Getafe, el flanco izquierdo de la defensa viguesa quedaba completamente desnudo. Durante la pasada campaña, un fracasadamente reconvertido Toni Rodríguez buscó suplirle a lo largo de la primera vuelta del campeonato, siendo finalmente Jonny Castro quien cubriría dicha posición hasta el final del curso. Vista la precariedad de la situación, la directiva tomó la decisión de priorizar la contratación de un lateral izquierdo. Y así ocurrió.

El lateral izquierdo vigués ha encontrado en Carles Planas a su nuevo dueño

Carles Planas llegó en junio a Vigo procedente del filial del Barcelona, como uno de los múltiples resultados de la profunda amistad que enlaza a ambos clubes a lo largo de los últimos años. Junto a su compañero Sergi Gómez, llegaba para apuntalar una zaga viguesa viuda de rotación. Desde su aterrizaje, el defensor poni se hizo dueño y señor de la banda izquierda de Balaídos, jugándolo prácticamente todo como titular desde la propia pretemporada.

Al igual que en el caso de Sergio, su partido ante el Atlético de Madrid le ha servido como carta de consagración. Tras asistir a Pablo Hernández en el primer gol celeste, Planas provocó, con una deliciosa maniobra, el penalti que posteriormente Nolito convertiría en el 2-2 definitivo. Símbolo del descaro ofensivo, con Berizzo está aprendiendo a compaginar su vocación atacante con la necesidad que todo defensa posee de mantener su posición. Y es que, al menos de momento, el lateral izquierdo ha dejado de ser una preocupación en el seno de la entidad viguesa.

Madera sin pulir

El Deportivo de La Coruña ha vuelto a Primera División. Al igual que hace dos temporadas. Sin embargo, en esta, sus ideas son claras. Quedarse es la única posibilidad. Para ello, el equipo se ha reforzado con jugadores contrastados a nivel europeo, de carácter incluso internacional, como son los casos de Hélder Postiga o Haris Medunjanin, dos jugadores que participaron en el reciente Mundial de Brasil con sus respectivas selecciones.

Pese a la presumida entidad de los hombres incorporados, el trabajo que queda por delante al equipo dirigido por Víctor Fernández es de una magnitud enorme. Con una plantilla repleta de jugadores que apenas han jugado juntos en todas sus trayectorias, conjugar sus virtudes y hacer de ellos una unidad cohesionada se presenta como una tarea de extrema complicación. De lograrlo, la recopilación de nombres que presenta el conjunto deportivista debería ser, a priori, una garantía de éxito en el objetivo de la permanencia.

Desde el centro del campo hacia adelante, el Deportivo muestra un amplio repertorio de jugadores de calidad. Con Álex Bergantiños asentado en el papel de hombre escoba, por delante de él se rotan el lesionado Juan Domínguez, José Rodríguez y el bosnio Haris Medunjanin, quien, en los últimos encuentros, está asumiendo la responsabilidad creativa del equipo. Por delante, las alternativas crecen. Para jugar escorado a banda, Víctor Fernández cuenta con dos clases de jugadores. Por un lado, aquellos extremos verticales, con desborde y profundidad, del perfil de Iván Cavaleiro o Juanfran. Por otro, el conjunto blanquiazul cuenta con Luis Fariña e Isaac Cuenca, dos jugadores que propician la incorporación de los laterales al tirar continuas diagonales hacia el borde del área, zona en la que se sienten cómodos.

Como hombre gol, el Deportivo cuenta con el reputado internacional portugués Hélder Postiga. Pese a ser, a priori, el titular indiscutible en la punta de ataque, su mal rendimiento en los dos encuentros que ha disputado y el gol de Toché ante el Real Madrid hacen pensar que quizá el veterano jugador murciano pueda tener una nueva oportunidad como titular ante el Celta de Vigo.

Sin firmeza atrás

El inicio de los problemas de este Deportivo de La Coruña comienza por su parcela defensiva. Empezando por su insegura portería, bajo la cual ni Germán Lux ni Fabricio ofrecen garantías suficientes como para asentarse como porteros titulares de un conjunto de Primera División, la zaga deportivista es una sucesión continua de carencias que deben ser paliadas y que quedaron ridículamente expuestas el pasado sábado en Riazor ante el Real Madrid.

En el centro de la zaga, con la lesión de su líder Pablo Ínsua, nadie parece haber asumido el liderazgo. El fichaje de Sidnei no parece convencer al respetable coruñés, mientras que el debut de Diakité ofreció de todo excepto esperanzas. La pareja Lopo-Sidnei parece ser la elegida para enfrentarse al Celta, pese a que ninguno de ellos transmite un alto grado de seguridad atrás.

Ni Sidnei ni Diakité se mostraron seguros en sus respectivos debuts

En los laterales, con las molestias de Roberto Canella, Laure y Luisinho se postulan como dos hombres demasiado ofensivos para un equipo con una zaga tan endeble. Sus espaldas, continuamente desprotegidas, son una de las principales fuentes de ocasiones de gol de sus rivales, hecho que propició el hat-trick de Cristiano Ronaldo y el doblete de Gareth Bale la pasada jornada. Trabajar en el posicionamiento o buscar refuerzos en el mercado invernal, especialmente para el lateral derecho, son las dos únicas alternativas si se quiere detener la sangría.

Antecedentes

A lo largo de las historias colindantes de los dos más grandes clubes de la comunidad gallega, sus trayectorias se han cruzado en la suma de 76 ocasiones oficiales. En ellas, la igualdad ha brillado por su preponderancia, a pesar de que el conjunto coruñés cuenta, actualmente, con algo de ventaja en los cara a cara con su eterno rival, con un total de 31 victorias. El balance se equilibra algo más al hablar de enfrentamientos en la máxima categoría, en la que el Deportivo suma 24 triunfos por 21 del equipo vigués.

A lo largo de la última década, varios enfrentamientos han quedado grabados en la memoria del aficionado celeste. Memorable para el Deportivo es, sin duda, el 0-5 endosado al Celta en Balaídos en la temporada 2003/04, en la cual los blanquiazules también arrasarían a sus antagonistas en Riazor por un contundente 3-0. Entre 2006 y 2007, sin embargo, el Celta encadenó tres victorias consecutivas ante el Deportivo (dos de ellas a domicilio).

En la última temporada que ambos clubes compartieron en la Liga BBVA, es decir, la 2012/13, el encuentro correspondiente a la primera vuelta, disputado en Balaídos, se resolvió con empate, mientras que en la vuelta, en el que hasta este martes es el último encuentro oficial entre ambos equipos, los coruñeses vencieron por 3-1 en un día para olvidar para los intereses del Celta de Vigo. Aquella noche del 15 de marzo de 2013, Riki, Sílvio y Salomao anotaron los goles deportivistas, mientras que el pintoresco Park Chu-Young haría lo propio para maquillar el marcador. Pese a todo, el desgraciado protagonista de aquel encuentro sería, a la postre, el celtista Iago Aspas, quien sería expulsado con apenas quince minutos transcurridos de partido tras propinar un cabezazo a Carlos Marchena.

Balance Celta-Deportivo Partidos V. Celta Empates V. Deportivo
TOTAL 76 24 21 31
Liga BBVA 62 21 17 24
Copa del Rey 6 1 3 2
Liga Adelante 8 2 1 5

Convocatorias

Para el tan ansiado derbi, tanto Celta como Deportivo llegan con casi la plenitud de sus efectivos en plena forma. A pesar de ello, las escasas bajas son quizá algo más agudas en el conjunto blanquiazul que en el celeste. La salida de la lista de Víctor Fernández de uno de sus mediocentros titulares como es Juan Domínguez, debilita en gran medida al centro del campo coruñés, y constituye la ausencia más sonada entre las dos plantillas.

Por parte celeste, sólo Borja Oubiña es baja por lesión. Con Augusto Fernández ya recuperado de sus molestias y de nuevo en la lista, los canteranos Lèvy Madinda y Santi Mina vuelven a quedarse fuera de la misma tras entrar en ella para el Calderón. Asimismo, David Costas vuelve a hallarse fuera de la convocatoria, como en los cuatro encuentros ligueros previos.

En el Deportivo de La Coruña, las bajas por motivos físicos son algo más abundantes. El argentino Lucas Pérez, el portugués Diogo Salomao y el canterano Pablo Ínsua se unen al ya mencionado Juan Domínguez en la enfermería, mientras que Juan Carlos, Seoane y Cezary Wilk se quedan fuera de la lista del entrenador aragonés por decisión técnica.

Celta

Porteros: Sergio y Rubén.

Defensas: Hugo Mallo, Fontàs, Jonny, Sergi Gómez, Planas y Cabral.

Centrocampistas: Pablo Hernández, Radoja, Álex López, Krohn-Dehli, Augusto y Borja Fernández.

Delanteros: Charles, Nolito, Larrivey y Orellana.

Deportivo

Porteros: Fabricio y Germán Lux.

Defensas: Laure, Manuel Pablo, Lopo, Sidnei, Diakité, Luisinho y Canella.

Centrocampistas: Álex Bergantiños, Medunjanin, José Rodríguez, Juanfran, Cuenca y Fariña.

Delanteros: Cavaleiro, Toché y Hélder Postiga.

Posibles onces

VAVEL Logo
Sobre el autor
Adrián Viéitez
Periodista vigués. Colaboré con la edición española de VAVEL.com entre abril de 2013 y enero de 2016, cubriendo la información del Celta de Vigo. Además, colaboré asiduamente con as secciones de Tenis, Premier League y Cine.