Sergi Gómez tenía una prueba de fuego en San Mamés: suplir a Andreu Fontàs, líder de la defensa celeste. El catalán estuvo algo desubicado en la primera parte, aunque se rehizo y cumplió con su tarea en la segunda. El ex del Barça B volverá a jugar, previsiblemente, el próximo viernes, contra el Levante y en el Camp Nou, el 1 de noviembre. El central se ve listo: "Todos los jugadores entrenamos con la mentalidad de aprovechar el momento cuando llegue. Todos estamos capacitados para jugar en cualquier momento", comentó.

Sobre el partido, Sergi reconoció que el Athletic fue un rival "muy fuerte", pero que intentaron desarrollar "la idea de juego" que les pide Berizzo. A pesar del dominio local y de ir a remolque en el marcador muchos minutos, el catalán comentó que el Celta pudo arrancar un botín todavía mayor: "Sabíamos que sería un partido complicado, una intensidad enorme de principio a fin. Hemos tenido la mala fortuna del penalty, y luego hemos tenido el gol y alguna más para ganar el partido".

Sobre la jugada del penalti provocado por él mismo, Sergi Gómez quiso evitar meterse en charcos, reconociendo que la pelota le da de rebote en el brazo: "Ha sido una jugada muy rápida. Tengo que verlo repetido, pero de todos modos es un centro que te da en el brazo y puede pitar penalti".