El fichaje de Théo Bongonda por el Celta ha sorprendido a afición y medios. Este extremo semidesconocido de 19 años ha firmado hasta junio de 2019 con el club celeste a cambio de 1’3 millones de euros. Una incorporación que responde a la necesidad de reactivar el ataque vigués —con la pólvora mojada hace dos meses—, pero también a la de conformar un bloque de futuro, que pueda llevar a la entidad céltica a objetivos más ambiciosos en los próximos años.

En ese sentido se manifestaba Berizzo hace unos días, cuando reconocía en rueda de prensa que de darse alguna incorporación, sería para que se fuera “adaptando poco a poco al club” y no para ser “una solución inmediata”. Presagio cumplido. Bongonda responde claramente al perfil del que hablaba el técnico argentino: joven, con proyección y con grandes posibilidades de convertirse en un activo para el Celta en los años venideros.

¿Quién es Bongonda?

El joven extremo belga es un gran desconocido para el gran público. Nació en Charleroi, ciudad más grande de la Valonia, el 20 de noviembre de 1995. Procede del SV Zulte Waregem y, a sus 19 años, ya es internacional sub-21 con su país. Su irrupción en la máxima categoría del fútbol belga se produjo la temporada pasada, en la que disputó diez partidos de liga regular y nueve en los playoffs por el título. Anotó un gol y repartió tres asistencias. En la presente campaña, Bongonda ha disputado 14 partidos de Liga (seis como titular), en los que ha hecho tres tantos.

Para Irati Prat, redactor en Underground Football y experto en la Jupiler Pro League, Bongonda es "uno de los mejores talentos de Bélgica” y le augura un buen futuro en el Celta y en la Liga Española.

“Es un extremo zurdo muy rápido. Maneja bien ambos pies, pero le veo más tirado a la banda izquierda. También puede jugar en la derecha o de segundo punta, pero a mí no me termina de convencer ahí, no es un gran goleador”, comenta Irati, que destaca, por encima de todo, las capacidades técnicas y de dribbling de Bongonda: “Es muy técnico. Es lo que más destacaría de él. Eso y su capacidad para desbordar gracias a su velocidad”, apunta.

"Es muy técnico y rápido; desequilibrante", Irati Prat

A pesar del prometedor futuro de Bongonda, Irati le ve todavía “algo verde para ser titular". De hecho, en el Zulte Waregem no lo era: “La temporada pasada tuvo bastante más protagonismo en el Zulte que ésta. Se ha estancado un poquito en la progresión con el club pero ha dado el salto a la sub-21. No estaba siendo titular indiscutible, pero está siendo una temporada difícil en Waregem y aún con esas, es prácticamente el jugador número doce”.

Bongonda llega al Celta como revulsivo. Su electricidad y dinamismo podrían ser la marcha más que le falta al equipo en las segundas partes. Un revolucionador de partidos. Irati le ve como “un once puro”, un jugador de “correr y encarar”, además de ofrecer profundidad, buscando “ganar la espalda a los defensas”.

Como cualquier jugador que llega de otra Liga y más teniendo 19 años, Bongonda necesitará de un período de adaptación. En ese sentido, contar con minutos saliendo desde el banquillo le ayudaría a quitarse presión. Además, el belga tendrá que amoldarse al estilo de posesión del Celta, ya que el Zulte es un equipo de contraataque. Así lo ve también Irati Prat: “Creo que se puede adaptar, aunque no es un jugador de toque como puede ser Krohn-Dehli. El Zulte no juega un fútbol de toque, sino más bien a la contra”, destaca para finalizar.

Con sus capacidades y su prometedor futuro fuera de toda duda, habrá que ver que es capaz de ofrecer Bongonda en el presente celeste. Su fichaje guarda paralelismos con el de Nemanja Radoja. Ambos jovencísimos, con proyección, internacionales sub-21 en selecciones emergentes y desconocidos para el gran público. En el caso del serbio, su rendimiento ha sorprendido a propios y extraños, afianzándose por méritos propios como la gran revelación del Celta en esta temporada. Si el belga consiguiese llevar los paralelismos con Rado al rendimiento en el césped, el director deportivo se apuntará un tanto. De no ser así, Bongonda podría pasar de ser un diamante por pulir a una nueva bomba invernal que explote en las manos de Miguel Torrecilla.