Quizás por haberse pasado lesionado la pretemporada, por la falta de adaptación al fútbol europeo o por jugar en una posición que no es la suya, pero Pedro Pablo Hernández no está respondiendo a las expectativas que se depositaron sobre él en verano, cuando se convirtió en un fichaje obligatorio para el recién aterrizado Berizzo. Un gol antológico, fruto de la fortuna, en el Calderón y una escasa fluidez en el centro del campo es el bagaje de un hombre que auguraba mucho más dinamismo y físico a la medular del Celta que el que ha dado en los partidos que ha disputado.

Un futbolista adaptado

El Tucu Hernández es perro viejo en esto de adaptarse a una liga desconocida. A sus 28 años, el internacional chileno ya sabe lo que es jugar competiciones en cinco países distintos, y pese a defender que se siente totalmente inmerso en el ritmo del fútbol español, todavía levanta ciertas dudas entre el aficionado. “Es importante para toda persona adaptarse a donde le toque estar”, aseguró en rueda de prensa, al término del entrenamiento en A Madroa, destacando que sus compañeros lo tratan bien, tanto dentro como fuera del campo, lo que le ha facilitado las cosas a él y a su familia, de la que dijo que se encuentra “muy contenta” de estar en Vigo. Agradecimientos al Celta por su confianza no le faltan, aseguró, prometiendo “devolverle alegrías al club y a la afición lo que ellos hicieron por mí”. “Sólo pienso en darle alegrías a la gente y poder quedar en la historia del Celta”, declaró el 5.

"Devolveré alegrías al club y a la afición lo que ellos hicieron por mí"

Pablo Hernández negó sentir diferencia alguna entre los ritmos de la Primera División chilena y la Liga BBVA española, dejando claro que “esto es fútbol, y es lo mismo jugar y hacer gol”. Sí confesó que sus comienzos en el club vigués, recién salido de una lesión que le dejó varias semanas parado, se vieron “un poquito” afectados por su estado físico, pero “cuando uno se pone a punto, no hay nada que cambie”. Más que diferencias de ritmo, el argentino nacionalizado chileno ha percibido a su llegada a su nuevo país un cambio a nivel individual. “Para mí, la Liga española es una de las más importantes y tiene grandes jugadores, así que yo creo que solamente hay esa diferencia”, explicó.

La nueva demarcación

Cumplir con el objetivo de ser un hombre importante en el Celta tiene como bache la actual demarcación en la que ha venido jugando los últimos partidos. El Tucu, mediapunta de vocación, ha visto su posición reciclada hasta el punto de convertirse en un cuentakilómetros del centro del campo, un nuevo rol que acepta sin dudar, defendiendo la visión de Eduardo Berizzo. “Él ve que no es el momento, pero yo esperaré a que llegue la hora en la que me toque jugar de mediapunta y haré mi mayor esfuerzo”, afirmó, manifestando sentirse “cómodo” en plena medular, al tener “mucho contacto con el balón y libertad para ir arriba”.

"Tengo mucho contacto con el balón y libertad para ir arriba"

Ese conservadurismo en su demarcación se ha visto reflejado en la escasa nómina de goles que lleva por el momento. “Cuesta un poco más, el recorrido es más largo”, explicó Pablo Hernández, autor, hace un año, del gol que daría a su anterior equipo O’Higgins, el campeonato chileno. Manifestando su voluntad de ver portería con más frecuencia en los próximos partidos, el Tucumano justificó el pobre bagaje goleador de la segunda línea del ataque celeste en la táctica de los rivales. “Te hacen dos líneas de cuatro, y para patear algo tienes que hacerlo desde la mitad de la cancha”, explicó, defendiendo que la clave del juego del Celta “pasa por tratar de llegar al fondo y tirar centros, porque por donde más vienen los goles es por fuera”.

Pablo Hernández ha alternado titularidad con Álex López y Augusto (Foto: Ricardo Larreina | UGS Vision).

La falta de un acompañante fijo para Krohn-Dehli en el centro del campo hace que Álex López y Pablo Hernández pugnen semana a semana por un puesto en el once. El internacional chileno destacó la “competición sana” y el apoyo mutuo entre compañeros como clave para que nadie se relaje. “Eso es algo que se está haciendo, y siempre es bueno para el equipo que estén los mejores, sean de donde sean”, comentó. El jugador manifestó su completa disponibilidad para la próxima cita en Málaga, después de haber sufrido leves problemas físicos en el entrenamiento de este martes.

Trabajo para salir del bache

En lo referente al bache de resultados que padece el Celta en las últimas semanas, el Tucu apuntó que “todos los equipos pasan por momentos como éste” y defendió que “tenemos que ser fuertes y seguir trabajando de la misma manera que lo veníamos haciendo”. “Con trabajo y sacrificio uno siempre saca las cosas adelante”, dijo. La última derrota ante el Real Madrid tuvo un sabor agridulce para el 5, que reivindicó que “siempre tuvimos el juego contra uno de los rivales más grandes y las diferencias no se notaron mucho”.

"Con trabajo y sacrificio se sacan las cosas adelante"

Pablo Hernández señaló que, en plena recta final de 2014, “es importante sacar la mayor parte de puntos y terminar bien el año para estar un poco más tranquilos”. “No hay nadie que no tenga otra cosa en mente que la victoria”, apuntó, explicando que vencer pronto mejoraría el ánimo de la plantilla, “para que cuando nos toque el parón podamos estar viendo a los rivales mucho más abajo”.