Athletic de Bilbao y Celta de Vigo han comenzado la temporada con diferentes perspectivas de futuro y, sin embargo, casi alcanzado el primer cuarto del curso los resultados no coinciden, ni por asomo, con las previsiones. Para los primeros, recientemente clasificados para la Liga de Campeones ejecutando un juego que combinaba a la perfección efectividad y virtuosismo, mantener su línea ascendente era el claro objetivo en esta temporada 2014-15. Sin embargo, para el Celta la modestia era la bandera, a priori, que izar ante la marea. Ninguna de ambas cosas, de momento, han llegado a buen puerto.

El arranque del Athletic ha sido, cuanto menos, decepcionante. El bajón en el ritmo de juego, aunado a la baja de un símbolo como Ander Herrera rumbo a Manchester, han provocado que al equipo dirigido por Ernesto Valverde le crezcan los enanos. El pésimo rendimiento europeo y los malos resultados en la competición casera han desencadenado una consecución de despropósitos que deben ser arreglados cuando antes con la mirada puesta en volver a tomar el timón de su propio barco.

Por su parte, el cuadro vigués ha experimentado una clara evolución en este inicio de año. Pese a su reciente derrota en Balaídos ante el Villarreal, las sensaciones que los hombres de Berizzo vienen dejando son, cuanto menos, excelentes. Invictos en las seis primeras jornadas y desarrollando un juego valiente y atrevido a la par que sumamente agresivo, el Celta se ha generado una identidad que no será sencillo mantener. No bajar la mirada ni dejarse intimidar por la situación deben ser las banderas de los celestes.

Sueños en una caja de cartón

Cualquier aficionado vigués firmaría la permanencia como objetivo final al inicio de la temporada. Al menos, cualquier aficionado sensato. Pese a ello, los hombres de Berizzo han llegado para demostrar que este año su objetivo es mayor que el de los dos últimos. Aprovechando el trampolín tan cuidadosamente construido, ladrillo a ladrillo, por Luis Enrique el curso pasado, el técnico argentino ha creado a una bestia difícil de batir. Siempre con los dientes fuera, con ganas de atacar. Siempre decididos.

Fontàs, líder ausente (Foto: Sport).

Las lesiones han sido el mayor quebradero de cabeza en casa Celta estas dos últimas semanas. Andreu Fontàs, quien de todas formas no podría disputar este encuentro por sanción, sufrió un esguince en la rótula en un entrenamiento semanal y será baja para las próximas tres semanas. Su habitual compañero en el centro de la zaga, el argentino Gustavo Cabral, también se encontró con molestias físicas a lo largo de estos últimos días, pese a haber entrado finalmente en la convocatoria para este partido. Su titularidad, sin embargo, continúa siendo una incógnita.

La chispa de Michael Krohn-Dehli se ha convertido en el punto decisivo para que la maquinaria del equipo celeste se muestre correctamente engrasada. La capacidad de dirección del futbolista danés otorga al equipo una fluidez extraordinaria, una movilidad que los lleva a tomar un ritmo superior. En sus botas brilla la luz que guía a los jugadores idolatrados en Balaídos. Él es el emperador que, junto a sus fieles escuderos, debe llevar a este Celta a dar un sobrio y contundente paso adelante.

Miedo al pasado

El Athletic Club de Bilbao es uno de los clubes con más historia del fútbol español. Siendo el único equipo, además de Real Madrid y Fútbol Club Barcelona, que nunca ha descendido a Segunda División, el conjunto bilbaíno se mantiene firme en su premisa y respeta con un cariño digno de admiración a la tradición de su camiseta. Tras un esperadísimo retorno a la Liga de Campeones, su respuesta no está siendo positiva. Pese a ello, en San Mamés nadie ha perdido la confianza. Principalmente porque sus jugadores nunca han dado motivos para hacerlo.

Bajo los palos del equipo vasco se encuentra uno de los porteros en mejor estado de forma del fútbol español. Gorka Iraizoz mejora, cada año, sus condiciones como meta, al estilo de un vino que aumenta su calidad con el tiempo. Para defenderlo, la joven promesa francesa Aymeric Laporte lidera una zaga en la que suelen acompañarle o Carlos Gurpegi o Mikel San José. La banda derecha alberga una pelea entre el capitán Andoni Iraola y el incansable Óscar de Marcos, mientras el flanco izquierdo es ya reinado de Mikel Balenziaga.

Objetivo volver a triunfar (Foto: ABC).

En el centro del campo bilbaíno brilla con luz propia un Ander Iturraspe que ha comenzado el curso lejos de su mejor nivel. A su lado, Mikel Rico proporciona trabajo y llegada, mientras que por delante Beñat Etxebarría propone la magia y los destellos futbolísticos. Jovencísimas promesas como Unai López o Ager Aketxe complementan esta zona del campo. Por las bandas, Markel Susaeta e Iker Muniain son fijos, a la vez que Ibai Gómez espera, como ya es usual, su oportunidad desde el banquillo. Finalmente, la punta es el hogar de Aritz Aduriz, un veterano goleador con un instinto nato para encontrar portería. Como escopetas de recambio, Valverde cuenta con las piernas frescas de Borja Viguera y Guillermo, además de la lucha innegable de Gaizka Toquero.

Antecedentes

Balance Athletic - Celta Partidos V. Athletic Empates V. Celta
TOTAL 106 55 22 29
Liga BBVA 96 51 20 25
Copa del Rey 10 4 2 4

Convocatorias

Athletic

Porteros: Iraizoz e Iago Herrerín.

Defensas: Laporte, San José, Iraola, Etxeita, Gurpegi y Balenziaga.

Centrocampistas: Beñat, Iturraspe, De Marcos, Ibai, Susaeta, Mikel Rico y Unai López.

Delanteros: Toquero, Muniain, Aduriz y Guillermo.

Celta

Porteros: Sergio y Rubén.

Defensas: Hugo Mallo, David Costas, Jonny, Sergi Gómez, Planas, Cabral y Goldar.

Centrocampistas: Pablo Hernández, Radoja, Álex López, Krohn-Dehli y Borja Fernández.

Delanteros: Santi Mina, Charles, Nolito, Larrivey y Orellana.

Posibles onces