Sergio Álvarez está feliz. A sus 27 años y tras más de diez en el Celta, por fin ha conseguido afianzarse como portero titular del primer equipo. Además, el Gato de Catoira está siendo decisivo para su equipo, con actuaciones que valen puntos. En el Calderón se mostró muy sólido ante el asedio local y en o noso derbi fue fundamental parando un penalti a Medunjanin en el minuto 87 que otorgaba la victoria a los suyos: “Estoy muy contento, es una gran felicidad”, comentó.

Con la euforia por las nubes y con Balaídos rugiendo, Sergio no quiso centrarse en análisis muy concienzudos: “Estoy disfrutando el momento, de mis compañeros, que me han ayudado mucho y del trabajo de todo el equipo”, destacó.

Sobre la jugada clave del partido, el penalti ejecutado por Medunjanin, Sergio no quiso ponerse demasiadas medallas e incluso apeló a la fortuna como aliada en su heroíca acción: "Tuve la suerte de elegir ese lado. Aguanté al máximo y me tire hacia la izquierda. Salió bien", reconoció.

Sobre el sufrimiento final y el desarrollo del partido, el guardameta reconoció que tuvieron que pasarlo mal para quedarse la victoria contra el Deportivo: “Un derbi siempre es duro, hay que pelearlo hasta el final. Pero bueno, conseguimos la victoria, que es lo importante”, concluyó.