Existe un estadio de fútbol en el centro del país que cada quince días se convierte en una plaza de toros. Abarrotada de gente ávida de espectáculo, el futuro de todos se maneja mientras en los grandes negocios que se cuajan en salas inaccesibles de su interior. Y en el centro, un toro, una criatura confusa y desubicada desconocedora de lo que se le viene encima. Porque ese espectáculo no se entiende sin sangre. Un par de pases del aclamado torero y todo habrá terminado entre jaleos y olés del público.

El precio de jugar en Primera División es este. El calendario exige pasar por el Santiago Bernabéu una vez al año. A tal indecente nivel ha llegado la diferencia entre los “colosos” y los “residuales” de la mejor Liga del mundo, que cualquier cosa que sea no perder en la visita al campo del Real Madrid es más que un milagro, es historia: se recordará este partido al final de temporada por los puntos perdidos en este sparring, y quién sabe si decidirá el título. Todo equipo de los “malos” que llega al césped del campeón de Europa se siente perdedor antes de empezar el choque, pero Eduardo Berizzo sabe que el entrenador debutante que sale vivo de las fauces blancas no volverá a ser el mismo, especialmente cuando se descubre ante millones de telespectadores de todo el planeta.

Malos tiempos para la lírica

En el peor contexto posible se produce esta visita. En plena semana de apretado calendario por la irrupción de la Copa del Rey, el Celta afronta la cita en su peor momento de forma en muchos meses. Desde la gesta del Camp Nou, los vigueses han encarrilado cuatro partidos consecutivos sin ganar, los tres últimos con derrota. A esta mala racha se le suma una insólita falta de gol, con sólo una diana, de penalti y ante el Las Palmas de Segunda División, anotada en los últimos cuatro encuentros. Los celestes van en Liga al ritmo de un puesto clasificatorio perdido por jornada, muy lejos todavía de urgencias olvidadas desde hace tiempo.

Cuatro partidos sin ganar, los tres últimos perdidos, son demasiada mala racha como para tomarse en serio una gesta

En un deporte de dinámicas como es el fútbol, el Celta supo aprovechar a la perfección el genial buen momento de forma de su tridente ofensivo Nolito-Larrivey-Orellana. Catorce jornadas después y muchos e importantes goles después, la pólvora celeste parece haberse mojado, al menos temporalmente. La falta de fluidez y de ideas en la medular parecen haber causado que en los últimos partidos no se hubiesen generado ocasiones manifiestas de gol; no es ningún secreto que ni Krohn-Dehli, ni Álex López, ni Pablo Hernández están tan inspirados como al comienzo de Liga, y que incluso estos dos últimos están manifestando una preocupante incapacidad con demasiada frecuencia.

La derrota ante el Eibar fue un palo duro para el Celta (Foto: La Voz de Galicia).

La gestión de banquillo por parte de Berizzo tampoco está sirviendo de solución al problema. La acentuada polarización de roles entre “titulares” y “suplentes” a lo largo del campeonato desembocó en una paupérrima imagen de estos últimos, sin rodaje ni confianza, en el Estadio Insular esta misma semana. Mientras se acrecientan los rumores concernientes a la necesidad de reforzar la plantilla en el mercado invernal, nada parece indicar que la llave del enigma sea un hombre poco habitual en los onces, al menos en la cabeza del entrenador argentino.

El rival más duro posible

Y en este escenario toca visitar al Real Madrid. Los blancos enlazan en estos momentos la friolera de 17 victorias seguidas y vienen de darse un divertido baño de sangre ante su gente tras masacrar sin consideración al Cornellà en Copa. El torneo del K.O. todavía apuesta por las eliminatorias a doble partido, relegando a la emoción a un plano secundario y priorizando el incremento del número de partidos televisados de los “colosos” y el rodaje de sus jugadores suplentes. Este deprimido Celta no parece más que un trámite para seguir engrosando el récord de los de Ancelotti.

Los blancos aún no se han resentido de la baja capital de Modrić

Paradójicamente, el equipo vigués deberá usar su debilidad como principal arma. El único modo de meter mano en el Bernabéu es el resultado de una difícil combinación entre fortuna, exceso de confianza y un error en las rotaciones locales fruto de la obligatoria necesidad de ganar todos los torneos en los que participa. La lesión de Luka Modrić ha supuesto un duro revés para el centro del campo madridista, aunque imperceptible hasta el momento. El ostracismo de Khedira e Illarramendi, ineficaces a la hora de hacer olvidar a Xabi Alonso, ha dado la labor más conservadora de la medular blanca a un hombre de vocación constructiva como Toni Kroos, flanqueado por dos hombres con perfil de “diez”, Isco -que será ausente tras haber sido expulsado en Málaga- y James Rodríguez, que parecen vivir sendos momentos de gracia dentro de sus intermitencias nada extrañas desde su llegada a Madrid. Un equipo roto, sustentado en una defensa muy fiable, que se lanza en tromba a por su rival en cuanto éste comete la más mínima equivocación: preciso, rápido y certero. En esa batalla por el control del partido, el alicaído centro del campo celeste deberá buscar las espaldas del alemán, o quien juegue en su lugar, y entrar por la fina grieta que divide la faceta ofensiva y la defensiva, y comprobar si una de las zagas más solventes del mundo en estos momentos tiene una mala tarde-noche de sábado.

Los blancos vienen de humillar al Cornellà en Copa (Foto: Dani Mullor | VAVEL).

A pesar de que, debido a las tres competiciones en las que se encuentra, el Real Madrid tiene un calendario todavía más cargado que los gallegos, el encuentro de Champions que le aguarda ante el Ludogorets Razgrad no tendrá la más mínima relevancia competitiva para los blancos, clasificados ya para octavos como campeones de grupo. Pese a todo, no es descartable que en esas rotaciones podamos ver nombres como Fábio Coentrão o Raphaël Varane, ambos recién salidos de lesión, así como jugadores contrastados con pocos minutos como Illarramendi o Arbeloa. Todos ellos cuentan con suficiente experiencia y capacidad para que, sea cual sea la alineación por la que se decante el italiano, el Madrid sea superior sobre el papel al Celta.

Un hueso duro de roer

Pese a esta atmósfera de pesimismo que rodea a su próximo partido, si en algo han mostrado eficacia los vigueses esta temporada ha sido en rendimiento ante los grandes equipos. Los azares del calendario han deparado que los tres primeros clasificados de la Liga 2013/14 reciban durante esta primera vuelta al Celta en sus respectivos estadios, erigidos como fortines cuasi-inexpugnables desde hace muchos años. Por el momento, el botín celeste en estas citas son cuatro puntos, gracias al empate frente al campeón Atlético en el Vicente Calderón y la histórica victoria ante el Barcelona en el Camp Nou, unos resultados que serán clave a final de temporada para decidir quién se lleva el título liguero.

El último partido entre blancos y celestes fue una victoria del Celta

Precisamente, el último resultado de un partido disputado entre blancos y celestes fue una victoria del Celta. En plena escalada tardía del equipo entrenado la pasada temporada por Luis Enrique, un Madrid con la Liga virtualmente perdida y la mente puesta en la final de Champions que a la postre ganaría sobre la bocina, salió escaldado de Balaídos, en un partido histórico donde la buena versión de Charles supo aprovechar dos fallos imperdonables de los defensores merengues, mientras sus hombres de ataque se toparon con un Sergio que opositaba a hacerse con la portería al año siguiente.

Charles fue el héroe del Celta en Balaídos (Foto: Getty).

Pero si nos vamos al escenario de los acontecimientos de esta tarde, lo que nos encontramos como precedente es un claro 3-0 favorable a los de Ancelotti. El partido siguió el típico guion de las goleadas sin lucidez de los blancos: una primera parte de atrevimiento visitante que dio paso a una tromba local. 67 minutos tardó el Real Madrid en batir a Yoel, pero después todo fue coser y cantar, con Cristiano Ronaldo como rematador encargado de completar el atropello. Pese a todo, la vuelta a casa de los de Luis Enrique fue agridulce, conscientes de que habían dado problemas al cuadro merengue en su propio estadio. El único “pero”, más allá del previsible marcador, fue la falta de pegada arriba; era la época del año en la que Nolito era suplente.

No obstante, no demasiado atrás en el tiempo, cuando cualquiera podía ganar a cualquiera en esta Liga, el Celta ascensor de Fernando Vázquez fue una de las bestias negras del Real Madrid de los “Galácticos”. Tanto en la temporada 2005/06 como en la 2006/07, la efímera etapa celeste entre sus dos últimos periodos en Segunda, los tres puntos habían viajado de vuelta a Vigo. 2-3 y 1-2, reflejaron los últimos marcadores del Bernabéu antes de que el Celta acabase con sus huesos en la categoría de plata. Mucho y muchos han pasado desde entonces por unos y por otros.

Convocatorias

El centro del campo centra las ausencias blancas para la cita. A la ya sabida baja de Modrić por lesión se les suman las bajas de Khedira, todavía recuperándose de la conmoción cerebral sufrida en Copa, y del sancionado Isco, cuyo castigo no fue levantado por Competición a pesar de las alegaciones del Real Madrid. Ancelotti, a priori, reconstruirá su medular devolviendo a Kroos a una posición más adelantada y cubriendo el puesto de pivote con Illarramendi. Sorprendentemente, Jesé, que ya había disputado sus primeros minutos ante el Cornellà tras su lesión de rodilla, no fue incluido en la lista blanca, donde sí está el joven medio Álvaro Medrán.

El Celta podrá contar con un hombre importante como es Orellana. El chileno parece encontrarse en condiciones para jugar en el Bernabéu tras sus problemas de clavícula, pero su presencia en el once todavía es una incógnita. Con Santi Mina y Augusto como opciones para el recambio, el Celta se plantará en Madrid sin dos de su ya habituales ausentes: Madinda y David Costas, ambos entre los señalados después de la mala imagen del equipo en Las Palmas de Gran Canaria. Oubiña, de cuya lesión se habló, y mucho, esta semana, continúa lejos de estar disponible.

Convocatoria del Real Madrid: Casillas, Keylor Navas, Pacheco, Varane, Pepe, Sergio Ramos, Coentrão, Marcelo, Arbeloa, Carvajal, Nacho, Kroos, James, Illarramendi, Medrán, Ronaldo, Benzema, Bale y Chicharito.

Convocatoria del Celta: Sergio, Rubén, Hugo Mallo, Fontàs, Jony, Sergi Gómez, Planas, Cabral, Pablo Hernández, Radoja, Álex López, Krohn-Dehli, Augusto, Borja Fernández, Santi Mina, Charles, Nolito, Larrivey y Orellana.

Posibles onces