Hace ocho temporadas el UD Somozas militaba en Primera Autonómica, la sexta categoría del fútbol estatal. Este domingo, el cuadro de Míchel Alonso pudo jugar en un feudo histórico como es Balaídos. Y además, consiguió salvar un punto en inferioridad numérica.

El parón de la rutina liguera del primer equipo permitió al filial usar el estadio celeste. Pero se le hizo grande. Los de Fredi firmaron un mal encuentro en el que no pudieron superar a un conjunto somocense que jugó con diez hombres gran parte del partido.

El Somozas tiró de oficio y logró resistir las acometidas de un filial al que le faltó puntería e intensidad. El 0 – 0 final registrado fue el perfecto reflejo de un partido apático en el que los visitantes tiraron de orden defensivo para hacerse con un punto que, tal y como es su actual clasificación, tiene un valor inconmensurable.

Tercer tropiezo en casa para el filial celeste

Con este empate, son ya dos jornadas que el cuadro verdiblanco ha evitado la derrota. Por su parte, el Celta B volvió a demostrar que la fuga de puntos la tiene en casa. El mejor visitante de las tres primeras categorías del fútbol español no es capaz de mostrar la misma entereza en territorio amigo que fuera.

La posesión no fue suficiente

El filial asumió un rol dominador desde el minuto inicial. Se hizo con el cuero y no lo soltó hasta el final del partido. Pero no supo hacer demasiado con él. En el otro lado, un equipo que tuvo claro que su papel era el de mantener la entereza durante los 90 minutos. Tras varios experimentos, Míchel Alonso ha descubierto que la fórmula a seguir es la de la entereza.

Fiuza vio la segunda amarilla antes de la media hora

Al no correr riesgos innecesarios, la táctica de los somocenses no sufrió grandes cambios durante el choque. El gran golpe contra los intereses visitantes llegó en el minuto 29, cuando Fiuza vio la segunda amarilla luego de derribar a Borja Iglesias.

El avanzado santiagués fue uno de los pocos protagonistas que consiguió imprimirle sentido a la circulación de balón. Suya fue la primera gran ocasión del partido. Esta llegó a los 10 minutos de juego, cuando el ex del Villarreal recibió en medio campo un balón tras el que emprendió una cabalgada hacia el marco rival. La jugada concluyó con una vaselina que a punto estuvo de sorprender a Reguero.

La inferioridad numérica convirtió al Somozas en un caparazón. Juntó líneas y achicó espacios. Incluso se permitió el lujo de hacer alguna incursión en ataque. Así, en el minuto 38, Yordi Martí se sacó de la manga un buen chut que blocó Óscar Santiago. El meta menos goleado de todo el grupo primero, junto a Miguel del UD Logroñés, estuvo seguro en todo momento y evitó cualquier tipo de sorpresa.

En la segunda mitad, el cuadro de Fredi buscó el gol de la victoria con más corazón que cabeza. El Somozas no se amilanó y supo jugar con uno menos. Se defendió con cortes certeros e incluso se atrevió a contragolpear cuando lo vio claro.

Próxima estación: Carlos Tartiere

Aún así, Luis Rioja estuvo a punto de dejar los tres puntos en casa con un remate que desvió Reguero. Más cerca todavía estuvo Julio Delgado, cuyo tiro se estrelló en el larguero. Todo sucedió avanzada la segunda mitad, que acabó como la primera, de modo insatisfactorio en el apartado goleador. Al final, el Somozas acabó dando por bueno el empate y el Celta B se resignó a seguir su camino.

La igualada mantiene al cuadro de Fredi en la cuarta plaza. Suma 16 puntos y se mantiene en puestos de playoffs. El cuadro de Míchel Alonso asciende una plaza en la clasificación y es antepenúltimo, con tan solo 5 puntos en 8 jornadas. La próxima jornada, el Celta B tendrá el difícil reto de mantener su pleno de victorias en el Carlos Tartiere. Visita a un Real Oviedo que sufrió este domingo una dolorosa goleada en A Malata. El Somozas jugará un duelo a vida o muerte frente al Marino de Luanco, el equipo que le precede en la tabla clasificatoria.