En una pequeña entrevista concedida a La Voz de Galicia, el portero del Celta Rubén Blanco, ausente en la última lista de convocados de la Selección española sub-21, habló de sus impresiones en su primera temporada como integrante de la primera plantilla, abrumado ante el gran arranque de Sergio, ve con total naturalidad su rol de portero suplente.

Rubén señala que su nueva situación lejos de la portería cada domingo “es necesaria en la carrera de un futbolista” en un año que se toma como “de aprendizaje”. “Tengo que seguir entrenando como hasta ahora y seguir mejorando”, señaló, con el objetivo de “estar preparado para cuando el entrenador le dé la oportunidad”. Lejos de una posible preocupación por que esta suplencia pueda perjudicar una progresión que hasta la fecha está siendo meteórica, el meta de 19 años comenta que ver los partidos de Primera desde el banquillo “le va a venir bien para saber cómo es esto del fútbol, porque tampoco es bueno que venga todo rodado”. “Tengo que tomarlo con normalidad, es una etapa más de la carrera de un futbolista y más de un portero”, explicó, asegurando que ahora su deber es centrarse en su trabajo diario en los entrenamientos.

Una de las dinámicas más habituales de los entrenadores a lo largo de la temporada consiste en emplear al portero suplente en Liga como titular en Copa del Rey, una situación sobre la que Berizzo “de momento no les ha comentado nada”, indicó Rubén Blanco, que dijo que “hay que estar tranquilos y seguir entrenando para esperar una oportunidad”.

Alaba el gran momento de forma de su compañero Sergio

El joven cancerbero también vive el cambio en su día a día. La principal diferencia que percibe entre su pertenencia al filial de Segunda B y el primer equipo de Liga BBVA es el volumen de entrenamientos. “Es diferente estar entrenando de lunes a miércoles que entrenar todo el año y vivir los partidos”, ilustra.

Al canterano celeste no le faltan palabras de elogio hacia su compañero Sergio Álvarez. Para Rubén, su gran comienzo de temporada no representa una sorpresa. “Creo que quienes lo conocemos y entrenamos a diario con él sabíamos que estaba preparado”, valora el 13, añadiendo que el de Catoira “ha hecho un inicio de Liga espectacular”. Una de las claves del éxito de su compañero es, para Rubén Blanco, la competencia. El joven meta señala que esta “te ayuda a mejorar” y explica que tanto él como el portero del filial, Óscar Santiago, que habitualmente entrena con el primer equipo, “entrenan a un gran nivel, y ese es un punto de exigencia que les ayuda a mejorar a todos”. También destaca su satisfacción con el método de trabajo de Carlos Kisluk, el entrenador de portero del Celta, al que desconocía antes de su llegada al club y del que manifiesta su sorpresa. “Al final se trabajan las mismas cosas, pero con diferentes ejercicios”, comenta.